Reunión de la Fed

Powell (Fed) regresa a escena con debate tenso en los tipos y un 'tapering' inverso

La Reserva Federal (Fed) de EEUU se dispone a revelar sus nuevas proyecciones macro, posibles cambios en el ajuste del balance y la previsión de una inflación resistente que forzará el endurecimiento del tono de Powell.

Powell reaparece en la escena de los mercados este miércoles.
Powell reaparece en la escena de los mercados este miércoles.
Britt Leckmann / Fed vía La Información

El 'aterrizaje suave' de la economía de Estados Unidos parece estar transformándose poco a poco en un 'despegue sin tocar tierra' que puede obligar a la Reserva Federal (Fed) a volver a enfriar las expectativas de un recorte de los tipos de interés.  El repunte de los indicadores de inflación en febrero coloca toda la atención de la comparecencia de Jerome Powell, presidente del banco central, en un posible endurecimiento del discurso que puede defraudar a los inversores otra vez. 

Los mercados siguen reculando desde diciembre sobre los movimientos que dará la Fed en 2024 y han pasado a descontar rápidas y agresivas bajadas de tipos, a temer que no mueva la aguja del rango 5,25%-5,5% o, incluso, que pueda volver a subirlos. La nota volverá a darla Powell en su comparecencia de este miércoles con un discurso más duro que el pronunciado en enero, cuando ya retrasó la posibilidad de bajadas de tipos desde marzo o abril, hasta junio o julio. 

Como contrapeso, los expertos también esperan que la autoridad monetaria comience a dar pistas sobre la gestión de su balance de 7,5 billones de dólares y la introducción de un 'tapering' inverso, es decir, la reducción el ritmo al que está eliminando el exceso de liquidez en el sistema financiero que algunos expertos consideran que va demasiado rápido en este momento.

El tono optimista con la senda de la inflación no tendrá contrapartida esta vez después del repunte de los precios de consumo en febrero, la fortaleza del mercado laboral y el crecimiento del PIB. "Esto plantea un dilema a la Reserva Federal, cuya confianza en la continuación del proceso de desinflación sustenta la promesa de bajadas de tipos y es justo decir que las expectativas del mercado de recortes de tipos de la Fed han sido la clave del amplio repunte de los mercados financieros desde el pasado otoño. Estos datos de inflación podrían retrasar el inicio del ciclo monetario, o incluso elevar el suelo de los tipos en los próximos años", apunta Axel Botte, estratega de mercados en Ostrum AM (Natixis IM). 

"Lagarde y Powell están buscando cualquier argumento para bajar los tipos de interés. Ahora se trata de tener suficiente "confianza" en el proceso de desinflación, aunque la inflación siga sometida a importantes riesgos al alza”, añade Botte. Cada vez más expertos apuntan a una sorpresa negativa de la Fed debido al buena marcha de la economía de EEUU, que se puede traducir en que Powell y el resto de gobernadores retrasarán otra vez las rebajadas de tipos que deben aliviar las condiciones financieras de bonos, hipotecas, tarjetas y préstamos en EEUU.

"La economía sigue mostrando signos de fortaleza, y convive con unos niveles muy reducidos de desempleo, hechos que dificultan la toma de decisiones por parte de la Fed, que tiene más complicado argumentar una bajada contundente y rápida de tipos de interés. Por tanto, el mercado podría estar volviéndose a anticipar en sus previsiones de bajadas de tipos, que podrían llegar más tarde y de manera menos intensa de lo previsto. Crecen las posibilidades de que se vean pocas bajadas de tipos de interés a lo largo de 2024", según la agencia de valores Portocolom.

¿Y si no bajan los tipos en 2024?

James McCann, economista jefe de abrdn, considera que el FOMC, el comité de política monetaria de la Fed, mostrará su intención de acometer 3 recortes de tipos en lo que queda de 2024 "A la Fed le preocupa que el último tramo de su lucha contra la inflación pueda hacerse cuesta arriba, y los datos del IPC de este año no habrán hecho sino agravar estos temores. En este contexto, el banco central estadounidense transmitirá un mensaje prudente a los mercados, reconociendo los progresos realizados en la reducción de la inflación, pero advirtiendo de que es necesaria una mayor desaceleración para justificar la bajada de los tipos de interés", argumenta.

