El secreto de las pensiones noruegas: el fondo 'vikingo' rinde más que su crudo

Yngve Slyngstad es el CEO del fondo Norges Bank Investment Management (NBIM).
Yngve Slyngstad es el CEO del fondo Norges Bank Investment Management (NBIM).
L. I.

Noruega está de celebración como si hubiera descubierto ‘petróleo’ por segunda vez en medio siglo y así lo han hecho. El fondo soberano Norges Bank Investment Management (NBIM) que sostiene las pensiones noruegas acaba de superar los 10 billones de coronas noruegas de patrimonio (el equivalente a unos 980.000 millones de euros al cambio actual) y ahora pueden contar a los cuatro vientos su secreto: el rendimiento financiero de su fondo a largo plazo ya genera más dinero que su petróleo.

“Aproximadamente la mitad del valor de mercado es el rendimiento de las inversiones del fondo, que ha recibido unas aportaciones de poco más de 3,3 billones de coronas (unos 320.000 millones de euros). El resto del valor de mercado son las fluctuaciones en la corona noruega”, aseguraba este viernes el NBIM en una presentación de Yngve Slyngstad, el consejero delegado del vehículo de inversión. Desde 1998, el fondo ha generado una rentabilidad que tampoco es una exageración, pero sí positiva a largo plazo: el 5,9% anualizado o 460.000 millones de euros.

NBIM

Dicho de otro modo, el equivalente al Fondo de Reserva de la Seguridad Social de Noruega  ha logrado más de 600.000 millones de euros adicionales con la revalorización de las inversiones del fondo en bolsa (renta variable), bonos (renta fija) y activos inmobiliarios, pero sobre todo a la reinversión en el propio fondo de las rentas que generan miles de estos activos a la vez con sus dividendos, cupones y alquileres procedentes de todo el mundo.

En cambio, la llamada ‘hucha’ de las pensiones española -que sufre de mala gestión, no recibe aportaciones constantes, sino que viene sufriendo varios años de reembolsos- no invierte en bolsa y solo lo hace en deuda pública española y europeo, sufriendo su enfoque cortoplacista

Claves de largo plazo

Tres factores están detrás del milagro para que el superfondo ‘vikingo’ haya dado el ‘sorpasso’ al oro negro como fuente de sostenibilidad de su pensiones. Primero, las aportaciones continuas al fondo procedentes de la venta de petróleo y gas. Segundo, la mano invisible del interés compuesto a largo plazo por la acumulación de intereses de los rendimientos de su inversión. Y tercero, el efecto divisa: Noruega solo invierte en activos extranjeros fuera de la corona, su divisa, siguiendo la política de su propio banco central.

“Cuando se creó el fondo, nadie pensó que pasaría 10 billones de coronas. Tuvimos la suerte de descubrir el petróleo. El rendimiento de las inversiones en los mercados financieros mundiales ha sido tan alto que se puede comparar con haber descubierto nuevamente el petróleo”, subraya Slyngstad, que no es un cargo político sino un profesional de las finanzas que lleva al frente del fondo desde 2008. Anteriormente, ocupó la posición de director de inversiones en bolsa en el mismo NBIM.

Más de 80 empresas españolas

El NBIM se distingue de otros fondos de pensiones por su total transparencia en su gestión e inversiones, pero también por su titularidad único y pública: es el Estado y no los pensionistas directamente quienes participan en él. Otros países como Canadá, Japón o Alemania tienen vehículos similares aunque la titularidad es de sus pensionistas y partícipes.

En este sentido, Noruega tiene un fondo soberano al estilo de los países árabes. El fondo noruego da otro dato para la reflexión: su constitución en 1998 con 113.000 millones de coronas (unos de 11.000 millones de euros) representa seis veces menos de lo que tenía la hucha de las pensiones españolas en 2012. En 1998, los noruegos invirtieron casi la mitad del fondo en acciones de miles de empresas cotizadas por todo el mundo. En España, más de 80 compañías tienen al fondo nórdico como accionista y también es inversor de referencia del propio Tesoro Público, la agencia del Gobierno que emite la deuda que financia al Estado.

Las claves

¿En qué invierte el fondo de Noruega?

La distribución geográfica del fondo le lleva a invertir siempre fuera de Noruega. A 30 de junio de 2019, último dato disponible, la inversión en renta variable (bolsa) representaba siete de cada diez euros (69,3%) de la cartera del fondo noruego. Las acciones empresas estadounidenses suponían el 41,8%, mientras que las compañías europeas alcanzaban el 33,4% de la posición total en bolsa y las de Asia y Oceanía, el 21,9%. La renta fija (deuda y bonos) suponía casi el 27% y el 3%, el inmobiliario.

El Norges Bank Investment Management (NBIM)  tenía invertidos unos 9.756 millones de euros al cierre de 2018 en la bolsa española, repartidos en 85 empresas, principalmente, en el Ibex 35. Además, el fondo declara una inversión de 4.400 millones en deuda pública y otros 428 millones en activos logísticos en España.

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