Acude al médico por una infección y hallan un vaso de cristal en su vejiga

Si hay un terreno donde pueden ocurrir hechos inéditos es, sin duda, el de la medicina. Ejemplos hay muchos y el último ha ocurrido recientemente en Túnez y ha estado protagonizado por una mujer de 45 años que acudió al hospital quejándose de los síntomas típicos de una infección urinaria. A buen seguro, nunca hubiera imaginado el diagnóstico final al salir del centro médico. 

De hecho, tal y como relata Clarin, los sanitarios quedaron perplejos al ver el escáner y la ecografía de la paciente. Encontraron, pues, un vaso de cristal dentro de su vejiga. Se precisó de una inspección más superficial, ya que el cuerpo extraño estaba encerrado por un cálculo vesical de 8 centímetros de ancho. Lo que ocurre en estos casos es que son tan pequeños que es realmente difícil verlos a simple vista. 

El caso tan extraordinario no quedó solo en el Hospital de Túnez, pues los sanitarios que trataron a la paciente quedaron tan atónitos, que el tratamiento y el diagnóstico ha sido publicado en la revista médica Science Direct. 

Llevaba cuatro años con el objeto dentro

Pero, ¿cómo había podido llegar el vaso hasta su vejiga? Según reveló la mujer, utilizó el vaso como juguete sexual en 2018. Hace ya cuatro años. Explica Clarin que fue insertado -en vez de por la vagina- en la uretra, que es el orificio por donde orinan las mujeres. Tal y como reveló el informe: "Las motivaciones más frecuentemente asociadas con la presencia de cuerpos extraños dentro de la vejiga son de naturaleza sexual o erótica. Se han insertado varios objetos en la vejiga y muchos pacientes no los quitan por sí mismos y tienen mucha vergüenza de precisar atención médica, lo que suele ser el origen de un cuadro clínico, la mayoría de las veces atípico, que se presenta en un terreno particular del paciente". 

La paciente tunecina llegó al hospital diciendo que llevaba varias ocasiones en las que había sufrido cistitis, pero que nunca había acudido realmente al médico, ya que tampoco le molestaba en exceso. No tenía sangre, no sufría incontinencia urinaria... el problema solo podía ser visto a través de análisis médicos, y es que tenía un rango de glóbulos rojos más alto de lo normal. Es decir, que su cuerpo estaba luchando contra una infección. Fue entonces cuando los médicos decidieron hacer una exploración más exhaustiva, a través de una ecografía y una radiografía. 

Finalmente, para extraer el vaso, la mujer fue sometida a una cirugía en la que extrajeron el cálculo de la vejiga. El vidrio estaba aún intacto, y así había permanecido dentro de la mujer durante años. Dos días después, la paciente recibió el alta sin más complicaciones.