Efectos colaterales

Las mineras se convierten en la joya de la corona en bolsa por la fiebre 'verde'

El consumo de materias primas y metales continúa creciendo y se encarece conforme las nuevas normativas endurecen y restringen actividades como la extracción de recursos básicos.

IU apuesta por mantener la movilización, tras el acuerdo de la minería, para garantizar viabilidad más allá del 2018
La minería resurge como inversión de moda.
L.

Vivimos tiempos extraños y turbulentos en el mundo que también han tenido su fiel reflejo en los mercados. 2020 sirvió como un humilde recordatorio de lo rápido que puede cambiar la sociedad. El reconocimiento de que las fuerzas naturales invisibles pueden representar un peligro indiscriminado para el planeta parece estar amplificando las tendencias sociales. Sin embargo, con unos recursos cada vez más escasos, la minería vuelve a ser centro de atención por el potencial que puede tener durante los próximos meses.

Tanto es así que en un último informe realizado por el bróker online Ninety Nine se observaba como el sector minero representaba una de las grandes opciones por la que los inversores se están decantando en las últimas semanas. “Este análisis revela el interés de los inversores españoles en empresas de diferentes geografías y la permanencia de ciertos valores en las mismas”, detallaba Javier Sanz, CEO y fundador de la entidad.

¿Qué está cambiando y por qué los operadores vuelven a decantarse por la minería como una buena alternativa? En un mundo cada vez más centrado en la sostenibilidad, y con razón, existe un peligro oculto de que las industrias primarias, como la producción de recursos, se queden en el camino a los ojos de la industria financiera.

La inminente Taxonomía Verde de la Unión Europea (un sistema de clasificación para actividades económicas ambientalmente sostenibles) será una importante prueba de fuego en su intento de definir destinos para el capital que estén alineados con los objetivos de desarrollo sostenible, ya que las empresas de recursos deben asegurarse de que su planificación, transparencia e informes satisfagan las demandas cada vez más complejas de los proveedores de capital para garantizar que el dinero fluya hacia nuevos proyectos”, comenta Tal Lomnitzer, gestor de Janus Henderson.

Los recursos tienen un papel clave que desempeñar en la sostenibilidad. En este sentido, si bien es probable que la demanda de algunos productos básicos, como el carbón y el petróleo, se estabilice y disminuya a medida que el mundo se descarboniza, es probable que la demanda de otros productos básicos continúe creciendo e incluso acelerándose.

“El estímulo teñido de verde de los gobiernos miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en reacción a la pandemia COVID-19 promete una ola de inversión en energía renovable que requerirá cobre, litio, cobalto, níquel, mineral de hierro y plata, por mencionar sólo algunas materias primas”, asegura Lomnitzer. Una previsión que puede impulsar aún más alto al sector minero.

“A medida que el mundo se esfuerza por lograr un futuro digitalizado, electrificado y libre de combustibles fósiles, los recursos tienen un papel integral y esencial que desempeñar”, añade el experto.

La revolución de las energías limpias como catalizador

Claramente, la naturaleza de la mercancía es un determinante importante de la facilidad con la que se puede obtener capital. Así, los jugadores puros en materias primas como el cobre han podido aumentar y ampliar las instalaciones, como lo demuestran empresas como Freeport-McMoRan o First Quantum, que retiran los vencimientos de 2021 y 2022 en términos atractivos. “Son compañías que han demostrado su capacidad de crecimiento y que lo pueden seguir haciendo”, apuntan los expertos de Credit Suisse en un informe.

De este modo, la minería, especialmente el cobre, aumentan claramente con las expectativas de inflación. “Por eso el sector actúa como una cobertura de inflación”, destacan desde la entidad suiza. Con la debilidad del dólar más débil las materias primas industriales son claramente unas ganadoras en este entorno (porque menos del 10% de la demanda de cobre proviene de Estados Unidos).

Definitivamente, el cobre se beneficia de la disrupción. Es necesario en los vehículos para que el mecanismo de transmisión de la red los recargue. También, en la generación de energía eólica y solar, que requieren 14 veces más cobre por unidad que los combustibles fósiles, según un informe de PwC).

Un motor de combustión interna utiliza aproximadamente 23 kg de cobre, en comparación con los 40 kg de un vehículo híbrido y los 83 kg de los vehículos a batería. La Asociación Internacional del Cobre pronostica que los vehículos eléctricos podrían representar el 6% de la demanda de cobre a nivel mundial para 2025, desde menos del 1% en la actualidad. La Universidad de Grenoble fue aún más lejos, sugiriendo que el nivel actual de demanda de cobre es la mitad de todo el consumido desde 1900.

Además, el platino es también un importante catalizador de ánodo que se utiliza en las pilas de combustible de hidrógeno (50 g por vehículo frente a los 5 g necesarios en los convertidores catalíticos para motores de combustión), lo cual favorece a las compañías mineras. Por tanto, el mercado del mineral de hierro sigue siendo un cartel en el que se cotiza la capacidad de bajo coste. También hay pocas alternativas al mineral de hierro.

Incluso en las áreas afectadas, las perspectivas podrían no ser tan malas. Por ejemplo, China ha aprobado la construcción de más centrales eléctricas de carbón en el primer semestre de 2020 que en todo 2018 y 2019 conjuntamente. Pese a que este recurso se encuentra bajo presión, los expertos de Credit Suisse afirman que cotiza con un rendimiento de FCF cercano al 25%. “Una situación muy atractiva”, concluyen.

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