Opinión

El seísmo comercial del Brexit: China ya es el primer exportador a UK... y no Alemania 

Reino Unido se ha convertido en el destino perfecto de las mercancías asiáticas. Por primera vez desde 1997, la serie histórica de las importaciones británicas ha situado a China por delante de la locomotora alemana.

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El terremoto del Brexit: China desbanca a Alemania como el primer exportador a UK.
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Por la derecha. Así ha adelantado China a Alemania en uno de los mercados de importación más importantes de Europa. Reino Unido se ha convertido en el destino perfecto de las mercancías asiáticas. Por primera vez desde 1997, la serie histórica de las importaciones británicas ha situado a China por delante de la locomotora alemana: y lo ha hecho con contundencia.

Los bienes importados por Reino Unido a China han sumado 24.000 millones de dólares sólo en el primer trimestre del año. Así se desprende del informe publicado por la Oficina de Estadísticas británica. La demanda de los productos chinos comprados por los británicos ha experimentado un aumento sin precedentes, creciendo un 66% desde 2018, momento en el que el Reino Unido se embarcó en la aventura de salir de la Unión Europea con el menor coste económico y político posible.

De hecho, de los cinco socios principales de Reino Unido, China es el único en el que las importaciones crecieron entre el primer trimestre de 2018 y el mismo periodo de 2021. Esta situación es reflejo de la tendencia en el aumento de las importaciones que desde 1997 se vienen registrando entre ambos países. Sin embargo, la tendencia se ha visto acelerada durante la segunda mitad de 2020. Un dato que demuestra dos realidades: por un lado, que la economía china no se vio tan perjudicada por la pandemia y, por otra, que Pekín se ha situado como la economía que más y mejor crece en el mundo. Ellos sí han salido reforzados de la gran crisis económica que azota el planeta desde comienzos de 2020.

En cuanto a los productos clave de la cesta de las exportaciones chinas en el país de Boris Johnson, los equipos electrónicos se sitúan al frente de la lista, seguidos por los textiles y los sanitarios, como mascarillas y equipos de protección individual que, como no podía ser de otra manera, se convirtieron también en los productos 'estrella' para el consumidor (y el paciente) británico.

Lo que no esperaban los alemanes era perder precisamente en Europa esta primera batalla contra China, que probablemente se extienda a otros países del Espacio Económico Europeo

Inevitablemente, en el baile de números económicos siempre aparecen perdedores. Las importaciones procedentes del país germano cayeron un 25% con respecto al mismo periodo del año anterior, sumando 12.500 millones de libras. Poca cosa para una industria como la alemana, que necesita como agua de mayo un mercado donde poder competir con el gigante asiático. Lo que no se esperaban los alemanes es que sea precisamente en Europa donde iban a perder esta primera batalla que, probablemente, se extienda a otros muchos países del Espacio Económico Europeo. Este parece ser el escenario pretendido por las empresas chinas en Europa.

Alemania ha sido siempre el mayor socio comercial del Reino Unido en Europa. Desde el comienzo de la serie temporal en 1997, Londres ha importado de Alemania más que de cualquier otro país. Tan solo hubo una pequeña interrupción en el cuarto trimestre de 2000 y el primer trimestre de 2001, momento en el que el Reino Unido importó más mercancías de los Estados Unidos.

La pandemia, sin lugar a dudas, ha supuesto un acicate para provocar este cambio estructural que refleja de manera clarividente la difícil posición europea con respecto a la autonomía estratégica que desde hace unos meses está en las mentes de los padres de Europa que, a su vez, promueven una gran Convención sobre el Futuro del Continente. La gran esperanza de Bruselas es que sea Alemania, la principal perjudicada por este cambio macro, la que lleve las riendas para reducir la dependencia con respecto a los productos chinos y pueda recuperar su carácter exportador: la gran baza con la que han jugado los ejecutivos germanos desde Adenauer.

Así, y pese a que las exportaciones aumentaron en 1.000 millones de libras y que las importaciones de bienes procedentes de la UE también se incrementaron, concretamente por valor de 800 millones, la 'victoria' de los asiáticos en un país ya no miembro de la UE refleja una debilidad clara. Gran parte de los analistas justifican la pérdida de competitividad de la industria europea por la escasez de materiales producida durante la pandemia y la caída en la cadena de suministro, dos aspectos que se han notado especialmente en el sector del automóvil y máquina herramienta.

Lejos de suponer un episodio puntual, estos datos son una tendencia. La balanza entre importaciones y exportaciones alemanas en Reino Unido ha ido cayendo paulatinamente desde 2019, conducida por la crisis del sector del automóvil alemán, que no parece estar obteniendo buenos resultados en los últimos tiempos en las Islas británicas. Los efectos no solo se centran en Berlín. El comercio de mercancías con los países de la UE disminuyó un 23,1%. Por su parte, con respecto a países ajenos a la UE, disminuyó un 0,8% en comparación con el primer trimestre de 2018.

Las cifras cantan un claro declive de la relación económica entre el Reino Unido y la Unión Europea, que se une al denominado ‘efecto pandémico’ y a los primeros resultados claros de un Brexit que se convirtió en un gran problema y que ahora puede cambiar radicalmente la relación entre socios de ambas orillas del Canal de la Mancha.

La locomotora alemana está siendo rebasada por un tren de mercancías chino que para en cada estación de la UE con probable destino final en Bruselas.

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