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El eclipse en el Bitcóin y la verdadera revolución en la sombra de las finanzas

El bitcoin supera los 71.200 dólares y alcanza un nuevo máximo histórico
El eclipse en el Bitcóin y una verdadera revolución en la sombra de las finanzas
Europa Press

Si es un habitual de la información económica y los mercados, seguramente habrá leído estos días acerca de un fenómeno técnico y algo místico que ocurrirá esta semana en el territorio sin ley, pero con fiscalidad, de las criptomonedas. Se trata del ‘halving’, que no es otra cosa que el ajuste a la mitad de la recompensa que reciben los ‘mineros informáticos’ de Bitcoin por hacer esa labor de minado. Su rol consiste en resolver complejos problemas matemáticos que validan y verifican las transacciones que se realizan en esa red tecnológica o blockchain (cadena de bloques). A cambio, si son los más rápidos, reciben bitcoin. Detrás de toda esa sofisticación y vocabulario grandilocuente solamente se esconde un libro de contabilidad completamente descentralizado, es decir, que no pasa por ningún registro centralizado, sino que es toda la red la que anota en abierto el cambio de propietario de un Bitcóin cuando se compra, se vende o envía.

Pese a que se trata de un activo no regulado y de alto riesgo, el Bitcóin se ha convertido ya en parte del paisaje de la industria financiera y tecnológica para millones de usuarios en todo el mundo. La expectación por el esperado ‘halving’-que ocurre cada cuatro años- tiene en vilo al sector por los efectos inflacionarios en el precio que se le achacan desde la creación de la criptomoneda en 2008. Tras los ajustes de 2012, 2016 y 2020, el precio de Bitcóin se multiplicó por 93, 30 y 8 veces desde el día-D hasta su máximo histórico posterior de ese cuatrienio. El último se está viendo ahora en las pantallas en torno a los 70.000 dólares. Según el diseño original de Satoshi Nakamoto, un pseudónimo todavía sin identidad contrastada, la blockchain de Bitcoin emitirá un máximo de 21 millones de unidades y la última saldrá a la red allá por 2140. En la actualidad, está en circulación el 93% del total, o 19,6 millones de Bitcóin, por solo quedan por emitirse 1,4 millones.

En esta ocasión, parece que el efecto del ‘halving’ será diferente por dos motivos. El primero es que la recompensa a la que aspiran los mineros que participan en la red se reducirá de forma drástica a partir de ahora de 6,25 a 3,12 unidades por cada bloque minado. A los precios actuales, de 437.000 a 218.000 dólares. Por tanto, el incentivo por participar se está diluyendo y eso puede hacer inviable ese sistema por los costes asociados como la energía. De hecho, las empresas que se dedican a ello perderán potencialmente su fuente de ingresos si Bitcóin no sube de precio para compensar esa pérdida de ingresos. Algunas de estas compañías cotizan en bolsa y no han hecho otra cosa que caer pese a los sucesivos máximos históricos de la criptomoneda. Marathon Digital Holdings, Riot Platforms o Bitfarms registran caídas en 2024 que oscilan entre el 30% y 40%, mientras que Bitcóin se ha disparado un 55% en el mismo periodo o cuadruplicado (+324%) desde enero de 2023.

La tokenización, la revolución en la sombra

En segundo plano, detrás de esa subida no está el halving o algún fenómeno similar, sino un aumento de demanda sin precedentes de Bitcóin después de la aprobación en Estados Unidos y otras jurisdicciones de la comercialización de fondos cotizados (ETF) que invierten directamente en Bitcóin. Esa es la verdadera revolución en el mundo financiero. Como saben, el plácet regulatorio llegó el pasado 10 de enero para una docena de productos que están captando dinero de los inversores sin parar. Para que se hagan una idea, los once ETF que recibieron el aprobado de la SEC (la CNMV estadounidense) acumulan ya cerca de 70.000 millones de dólares en activos bajo gestión, una cifra que le sitúa por delante de la mayoría de ETF de materias primas o metales como la plata, el gas, el platino, solo por detrás del oro. BlackRock, la mayor gestora del mundo, acumula cerca de 20.000 millones en el suyo y Fidelity, otra de los gigantes de la industria de inversión, ha superado los 10.000 millones. Al mismo tiempo, la comercialización de estos vehículos en Wall Street ha abierto las puertas de las Bolsas de Londres y Fráncfort.

Por su facilidad y accesibilidad desde las plataformas tradicionales de inversión, los ETF se han convertido en una de las fórmulas más populares para el inversor para ‘comprar’ de forma sencilla un índice como el Ibex 35 o el S&P 500, un país, temática o sector empresarial. La apertura a Bitcóin supone dar carta de naturaleza y oficialidad a un activo o divisa que estaba en un limbo. De repente, el lanzamiento de los ETF sobre Bitcóin han traído consigo algunos problemas cuya resolución suponen una verdadera revolución para la industria financiera. BlackRock, con más de 10 billones de dólares en activos bajo gestión, ha decidido lanzar su primer fondo de liquidez en dólares… tokenizados. ¿Y que significa esto de la tokenización? Pues no es otra cosa que convertir acciones, bonos, casas y casi cualquier cosa en un token negociable y registrado digitalmente en una blockchain en lugar de en un papel en el registro civil, mercantil o un documento ante notario. Es la verdadera revolución detrás de las criptomonedas, la aplicación de su tecnología de registro para cualquier activo o propiedad digital que permitirá eliminar intermediarios a medio plazo, convertir en líquidos activos físicos y dar mayor seguridad jurídica, en teoría, a cualquier propiedad tokenizada. Por cierto, BlackRock ha elegido para ese proyecto de tokenización a la tecnológica de origen español Securitize, fundada por Carlos Domingo (ex Telefónica) y participada por Banco Santander.  

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