OPINION

De ‘Barrio Sésamo’ a Fofó: así la TV explicó la muerte a los niños y lo que refleja de la actualidad

Muerte de Fofó
Muerte de Fofó

¿Cómo tratar una muerte en un programa infantil? Con honestidad, naturalidad y emoción. Así decidieron los responsables de 'Barrio Sésamo' explicar el fallecimiento de uno de sus actores más carismáticos del show, Will Lee, que interpretaba al icónico tendero Mr. Hooper.

Era 1982 y la serie podía haber omitido la desaparición del actor y directamente reemplazar al personaje, como suele pasar en muchas producciones, pero se decidió hablar del fallecimiento y realizar el homenaje que merecía Lee.

Por primera vez en la televisión norteamericana, un formato infantil de estas características hablaba de la muerte como parte intrínseca de la vida. Y se hizo a través de una trama magistral, donde Big Bird (el Espinete norteamericano) iba regalando entrañables retratos a cada icónico personaje del barrio. Y sacó la ilustración de Hooper. Pero allí no estaba Hooper para recogerla. ¿Dónde estaba Mr. Hooper?

Se mezcló realidad y ficción, y se trató la muerte con una brillante inteligencia divulgativa que emocionó, sobrecogió. El estudio se quedó completamente en silencio. Mientras, el zoom de la cámara se alejaba mostrando más vacío que nunca el Barrio Sésamo.

En España, años antes, en plena década de los setenta, Los Payasos de la Tele también tuvieron que hacer frente en Televisión Española a la muerte del querido Fofó. Un fallecimiento que impactó al país.

Para despedirse de Fofó en su circo, Gabi, Miliki y Fofito grabaron una pieza que RTVE guarda en su archivo con las imágenes en bruto. Es decir, la cinta sin editar, al completo, de aquella jornada de grabación. Con lo que se vio y con lo que no se vio por la tele. Con el cambio de expresión de los payasos entre lo que supuestamente no se verá y lo que sí se emitirá.

La emoción de la mirada al infinito de Miliki, el cigarrillo nervioso en la mano de un serio Fofito, el recuerdo a la importancia de la familia que recalca Gabi, el lenguaje inclusivo en un tiempo en el que no se sabía lo que era lenguaje inclusivo.

Hasta en los momentos más duros, Los Payasos de la Tele afrontando su compromiso con los niños y con los mayores. Ese probablemente es uno de los problemas que ha terminado llevando a una pérdida de influencia y, por tanto, casi desaparición de los programas infantiles en nuestro país.

Los programas infantiles han dejado de enfrentar los temas relevantes para tratar a los niños como irrelevantes. Pero los niños también son profundos y entienden cuando la tele les habla con la inteligencia que merecen.  Una tele que siempre despierta inquietudes y con la que los más pequeños de la casa se hacen preguntas con lo que ven. Pues mejor, que esas preguntas surjan de juegos hechos a su medida.

El miedo a la ofensa en tiempos de los debates de los límites de lo políticamente correcto ha impedido diferenciar bien lo crucial de lo superficial. Y los niños, que crecen más rápido que nunca, no se terminan de identificar con lo que les cuenta ahora la vieja tele.

Por eso, se refugian en series extranjeras que sí hablan su lenguaje, que sí están en su realidad. Pero esas ficciones y programas no están en la idiosincrasia del país en el que viven y crecen. Como lo estuvo 'Barrio Sésamo' o 'El Circo de RTVE' con su compromiso de retratar una sociedad con la sensibilidad de un superpoder único: el de la creativa e inteligente ingenuidad infantil.

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