Falta de regulación

La fórmula SPAC: el caso Wallbox abre la vía de la migración bursátil en España

El Anteproyecto de Ley del Mercado de Valores, que allana su camino, ha finalizado la consulta pública y se encuentra en fase de recopilación de las propuestas sin fecha para trasladarlo al Consejo de Estado  

Wallbox
La fórmula SPAC: el caso Wallbox abre la vía de la migración bursátil en España

El caso Wallbox ha abierto la vía de la migración bursátil. La startup fundada en Barcelona en 2015 ha optado por salir a bolsa a través de una fusión inversa con la SPAC Kensington Capital Adquisition II (KCA), que ya cotizaba previamente en Wall Street. Su ejemplo abre la veda a que otras empresas innovadoras busquen una fórmula de este tipo para conseguir capital de forma rápida dando el salto al parqué... pero fuera de territorio nacional. España puede perder un tiempo valioso a la hora de desarrollar este mercado si la regulación de estos vehículos se mantiene paralizada como hasta ahora. 

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aseguró ya a mediados de marzo que estaba preparada para facilitar su desarrollo en España. Un mes después, a comienzos de mayo, el Ministerio de Economía sacaba a audiencia pública un paquete legislativo que aborda la reforma de la ley de valores y en el que se allana el camino a las SPACs (es el Anteproyecto de Ley del Mercado de Valores y de los Servicios de Inversión). El pasado 25 de mayo terminó ese proceso y el Departamento que encabeza Nadia Calviño se encuentra ahora en plena recopilación de las propuestas para estudiarlas, analizarlas, añadir más detalle al texto y elevarlo posteriormente al Consejo de Estado. De momento no hay una fecha prevista para esto último, tal y como explican a 'La Información' fuentes próximas al Ministerio.  

Las 'Special Purpose Acquisition Company' (también conocidas como fondo de ‘cheque en blanco’) tienen revolucionado a Wall Street donde se han convertido en una vía rápida para salir a bolsa. Lo curioso es que no son, ni mucho menos, un fenómeno nuevo en Estados Unidos donde acumulan una trayectoria de dos décadas. El empacho de liquidez barata en los mercados a raíz, primero de la crisis financiera, y después de los macroestímulos aprobados por bancos centrales y gobiernos para hacer frente a la pandemia de coronavirus, han permitido brillar ahora a esta fórmula que, en realidad, se ha empleado también en el pasado como fórmula para salir al rescate o evitar la quiebra de empresas. Así sucedió en 2010 con Prisa. El grupo de medios alcanzó un acuerdo con Liberty Acquisition Holdings en 2010 por el que los accionistas del fondo estadounidense tomaron más del 50% del capital del grupo de comunicación español en un momento en el que éste había visto elevarse con fuerza su deuda en plena crisis financiera. 

La SPAC es una empresa vacía que se crea explícitamente para obtener fondos a través de una oferta pública inicial (OPI) y con ellos adquirir una empresa ya existente o fusionarse con ella. Estos vehículos los constituyen inversores y gestores con amplia experiencia en procesos de fusiones o adquisiciones (a los que se conoce como promotores), que son quienes atraen con su presencia a los inversores institucionales. Los promotores conocen de antemano el objetivo con el que han creado la SPAC pero no suelen comunicarlo hasta después de formalizarse la OPI. La empresa con la que se fusionan o que adquieren logra el objetivo de salir a bolsa, ahorrándose tiempo y trámites bursátiles. 

Tras el récord registrado en el año de la pandemia, en el primer trimestre de 2021 las OPVs de alrededor de trescientas SPACs han permitido recaudar casi 100.000 millones de dólares, superando el importe global registrado en 2020 y representando ya más de dos tercios del valor total de las OPVs en el mercado estadounidense. En un momento de ebullición del mercado, con los índices norteamericanos reeditando sus máximos, el fenómeno de las SPACs ha atraído a muchos inversores. "Algunos patrocinadores también han involucrado a famosos en las operaciones y su presencia ha impulsado aún más el apetito entre los inversores minoristas, que no siempre son capaces de entender la estructura, los costes y los riesgos asociados a las SPACs", señala la gestora Amundi en uno de sus 'blue papers'.

De Arnault a Pinault: grandes fortunas como patronos en la UE

Sin embargo, la ebullición de estos vehículos no solo copa la atención en el principal mercado del mundo. En Europa, hay grandes nombres detrás de las experiencias que han salido adelante y constituyen un claro ejemplo de cómo el capital puede combinarse con la experiencia. La mayor fortuna del planeta -según la lista que elabora 'Forbes-' y dueño del gigante del lujo LVMH, Bernard Arnault, ha lanzado la SPAC Pegasus Acquisition Co. Europe junto a otros dos pesos pesados de la inversión como el exjefe de UniCredit, Jean Pierre Mustier, y el exjefe del banco de inversión de Bank of America, Diego De Giorgi. Pegasus salió a bolsa en Ámsterdam el pasado 29 de abril de 2021.

Otro compatriota, Francois Pinault, CEO de Kering (grupo dueño de Gucci, Yves Saint Laurent o Balenciaga) se ha unido este mismo año a la SPAC de 345 millones de euros que cotiza en Nueva York lanzada por el ex director general de Credit Suisse, Tidjane Thiam. Mientras, el ex director de Commerzbank, Martin Blessing, se ha asociado con algunos inversores de primera línea para lanzar la European FinTech IPO Company 1 (EFIC1), con la que ha recaudado unos 415 millones de euros.

Las empresas más pequeñas obtienen acceso al capital sin ceder el control a los 'hedge fund' ni pasar por un largo proceso de cotización en el mercado, tal y como ponen en valor Jan Viebig, CIO de Private Wealth Management y Laurent Denize, Global Co-CIO de Oddo BHF. Desde su punto de vista "las SPAC también son atractivas para los inversores, ya que una media del 97% del capital obtenido se aparcará en un fideicomiso, que se devolverá con intereses si los patrocinadores no pueden realizar una adquisición, algo que suele tardar entre 18 y 24 meses".

Los inconvenientes de las SPAC incluyen los incentivos, a menudo exagerados, para los patrocinadores, que normalmente obtienen el 20% de la SPAC por 25.000 dólares, incluso cuando los inversores están invirtiendo millones de dólares en la SPAC. En noviembre de 2020, el Financial Times informó sobre los abultados beneficios de los patrocinadores en torno al ex banquero de inversiones de Citigroup Michael Klein, que sacó al mercado a Clarivate Analytics a través de una SPAC y luego se pagó a sí mismo 60 millones de dólares por su participación original de 25.000 dólares después de sólo dos años, y luego todavía tenía una participación de 400 millones de dólares en la empresa

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