¿Cómo puedo saber cuál es el límite de dinero de mi tarjeta de crédito o débito?

Las tarjetas, bien sean de crédito o de débito, suelen ir asociadas a una serie de condiciones de uso y de límites de pago, a veces diarios y a veces mensuales. Estas restricciones tienen una doble función. La primera es proteger al cliente en caso de robo, ya que en el tiempo que cuesta bloquear el plástico los ladrones solo podrán retirar una determinada cantidad de dinero. 

La segunda es que sirven como mecanismo de control de gastos y, en el caso de los plásticos de crédito, no hay que olvidar que son un sistema de financiación y de préstamo que viene determinado por nuestra entidad bancaria (según nuestra solvencia, nuestros ingresos...). 

Saber el límite de pago diario o mensual que tenemos fijado en nuestras tarjetas en muy sencillo y la manera más fácil de averiguarlo y modificarlo es acudir directamente al contrato de estos productos firmado con el banco. Desde el Banco de España, recomienda siempre ajustar estos límites de las tarjetas a nuestra operativa diaria y habitual y aumentarlos solo de forma temporal  o puntual.

Límite de las tarjetas de débito

Una simple llamada de teléfono al número de atención al cliente de nuestro banco o una visita a la sucursal en la que gestionen nuestra cuenta será suficiente. También, ahora, es posible disponer de esta información en las aplicaciones para smartphones. 

En el caso de querer ampliar el límite de nuestra tarjeta, el procedimiento es el mismo. Si lo solicitamos, podremos abonar cantidades más grandes de dinero sin problema (sobre todo si en nuestra cuenta hay saldo suficiente).

Límite de las tarjetas de crédito

En el caso de las tarjetas de crédito, el proceso puede ser más complicado ya que es el banco quien debe autorizar el aumento del límite (si se quiere bajarlo, no suele haber problemas). Las tarjetas de crédito son un mecanismo de pago mediante financiación (en decir, es el banco quien adelanta ese dinero), por lo que la ampliación del límite significa ampliar la cantidad de dinero que el banco podría prestarnos.