La pandemia da una nueva vida a la industria

Fender, Gibson... La guitarra resurge con la Covid y rompe récords de ventas

Las ventas de instrumentos de música, accesorios y equipos se disparan a niveles que superan al Black Friday. La pandemia está dando una nueva vida a la industria, que va camino de cerrar un año histórico.

Efe
La vindicación de la guitarra en la era del coronavirus
EFE

La guitarra nunca morirá. Ya lo decían los creyentes más fervientes del instrumento de seis cuerdas cuando hace tres años las ventas caían en picado y ponían de rodillas a fabricantes tan venerables como Fender y Gibson, augurando una lenta agonía dejando a su paso un reguero de bancarrotas. Pero si alguien tiene dudas, que se pase por el negocio de Novo Guitars en Nashville. La pandemia está dando una nueva vida a la industria, hasta el punto de que va camino de ser un año récord.

El patrón de Novo tenía muchas esperanzas puesta en el 2020. Pero como al resto de la economía, la crisis sanitaria puso a las empresas que viven de la música en una pausa total. Los conciertos se cancelaron sin fecha y el futuro se hizo aún más incierto con el confinamiento para los fabricantes de instrumentos. Incluso se cuestionaban si serían capaces de retomar la producción, porque no era posible anticipar en qué condiciones habría quedado el mercado.

Siete semanas estuvieron sin producir una guitarra. Antes de la pandemia contaban con fabricar unas 400 unidades. Las suyas se venden por entre 2.600 y 5.000 dólares. Tienen un diseño que vuelve a los años 1960 y 1970. La reputación que se ganó durante sus cinco años de existencia estaba así en riesgo. La opción que les quedó fue adaptarse a la nueva realidad y aceleraron el plan para vender directamente al consumidor a través de Internet.

Era una cuestión de supervivencia. El cambio de estrategia, sin embargo, les permitió reforzar la relación con el cliente y elevó el margen de beneficios. Las ventas empezaron a repuntar poco a poco, conformen entraban más pedidos. Y aunque su expositor en la meca del Country sigue cerrada por las restricciones y persiste la incertidumbre, serán capaces de cumplir el objetivo de ventas que se marcaron para el año. "Hay mucha gente en casa tocando", dicen.

No es solo que las ventas no hayan caído, se observa incluso un repunte. Es el caso de Fender. Está registrando incrementos de doble dígito en las ventas y sus ejecutivos anticipan que será el mejor ejercicio de la historia, que contrasta con años de caída. Como en el caso de Novo Guitars, el impulso le llega por vía del comercio electrónico y de instrumentos para principiantes. Lo sorprendente, de hecho, es la demografía de los nuevos amantes de la guitarra.

La mayoría son adolescentes y jóvenes adultos, y entre ellos dominan las mujeres. Son los mismos por los que se dio por muerta a la guitarra. El confinamiento hizo que este grupo viera el ocio más allá de las videoconsolas, de Netflix e Instagram. Las redes sociales no son suficientes para cubrir todo el tiempo que se pasa en casa y buscaron las clases de música en Youtube para dar rienda suelta a un espíritu creativo similar al que hace décadas emergía con la bandas en los garajes.

En las primeras semanas del confinamiento, las búsquedas en Google de programas informáticos para editar música crecieron un 55%. Apple, por su parte, observo como se le dispararon las descargas de la aplicación Garageband. Lo mismo le está pasando a Yahama, Roland, Reverb y Apogee, la compañía que vende accesorios para crear música. Califican el incremento de los pedidos de extraordinario, tanto de guitarras, como sintetizadores, teclados y equipos de sonido.

Para Gibson, que se declaró en suspensión de pagos hace dos años para reestructurarse, la pandemenia está siendo una vindicación. De verse forzada a parar la producción en abril, pasó en el giro de tres meses a no dar abasto con los pedidos. "Todo lo que se hace se vende", afirma su consejero delegado, James Curleigh. Este resurgimiento de las guitarras también está beneficiando a distribuidores como Sweetwater. Comparan incluso la situación con un Viernes Negro.

La tendencia es clara para la cadena Guitar Center. Las ventas online se le duplicaron al establecerse el confinamiento y señalan que están sumando nuevos clientes que quieren aprovechar la oportunidad para aprender a tocar un instrumento. El cierre de los colegios, además, forzó a los estudiantes a seguir las clases de música por Internet para mejorar sus habilidades con los instrumentos. Esta especie de academias virtuales, a su vez, les permiten elevar la oferta.

Es un fenómeno similar al observado con las bicicletas al inicio de la pandemia. Lo que tratan de entender los actores de la industria es si esta tendencia es algo más que una burbuja temporal que se desinflará cuando los bares, restaurantes y salas de conciertos vuelvan a abrir con normalidad. La separación física forzada por el confinamiento inspiró, sin embargo, una mayor colaboración y una necesidad para socializar por vía de la música, que seguirá dando vida a la guitarra.

Mostrar comentarios