Los accionistas de Toshiba Corporation han dado luz verde a la consolidación de la acciones restantes de la empresa, el último paso necesario para que esta pase a estar controlada exclusivamente por un consorcio de inversores. En una junta extraordinaria celebrada este miércoles en Tokio, los accionistas dieron luz verde al plan para que el consorcio liderado por el fondo de inversión Japan Industrial Partners adquiriese los 98 millones de participaciones restantes de Toshiba, que pasará a ser así una subsidiaria de su plena propiedad.
Previamente, el consorcio había adquirido el 78,65% de las acciones de Toshiba a través de una oferta pública de adquisición (OPA) valorada en unos 2 billones de yenes (unos 12.677 millones de euros). El proceso de adquisición de la firma fundada en 1875 se culminará el próximo 20 de diciembre, cuando Toshiba dejará de cotizar en la Bolsa de Tokio tras 74 años como empresa de capital abierto.
En su día una de las mayores corporaciones tecnológicas globales, Toshiba lleva años inmersa en graves problemas económicos, salpicada por diversos escándalos de contabilidad y grandes pérdidas en su negocio nuclear, que la llevaron a desprenderse de varias de sus ramas más importantes, como las de semiconductores, sensores de imagen u ordenadores.
El conglomerado lleva años tratando de llevar a cabo una reestructuración que ha estado salpicada de obstáculos procedentes de su propio accionariado, especialmente por parte de inversores foráneos con los que ahora podrá cortar lazos. La oferta pública de adquisición de acciones estaba destinada precisamente a desprenderse de la influencia de esos inversores con vistas a centrarse en áreas con potencial de crecimiento como la tecnología cuántica o las infraestructuras, según la directiva de la empresa.
