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S&P 500 versus EuroStoxx 50: ¿es hora de cambiar a Wall Street (EEUU) por Europa?

Las bolsas europeas mantienen valoraciones más atractivas frente a las estadounidenses pero los inversores siguen revisando múltiplos y expectativas para ambos mercados en comparación  permanente.

Wall street EEUU
Wall street EEUU
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El arranque del año está siendo muy fuerte en los mercados y, en medio de una espiral alcista que parece no tener fin, tres bancos de inversión norteamericanos como Goldman Sachs, JP Morgan y Citi han expresado recientemente sus preferencias por la bolsa europea frente a la de Estados Unidos. Consideran que Europa está más barata, y que la política monetaria y el ciclo económico son más propicios para las acciones consideradas de valor, que tienen un peso relativo más relevante en el mercado europeo.

El debate está servido. Comienza el segundo trimestre y las espadas en todo lo alto. Tanto Euro Stoxx 50, como el S&P 500, han demostrado, en ambos casos, una gran capacidad para generar buenos rendimientos, con alzas del 11% y del 9%, respectivamente en 2024. En ambos casos se han sucedido los récords a máximos históricos y el nivel de los 5.000 puntos.

¿Adiós Wall Street, hola Europa?

La pregunta es si los inversores estadounidenses deberán fijarse más en Europa que en Wall Street. Adrián Amorín, de Scalable Capital, afirma que “Euro Stoxx 50 tiene una valoración más baja que el S&P 500, pero el índice norteamericano está mucho mejor diversificado” y añade “ningún otro índice regional ha sido capaz de competir con el S&P 500 en los últimos años, ni siquiera el Euro Stoxx 50”.

La dependencia de los mercados globales con Wall Street se cuestiona nuevamente, aunque la principal Bolsa del planeta ha superado a las europeas durante las últimas tres décadas. Este fenómeno se debe, esencialmente, a que la economía de Estados Unidos es más sólida y variada en comparación con la de Europa. Adicionalmente, Wall Street destaca por su mayor tamaño y liquidez, ofreciendo a los inversores la posibilidad de lograr rendimientos superiores.

En las tres últimas décadas, la bolsa europea ha logrado un retorno anual compuesto del 6.89%, con una volatilidad del 17.88%. En cambio, el S&P 500 ha conseguido un retorno anual compuesto del 10.22% con una volatilidad menor, del 15.55%, lo que sugiere un perfil de riesgo más favorable para los inversores en acciones de Estados Unidos.

Europa: una ganga respecto a Estados Unidos

Pese a este panorama, el escenario actual ofrece valoraciones más atractivas en Europa. La diferencia de precios entre la bolsa europea y Wall Street nunca ha sido tan grande como ahora. El S&P 500 se valora actualmente a 26 veces sus beneficios estimados para 2024, mientras que el Euro Stoxx 50 apenas llega a las 15 veces.

En este sentido, Goldman Sachs prevé un incremento del 12% para las acciones europeas en su conjunto, mientras que Citi, ha elevado su objetivo un 6% para el índice Stoxx 600. En el otro extremo se sitúa Bank of America (BoA). No cree que Europa esté más barata que Estados Unidos. El banco de inversión presenta un argumento convincente para explicar la prima de valoración del S&P 500 sobre las acciones europeas, basado en las diferencias de composición y en el crecimiento entre los mercados.

Según BoA, el mercado estadounidense alberga una mayor proporción de sectores como el tecnológico, que tradicionalmente cotizan a múltiplos más elevados debido a sus altas expectativas de crecimiento. Al ajustar por la composición sectorial, la entidad señala que la prima de valoración se reduce drásticamente a solo un 12%. “Seguimos negativos con respecto a las acciones europeas", señalan sus analistas que prevén un 20% de caída para otro de los grandes índices europeos, el Stoxx 600.

Impacto sectorial y proyecciones futuras

Una de las diferencias clave entre ambos mercados es su composición sectorial. El sector tecnológico representa cerca del 30% en el índice estadounidense, aproximadamente el doble que en el índice europeo. Según Juan José del Valle, de Activotrade, “este escenario sugiere que, a corto plazo, podría haber un mayor riesgo de corrección en el mercado estadounidense, especialmente si el sector tecnológico, que tiene un peso considerable, comienza a recoger beneficios”.

Mirando hacia el futuro, las proyecciones de Del Valle sugieren que las empresas del S&P 500 podrían experimentar un crecimiento en sus beneficios por acción (BPA) cercano al 10% para finales de 2024. Este panorama contrasta con el crecimiento casi nulo esperado para las compañías que componen el Euro Stoxx 50.

Con los datos sobre la mesa, Amorín señala que “no es necesario elegir entre el S&P 500 o Euro Stoxx 50 cuando se pueden tener ambos”. Por ejemplo, sustituyéndolos por ETF mundiales como los del MSCI World”. Esta diversificación no solo abarca diferentes mercados, sino que también prepara la cartera para diferentes escenarios económicos y financieros.

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