Alza global de rentabilidades

La presión llega a los costes del Tesoro con el bono camino del 4%, máximo desde 2014

Los mercados comienzan a descontar un escenario benigno en lo económico que mantendrá los tipos de interés más altos por más tiempo y que los bancos centrales acelerarán la reducción de balance vendiendo deuda.

Álvaro López Barceló (i), director general del Tesoro, y Carlos Cuerpo (d), secretario general del Tesoro y Financiación.
Álvaro López Barceló (i), director general del Tesoro, y Carlos Cuerpo (d), secretario general del Tesoro y Financiación.
L. I.

El rendimiento de los bonos gubernamentales están acelerando su ascenso en agosto en todo el mundo. Son malas noticias para el inversor que está ya dentro, con renta fija en cartera, porque bajan los precios de los activos como sucedió en 2022 para la mayoría de fondos conservadores. Son buenas para aquel que esté pensando en invertir ahora porque accederá a rentabilidades más altas. Y son malísimas para quien emite deuda, que acarrea con mayores costes financieros si le toca refinanciar, tal como les sucede, por ejemplo, a las hipotecas a tipo variable.

Uno de los mayores emisores es el Tesoro Público, que arrastra el grueso  de los 1,56 billones de euros de deuda pública estatal en España. El tipo medio de su saldo vivo cruzó en julio la barrera del 2% y seguirá subiendo mes tras mes conforme siga saliendo al mercado a refinanciar la deuda actual y emitir nueva. 

El coste de atender esa deuda se acercará a los 40.000 millones de euros anuales solo en intereses en en el arranque de 2024, según estimaciones financieras. El foco ahora está en el largo plazo puesto que marca la sostenibilidad real de su capacidad de endeudamiento. El interés del bono a 10 años cerró este jueves en el 3,76%, su nivel más alto desde marzo. También es el techo en lo que va de 2023.

De superarlo este viernes, la rentabilidad y coste de emitir a ese plazo marcaría máximos desde 2014, poco antes de que el Banco Central Europeo (BCE) pusiese en marcha el programa de compra de deuda (APP) que finalizó curiosamente el mes pasado. La tendencia hacia un aumento del riesgo financiero se ha agudizado este mes después de la rebaja de rating a EEUU y las advertencias al sector financiero.

Pero los expertos apunta que la marcha mejor de lo previsto en las principales economías es lo que está provocando un aumento de los intereses de la deuda de largo plazo -y la caída de precios- ante la posibilidad de nuevas subidas de tipos, como apuntó el miércoles la Fed, o su mantenimiento en niveles restrictivos. 

El interés del bono a 10 años de EEUU ha repuntado por encima del 4,4% esta semana, un nivel no visto desde 2007. "¿Dónde nos deja esto? Nos deja en un mercado bajista [precios] reactivado en los principales mercados de bonos. Pero es leve, sin embargo, hasta ahora. El mercado de bonos fue realmente bajista el año pasado cuando la Fed comenzó a subir las tasas y las tasas del mercado aumentaron significativamente", comenta Padhraic Garvey, economista de ING Research.

Los grandes inversores institucionales han recortado en los últimos meses sus posiciones en la deuda pública ante los planes para reducir su balance de los bancos centrales y también hasta comprobar cuándo dejan de subir tipos. Solo el Banco Central Europeo (BCE) está reduciendo su cartera en 15.000 millones de euros al mes al no acudir a nuevas emisiones, pero la posibilidad de que venda parte de su cartera más adelante aumenta la tensión en la cotización de la deuda. La curva española de rendimiento presenta un aspecto mixto con el bono a 10 años en el 3,76% pero con las obligaciones a 15, 30 y 50 años rindiendo por encima ya del 4%. Las Letras de corto plazo (3, 6 y 12 meses) se movían hasta el jueves entre el 3,6% y 3,7%.

El índice de Bloomberg que mide los rendimientos totales de la deuda soberana global se elevó hasta el 3,3% esta semana, alcanzando su nivel más alto desde agosto de 2008. En lo que va del año, los bonos soberanos en todo el mundo han generado una pérdida del 1,2% para los inversores, lo que los coloca como el peor rendimiento entre los principales índices de deuda de Bloomberg.

"Este cambio marca una reversión de tendencia desde el inicio del año, cuando el optimismo acerca del eventual cese de los aumentos en las tasas condujo a un aumento en los bonos globales", según informa Bloomberg en un análisis. 

Según sus datos, los inversores continúan mostrando interés en los rendimientos más altos en Estados Unidos. Durante este año, los inversores han colocado 120.000 millones de euros en fondos que se enfocan en bonos del Tesoro de EEUU, lo que sugiere que este año podría establecer un récord en términos de inversión en este tipo de fondos, según datos de Bank of America.

Los gestores de fondos han aumentado sus posiciones largas en futuros de bonos del Tesoro a niveles récord en la semana que finalizó el 8 de agosto, según los datos de la Commodity Futures Trading Commission recogidos por Bloomberg. Además, la encuesta a clientes realizada por JPMorgan Chase & Co. reveló que las posiciones largas en la semana que concluyó el 14 de agosto igualaron el máximo establecido en 2019, lo cual representó el punto más alto desde la crisis financiera.

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