Los familiares de Ramón Juárez no se lo pensaron dos veces. No querían que este hombre de 69 años fallecido por coronavirus siguiera en la morgue del hospital Juan Domingo Perón en Tartagal. Según recoge la prensa argentina, 20 miembros de la familia y conocidos -hijos, sobrinos, vecinos- entraron en el hospital local y a hombros se llevaron la bolsa fúnebre que contenía el cuerpo de su ser querido para bañarlo, vestirlo y velarlo en familia.
Los familiares no se creían que su ser querido había muerto por coronavirus y su mayor temor era que acabara incinerado. En declaraciones al diario Perfil, el gerente del hospital admitió que fue ingresado por un problema coronario y murió con los pulmones colapsados. "Puede que la muerte haya sido por su problema con el corazón, pero el cuadro también presenta consecuencias de haber sido infectado por la Covid-19", continúa.
Lamenta también que los familiares llegaran amenazando al personal del centro hasta que lograron localizar la bolsa en la que estaba el cuerpo de Ramón para llevársela y meterla en una furgoneta que les esperaba en la puerta. Según el gerente los pasos que deberían haber dado es la de acudir al Registro Civil para conseguir una autorización para retirar el cuerpo. Una empresa de servicios funerarios les habría entregado el ataúd.
Si la causa del fallecimiento es por coronavirus todos los que hayan manipulado el cuerpo están en riesgo de ser contagiados. Muchos de los comentarios al vídeo son en contra de esta familia por no respetar ninguna medida de seguridad para frenar la pandemia del coronavirus.
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