Tras 74 años en el mercado

Toshiba dejará de cotizar en la Bolsa de Tokio el próximo 20 de diciembre

La operación, valorada en torno a 12.630 millones fue planteada por un consorcio de una veintena de empresas lideradas por el fondo de inversión Japan Industrial Partners y cerrada con éxito el pasado 21 de septiembre.

Toshiba dejará de cotizar en la Bolsa de Tokio el próximo 20 de diciembre
Toshiba dejará de cotizar en la Bolsa de Tokio el próximo 20 de diciembre
EP

La empresa tecnológica Toshiba anunció hoy que dejará de cotizar en la Bolsa de Tokio el 20 de diciembre, tras 74 años como empresa pública, a raíz del cierre con éxito el mes pasado de la oferta pública realizada por un consorcio japonés. La operación, valorada en alrededor de 2 billones de yenes (unos 12.630 millones de euros), fue planteada por un consorcio de una veintena de empresas lideradas por el fondo de inversión Japan Industrial Partners y cerrada con éxito el pasado 21 de septiembre.

A través de la oferta pública de adquisición (OPA), el conjunto empresarial se hizo con el 78,65% del control de Toshiba, en un movimiento que estaba destinado a cortar los vínculos con los accionistas activistas extranjeros de la firma, con los que había estado teniendo problemas para plantear una reestructuración. La última jornada de cotización de las acciones del conglomerado será el 19 de diciembre, según las fechas provisionales fijadas por la empresa, según detalló en un comunicado.

Toshiba anunció también hoy la convocatoria de una junta de accionistas extraordinaria para el 22 de noviembre para hablar de la consolidación de acciones y propuestas para terminar de atar los cabos sueltos con el resto de accionistas. Fundada en 1875, Toshiba fue en su día una de las mayores corporaciones tecnológicas del mundo. Comenzó como fabricante de electrodomésticos y gradualmente diversificó sus ramas de negocio a áreas como las de la infraestructura o la energía.

La icónica empresa japonesa lleva años inmersa en graves problemas económicos, salpicada por diversos escándalos de contabilidad en décadas previas y grandes pérdidas en su negocio nuclear, que la llevaron a desprenderse de varias de sus ramas más importantes, como las de semiconductores, sensores de imagen u ordenadores. El conglomerado lleva años tratando de llevar a cabo una reestructuración que ha estado salpicada de obstáculos procedentes de su propio accionariado, especialmente de los mencionados inversores foráneos con los que ahora podrá cortar lazos.

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