Nerviosismo en el parqué

El resurgir de la Covid en China golpea a las bolsas y arrastra a Apple y Tesla

El repunte de los contagios difumina la esperanza de una posible reapertura del gigante asiático en 2023 y pone en jaque las previsiones de ventas de las multinacionales más expuestas a la fábrica del mundo. 

China Covid
El resurgir de la Covid en China golpea a las bolsas y arrastra a Apple y Tesla.
EFE

Nuevo mazazo para China. La muerte de tres personas por Covid por primera vez en seis meses y el aumento de los nuevos positivos en el país, que ascienden a 2.300 casos (sin incluir asintomáticos), enfría sus expectativas de crecimiento y arrastra a las bolsas más expuestas a la fábrica del mundo. El mercado lleva meses esperando la tan ansiada reapertura, por lo que este repunte de contagios a niveles similares a los del pasado mes de abril echa por tierra cualquier esperanza de vuelta a la ‘vieja normalidad’ en el corto plazo. Pekín es el punto más caliente tras suspender la presencialidad en las escuelas y guarderías, además de echar el cierre de los restaurantes. 

El nerviosismo de los inversores ha teñido de rojo los parqués tanto de Asia como de algunas partes de Occidente en el arranque de la semana bajo la amenaza de que la recuperación para la economía liderada por Xi Jinping tarde en llegar más de lo previsto. Los principales índices del gigante asiático han cerrado en rojo este lunes lunes, con el Hang Seng de la bolsa de Hong Kong liderando las pérdidas (-2,02%), en línea con Shenzhen, que pierde un 0,41%, y Shanghái, donde cayó un 0,39%.

A la espera de saber si se producirán confinamientos estrictos que afecten a la producción del país y generen un efecto en cadena para la economía global, a la que ya acecha la recesión, al otro lado del Pacífico, Tesla y Apple cierran el lunes con pérdidas del 6,84% y del 2,17%, respectivamente, contagiadas por el parqué neoyorquino, que está a la espera de las actas de la Reserva Federal (Fed). Tanto el fabricante de vehículos eléctricos como el de teléfonos son altamente dependientes de la segunda economía del mundo, al tener el grueso de su producción allí.

Pese a ello, la reacción de las compañías ha sido muy dispar. La firma de la manzana ya ha tomado la decisión de reducir su dependencia y trasladar parte de su fabricación a países como Vietnam o India. Sin embargo, esto no va a impedir que la Navidad ya ‘esté echada’ para el grupo con sede en Cupertino. La lista de espera para adquirir un producto de Apple lleva meses siendo más larga de lo previsto debido a los retrasos en la planta de Foxconn, una de las principales ensambladoras de iPhone a nivel mundial. 

Desde la propia planta ubicada en la ciudad de Zhengzhou han admitido que necesitan unos 100.000 trabajadores para normalizar la situación. Los dispositivos electrónicos son uno de los regalos estrella de Navidad, situación que pone en riesgo las ventas del ‘Black Friday’ y Papá Noel y podría alterar la hoja de ruta del grupo, que sorprendió a los analistas con unos resultados mejores de lo previsto durante el tercer trimestre.

En cambio, la empresa fundada por Elon Musk dobla su apuesta por China, donde está prevista la puesta en marcha de otra fábrica para producir casi medio millón de coches al año. De momento, los efectos del cierre de la fábrica de Shanghái aún no se han notado en la cuenta de resultados del tercer trimestre, tras registrar unas ganancias récord de 3.367 millones entre julio y septiembre.

Los contagios pueden salpicar a Europa

El ‘estornudo’ de China en las bolsas tiene como víctimas colaterales a Francia, donde el CAC 40 de París ha cerrado este lunes casi plano (-0,15%), mientras que el Dax alemán lo ha hecho con un retroceso del 0,36%. La locomotora del Viejo Continente es una de las más vinculadas a la actividad de China a través del sector automovilístico, ante lo que el Gobierno alemán ya estudia la fórmula de reducir riesgos. Una de sus propuestas pasa por reforzar la transparencia de las empresas que guarden estrechos vínculos con el tejido productivo chino, además de contemplar la opción de pruebas de estrés para medir los riesgos geopolíticos que existen.

Según un documento publicado por Reuters, las medidas se enmarcarían dentro de una nueva estrategia comercial en aras de que su actividad no esté tan ligada a la evolución de esta superpotencia. La propuesta se da a conocer semanas después de la reunión entre el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente chino en busca de un equilibrio entre las relaciones comerciales.

“Las condiciones económicas actuales en China son difíciles. Aunque el PIB del tercer trimestre, del 3,9% interanual, superó las estimaciones, los indicadores generales apuntan a la necesidad de nuevas medidas de flexibilización fiscal y monetaria”, señalan desde abrdn. Aunque la fábrica del mundo siga con coronavirus, los analistas son optimistas en lo que respecta al consumo y prevé que mantengan unos niveles similares. Lo que sí está cambiando son el tamaño de las ciudades más pequeñas, que crecen rápidamente al calor de los contagios en detrimento de los grandes núcleos y dibuja un nuevo horizonte en materia industrial. “Las infraestructuras y los sistemas de transporte están mejorando, atrayendo a empresas tecnológicas en áreas como la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, la energía solar y los semiconductores”, precisan. Los planes económicos de China se tuercen tres años después de la irrupción de la Covid.

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