El Ibex 35, en máximos anuales

Sánchez disfruta del coste de la deuda más bajo en 2 meses antes del nuevo gobierno

La rentabilidad del bono a 10 años cae cerca de 50 puntos básicos desde mitad de octubre y lleva el coste de emisión a largo plazo a niveles similares a los que tenía tras las elecciones del 23 de julio.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (c), felicita a Sánchez (i) en presencia de Ribera (d).
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (c), felicita al presidente reelecto, Pedro Sánchez.
Europa Press

La investidura y reelección de Pedro Sánchez ha llegado con el Ibex 35 en zona de máximos anuales y en medio de un clima financiero algo más benigno para los emisores de deuda debido a la caída de rentabilidades que se está produciendo desde hace cuatro semanas tras el giro en las expectativas sobre tipos de interés., después de la pausa que adoptó el Banco Central Europeo (BCE) el pasado 26 de octubre.

El interés del bono a 10 años de España, la referencia de la deuda, ha desescalado cerca de medio punto o 50 puntos básicos, desde el 4,09% del 19 de octubre a deslizarse hasta el 3,58% este jueves 16 de noviembre. La curva también ha ampliado el desnivel a la baja para el bono a 2 años (del 3,68 al 3,38%), el de 3 años (del 3,6% al 3,25%) y el de 5 años (3,6% al 3,16%), según datos consultados por 'La Información'. 

Es el interés más bajo en dos meses en el mercado secundario, que permitirá al Tesoro Público emitir a un coste más bajo en las escasas subastas que restan en  las seis últimas semanas de 2023. El brazo emisor del estado ya tiene previsto salir al mercado en noviembre pero lo hará en cuatro ocasiones el mes que viene. El martes 5 de diciembre venderá Letras a 6 y 12 meses, mientras que el día 12 lo hará a 3 y 9 meses. Los jueves 7 y 14 colocará bonos y obligaciones a más largo plazo.

El descenso de rentabilidades -y rebaja del coste de referencia para las emisiones- también se está notando en la deuda de corta duración con las Letras a 3 meses (3,59%), 6 meses (3,71%) y 12 meses (3,59%) en niveles similares a los que tenían en julio de este año y se desliza por debajo de los plazos más largos, dibujando una curva invertida que no termina de materializarse pero que sí anticipa tipos de interés más bajos para el año que viene. El 80% de los gestores de fondos de inversión globales encuestados por Bank of America así lo creen, como informó este diario.

40.000 millones en intereses al año

El Tesoro ya ha colocado deuda por valor de 253.000 millones de euros en lo que va de 2023 a falta de esas cuatro subastas, alrededor de un 20% más que en el mismo periodo de 2022, según estiman fuentes financieras. La cifra incluye tanto las refinanciaciones como nuevas emisiones en curso para cubrir el déficit que siguen presentando las cuentas públicas del gobierno. El objetivo para el actual ejercicio de emisión bruta (refinanciación y deuda nueva) era de 256.000 millones y neta (solo nueva) de 65.000 millones, según las previsiones de Moncloa hace un mes. 

"El trabajo de anticipación realizado por el Tesoro durante los últimos años está permitiendo que, pese al rápido incremento de los tipos de interés desde el pasado año, los costes de financiación se mantengan en niveles contenidos en términos históricos", apuntaba el Gobierno en esa previsión, subrayando que el coste del tipo medio solo había subida 33 puntos básicos este años, hasta el 2,06% frente a la escalada de tipos de 450 punto básicos -de 0% al 4,5%- que ha dictado el BCE. No obstante, el coste total de atender el pago de intereses ha escalado un 30% desde los mínimos de 2022 y está a punto de alcanzar los 40.000 millones de euros al año.

En cambio, la deuda pública acumulada se sitúa en 1,563 billones de euros hasta agosto, 60.000 millones más que al cierre de 2022, según el último dato publicado por el Banco de España. Al término de esta legislatura (2019-2023), el endeudamiento de las Administraciones Públicas se habrá incrementado en más de 340.000 millones de euros, en su mayoría por el Estado central y en menor medida las Autonomías. Adicionalmente, el Ejecutivo de Sánchez ha disfrutado de la entrega gradual de fondos europeos (70.000 millones a fondo perdido sin reembolso) que adoptó la Unión Europea en 2021 para auxiliar a las economías más vulnerables al Covid.

Compras de bonos en busca de refugio

La rebaja de rentabilidades de la deuda soberana -y aumentos de los precios- se ha producido en un contexto de migración de los inversores hacia la renta fija ante el giro de expectativas con los bancos centrales. El comportamiento de los 'treasuries' españoles está en línea con otras referencias mundiales como el bono a 10 años de EEUU, que se ha desplomado del 5% al 4,44%, el británico (del 4,63% al 4,1%) o, ya dentro del euro, el del bund alemán, que ha pasado de rozar el 3% al 2,6%.

Hace casi un mes todo cambió para la marcha de los mercados cuando la brújula de los tipos de interés dejó de moverse en dirección norte para apuntar al sur. El punto de inflexión para unos rendimientos de los bonos que estaban al rojo vivo se produjo poco antes ante las reuniones de la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE). Los grandes inversores comenzaron a anticiparse en los días previos a un posible cambio de sesgo en la política monetaria y marcaron récord en compras de bonos a través de ETFs y fondos especializados en deuda.

No obstante, distintos expertos y funcionarios de los bancos centrales alerta de que puede haber más subidas de tipos en camino. "Creemos que la Fed tiene tres opciones: optar por nuevas subidas de tipos, iniciar recortes o mantenerse a la espera, como ocurrió a mediados de los noventa y durante gran parte de la década de los 2000. Los últimos datos macroeconómicos dibujan los tradicionales escenarios de subidas y recortes, pero perfila también nuestra conclusión alternativa de un escenario de espera", apunta Jeffrey Cleveland, economista jefe de Payden & Rygel.

También hay quien considera que la economía europea bordeará la recesión en 2024 sin que el banco central baje de forma precipitada los tipos. "Mientras que el discurso de la Fed en las últimas semanas ha sido más moderado de lo que nos gustaría, el BCE parece estar adoptando un enfoque contrario. La zona euro ha recibido buenas noticias sobre la inflación y malas noticias sobre la economía recientemente", explica desde Barclays. "Estamos tomando al BCE en serio, y tenemos previsto el primer recorte de tasas para Europa en julio del próximo año. Nuestra perspectiva de crecimiento es mediocre, pero no terrible, con la economía probablemente creciendo muy por debajo del 1% durante el año", añade.

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