Cuaderno de venta

Diga 33 y las 24 horas de estrés extremo que se avecinan en bolsa

Las empresas más grandes del planeta y los bancos centrales más poderosos concentrarán en cuestión de un día los informes y comentarios que marcarán la evolución de las bolsas durante los próximos meses.

Un operador en la Bolsa de Fráncfort.
Un operador en la Bolsa de Fráncfort.
DPA vía Europa Press

Llega el trigésimo tercer día del año. Dicen que la pronunciación del misterioso 33 permite a los médicos escuchar a través del estetoscopio si las vibraciones en el interior del paciente suenan como deberían o, por el contrario, algo no marcha bien. Entre el miércoles 1 y jueves 2 de febrero se alinearán los astros financieros en una confluencia difícil de digerir para los inversores por la envergadura de las citas en agenda.  

Probablemente, se avecinan las 24 horas más estresantes en mucho tiempo para los mercados con las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (Fed), Banco Central Europeo (BCE) y Banco de Inglaterra cotizando junto a las cuentas anuales de gigantes como Amazon, Apple, Alphabet y Meta en Wall Street y, salvando las distancias, las de BBVA y Santander en el Ibex 35. Si lo agitan puede salir cualquier cosa, ¿un bálsamo o un explosivo?.

De todas las referencias, la Fed y el BCE están por encima de todo lo demás. Los doctores los dos bancos centrales más poderosos del mundo pasan revista al estado de sus pacientes: las economías del área dólar y la zona euro. Si las vibraciones que escuchan siguen siendo inflacionistas volverán a aplicar nuevas dosis de tipos de interés para bajar la inflamación en los precios. Por el contrario, si escuchan una mejoría ahí y algún sonido preocupante por otro lado (empleo, recesión) puede que cambien la pauta.

La vorágine financiera comenzará a las 20:00 horas del miércoles cuando la Fed publique su decisión -se espera un aumento de tipos de 25 puntos básicos- y se acelerará a partir de las 21:15 cuando Jerome Powell termine de dar las explicaciones y pistas sobre, atención, qué va a hacer con el balance. ¿Aumentará el ritmo de ventas de bonos? ¿Irá ligado a un anuncio de pausa en las subidas de tipos? De lo que diga dependerá el grado de tensión y volatilidad en los principales índices financieros de bolsa y bonos.

Tras el cierre de Wall Street, la ola alcista o bajista en las cotizaciones recorrerá Asia durante toda la noche hasta llegar a Europa con el alba poco antes de conocer los últimos datos de inflación en la zona euro en enero. La previsión es que el IPC armonizado siga creciendo por encima del 9%. Con ese informe bajo el brazo, Christine Lagarde y el resto de gobernadores del BCE discutirán acaloradamente después de la división en el consejo el pasado 15 de diciembre. Se da por descontado que se elevarán los tipos al 3%, 50 puntos básicos más, pero habrá que escuchar a los detalles y al tono.  

Al inicio de su mandato en diciembre de 2019, Lagarde aseguró que no se identificaba con los halcones (hawkish) partidarios de mayores restricciones monetarias, ni con las palomas (dovish) que promueven políticas más laxas. "Espero ser un búho que se asocia con cierta sabiburía. Tendré mi propio estilo. No sobreinterpreten, no hagan conjeturas o referencias cruzadas. Voy a ser yo misma y, por lo tanto, probablemente diferente", dijo. 

Tras su discurso hace mes y medio, los mercados han vuelto a poner en tela de juicio la credibilidad de lo que dice la banquera francesa. El desajuste entre la orientación del BCE y la cotización de los rendimientos de la deuda pública tendrá que ajustarse a partir del jueves. Si Lagarde no acota el mensaje de "varias subidas" de 50 puntos básicos pueden saltar algunas costuras. De lo contrario, si apunta a marzo como el último aumento de este tipo, volverá a dar la razón a aquellos que no se fían de sus palabras. En cualquier caso, la presión política de los líderes europeos para que el BCE siga siendo el gran comprador en sus subastas de deuda pública será la verdadera 'prueba de fuego' de cara a este 2023.

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