"La disminución sostenible de la inflación hacia el objetivo de estabilidad de precios está en marcha, pero aún no es una línea recta. En los primeros meses de 2024, la inflación en Estados Unidos sorprendió al alza y, junto con sorpresas positivas en los datos económicos, creó un entorno 'halcón' (hawkish o restrictivo) que desafía las expectativas de recortes inminentes de las tasas de interés por parte de la Fed. Esperamos que la inflación en Estados Unidos disminuya lo suficiente para la reunión de junio para un primer recorte de tasas, seguido de otros dos recortes en las reuniones de julio y septiembre del FOMC", explica David Kohl, de Julius Baer.

Gilles Moëc, economista jefe de Axa IM, se moja algo más ante la posibilidad de una sorpresa. "Tras los últimos testimonios de Jay Powell ante el Congreso, había pocas dudas de que la Fed seguiría mostrándose cada vez más confiada respecto a la desinflación, al tiempo que optimista respecto a una economía real aún robusta, y allanaría el camino para una reversión de la política a un ritmo comedido", apunta. 

Sin embargo, los indicadores están soplando en contra de las tesis del banquero central. "Algunos componentes clave del flujo de datos siguieron comportándose mal, y la última "comidilla" del mercado es el riesgo de que la Fed se vea incapaz de bajar tipos este año. Por el momento, los precios del mercado siguen alineados en líneas generales con las previsiones de la Fed de diciembre, con tres recortes de aquí a finales de año, pero el nivel de convicción ha ido cayendo y, el viernes pasado, el mercado valoraba la probabilidad de recortes en junio sólo ligeramente por encima del 50%, frente a más del 80% hace sólo unas semanas", añade Möec. 

En su opinión, las elecciones presidenciales de noviembre pasarán a convertirse en parte del debate de la Fed a partir de entonces y la ventana de oportunidad para bajar los tipos será limitada. El experto asume la tesis de que si no se han visto estos recortes en junio o julio, puede que no se vean en 2024. Considera que hay razones "puras" (fortaleza laboral, crecimiento, medidas fiscales del nuevo presidente) y otras "impuras", sobre la pasada relación entre Powell y el candidato republicano.

"Si Donald Trump gana y los republicanos recuperan el control total del Congreso, es probable que se produzcan recortes fiscales, posiblemente en combo con aranceles comerciales inflacionistas (el candidato republicano declaró la semana pasada que compensaría el impacto de su arancel comercial del 10% sobre la renta real con recortes fiscales). La impura es que la Fed preferiría evitar recortes demasiado cerca de las elecciones por miedo a ser acusada de parcialidad pro-Biden", concluye.

Hora del 'tapering', la lección de 2018

Por último, se espera que la Fed comience a discutir o que Powell haga mención explícita sobre los planes de la gestión de su balance de 7,5 billones de dólares, incluyendo cuándo y cómo reducir el ritmo al que el banco central elimina el exceso de efectivo del sistema financiero. Es el llamado 'tapering' . Desde 2022, la Fed ha estado dejando vencer hasta 60.000 millones de dólares mensuales en bonos del Tesoro y hasta 35.000 millones en deuda respaldada por hipotecas, reduciendo su balance a un ritmo de 95.000 millones al mes, o 1,14 billones de dólares anuales. 

Se trata de proceso conocido como ajuste cuantitativo (QT), en contraposición a la flexibilización cuantitativa (QE). Pero los inversores prevén que reduzca ese ritmo para evitar situaciones como la ocurrida en 2019, con el propio Powell al frente de la Fed, cuando ese proceso provocó un estrangulamiento de liquidez que forzó al banco central a bajar tipos apenas unos meses después de haberlos subido. En concreto, en 2018, la Fed estuvo subiendo tipos y estaba dejando vencer deuda en su balance unos 50.000 millones al mes, la mitad que el programa actual y planeó reducir esa cantidad. Sin embargo, para cuando lo hizo ya era tarde y las tensiones de liquidez se hicieron presentes. La pregunta para Powell: ¿habrá aprendido aquella lección?

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