Las elecciones estadounidenses pueden complicarse más allá de los ajustados resultados. El candidato republicano Donald Trump ha asegurado que los demócratas "están intentando robar las elecciones", una afirmación que hace prever que Trump no aceptará, si se diera, la victoria demócrata. "Vamos muy por delante pero están intentando robar las elecciones. Nunca se lo permitiremos", ha asegurado el presidente a través de su cuenta de Twitter.
En el mismo mensaje, Trump ha proclamado que "no se pueden emitir votos después de que hayan cerrado las urnas", en lo que parece tratarse de una nueva queja sobre el sistema de votación, no refrendada hasta el momento por tribunal alguno.
We are up BIG, but they are trying to STEAL the Election. We will never let them do it. Votes cannot be cast after the Polls are closed!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 4, 2020
El actual presidente de EEUU, además, describió los resultados provisionales como una "gran victoria" que podría llevar a su reelección, al mismo tiempo que ha asegurado que esta noche, mañana en Europa, hará una declaración.
En ese momento, Twitter ha efectuado un aviso de amonestación al contenido del mensaje: "Alguna parte o todo el contenido compartido en este Tweet ha sido objetado y puede ser engañoso respecto de cómo participar en una elección u otro proceso cívico".
El candidato demócrata, Joe Biden, ha asegurado, también a través de Twitter, que ni a él ni a Trump le corresponde decir el vencedor de los comicios: "Es el lugar de los votantes".
¿Qué ocurre si Trump no acepta el resultado?
Por muchas cábalas que se puedan hacer al respecto, los expertos electorales de estados Unidos lo tienen bien claro: un presidente no puede descartar los resultados y mantenerse en el poder. "No depende de Trump y el país no tiene que convencerlo de que ha perdido", dice Jonathan Turley, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Washington y analista legal de CBS News. "El día de la toma de posesión, el Servicio secreto está bajo la dirección del nuevo presidente. Tras el juramento del sucesor, Trump se convertiría en un invitado en la Casa Blanca [obviamente, siempre que no ganase]. Si permanece, se convierte en un invitado no deseado. Si se niega a irse, en un invitado arrestado", añade.
Eso sí, según Turley, el presidente (y cualquiera de la campaña presidencial) tiene legitimidad para cuestionar el resultado en un determinado estado, aunque con diversas restricciones. En este sentido, las solicitudes de recuentos están permitidas en 43 estados, según la Conferencia Nacional de Legislatura estatales.
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