Estrategias de inversión

El traspié económico de China mejora y los expertos aguardan para invertir en bolsa

El estancamiento y la crisis de deuda del sector inmobiliario en el gigante asiático sigue su curso pero algunos indicadores económicos y la propia bolsa china da muestras de estabilización tras dos años a la baja.

Billetes del yuan chino.
Billetes del yuan chino.
DPA vía Europa Press

China está recibiendo este año el abrazo del oso en su economía y los mercados. Las cifras que se publican cada vez son más seguidas por parte de los expertos para ver si puede cimentarse una mejora que termine desembocando en oportunidades de inversión a futuro. La realidad es que el país atraviesa la peor crisis inmobiliaria de su historia y un avance a dos velocidades entre el sistema financiero, que se encuentra bajo presión, y otros sectores.

Por lo pronto, los datos de actividad de recientes superaron las expectativas del mercado: el crecimiento interanual de la producción industrial subió en enero-febrero y superó ampliamente las previsiones al repuntar un 7%, en comparación con el 5,3% previsto, gracias a unas exportaciones más fuertes de lo esperado, a pesar de la ralentización provocada por las adversas condiciones meteorológicas.

El crecimiento de la inversión en activos fijos subió ligeramente en los últimos dos meses y también superó las estimaciones, debido a la continuación de la relajación fiscal a pesar de que la inversión inmobiliaria sigue deprimida. El crecimiento de las ventas minoristas también se ralentizó en términos interanuales, pero esto era de esperar.

La Oficina Nacional de Estadística china (NBS, por sus siglas en inglés) volvió a suspender la publicación de la tasa de desempleo del grupo de edad de 16-24 años para enero-febrero (frente al 14,9% de diciembre). Haciendo balance de los datos de actividad de los dos primeros meses del año el impulso de crecimiento secuencial de China se mantuvo sólido en el primer trimestre del 2024, a pesar de las notables divergencias entre sectores.

Desde Goldman Sachs comentan que hay algunos puntos flacos que aún pueden penalizar a China. Los flujos totales de financiación de febrero se situaron en 1,6 billones de RMB, notablemente por debajo del consenso y de la previsión de la entidad bancaria estadounidense de 2,3 billones de RMB.

“Los préstamos bancarios a los hogares siguieron siendo flojos, mientras que los préstamos a medio y largo plazo a las empresas se mantuvieron fuertes, lo que subraya el apoyo del Gobierno a la economía a través de la inversión en infraestructuras y manufacturas”, comenta el banco. A todo esto, hay que sumarle que la caída de los precios de la vivienda nueva sigue acelerándose. Los datos de precios de los inmuebles en 70 ciudades de la NBS mostraron una mayor caída de los precios de la vivienda nueva en febrero: -4,5% anualizado frente al -3,5% de enero.

Dado que en China las transacciones de viviendas nuevas están sometidas a un control gubernamental más estricto que las de viviendas existentes, los precios de estas últimas han caído hasta un 20% según algunas mediciones, mientras que los precios oficiales de las viviendas nuevas están sólo un 3% por debajo de su nivel máximo. “Los últimos datos sugieren que la presión a la baja sobre los precios de la vivienda puede sentirse cada vez más en el mercado de venta de inmuebles nuevos, a pesar de los controles administrativos de precios”, comentan en Goldman.

La bolsa, esperando buenas noticias

Los inversores piden a gritos un catalizador que desencadene un cambio de tendencia en la renta variable china. Los expertos de Schroders en un reciente informe lo explicaban de la siguiente manera: “Aunque hemos revisado al alza nuestras previsiones de crecimiento, es poco probable que unos datos de actividad ligeramente mejores impulsen un repunte importante”.

En cambio, es más probable que el detonante sea un cambio de rumbo en la formulación de políticas. En este sentido, aunque la Asamblea Popular Nacional (APN) no ha deparado grandes alegrías, las malas noticias podrían convertirse en buenas si el creciente riesgo de deflación obliga a Pekín a actuar.

“Nuestra opinión del verano pasado de que una recuperación del ciclo manufacturero global respaldaría las exportaciones chinas está empezando a imponerse tras el reciente repunte de los PMI manufactureros”, dicen desde la gestora británica. Varios indicadores adelantados coinciden ahora en que las exportaciones nominales de China alcanzarán un crecimiento de alrededor del 15% interanual a mediados de 2024.

No cabe duda de que las exportaciones chinas han tenido un buen comienzo en 2024, con un crecimiento en enero y febrero mucho mayor de lo esperado, del 7,1% interanual. Los datos de enero y febrero se presentan de forma conjunta para tener en cuenta el impacto de la festividad anual del año nuevo lunar.

Según Schroders, hay indicios de que las empresas chinas se están viendo obligadas a recortar los precios para liquidar la producción, ya que las exportaciones crecen mucho más rápidamente si se miden en términos de volumen que de valor. “Pero si bien esto es preocupante para los márgenes de los productores, es una buena noticia para el crecimiento del PIB real”, destaca. “Así, mientras que el comercio neto restó alrededor de un punto porcentual al crecimiento del PIB durante el año pasado, debería empezar a añadir una cantidad similar en los próximos meses”, concluye.

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