Informe anual de AFME

El mercado de capitales en España amplía su pérdida de competitividad con Europa

España desciende cuatro posiciones en el ranking de competitividad y atractivo de los mercados de capitales de la UE y Reino Unido, hasta posición número 15, en una carrera en la que Estados Unidos sigue ganando ventaja.

Un panel del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa.
Un panel del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa.
Eduardo Parra / Europa Press

El ecosistema del mercado de capitales en España ocupó la posición 15 de 27 en el índice de competitividad que elabora la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME), retrocediendo cuatro puestos con respecto a 2022, y situándose por detrás de Portugal, Bélgica, Países Bajos, Italia o Francia. Es una de las conclusiones del informe anual de este organismo que radiografía algunos indicadores clave del rendimiento de las bolsas y el acceso a la financiación empresarial en Europa. 

El retroceso se produce en un contexto general marcado por la inflación, crisis energética y tensiones geopolíticas. En el caso particular de España, la inestabilidad política e incertidumbre jurídica se han dado la mano con un aumento de la presión fiscal y la pérdida de plaza de grandes compañías como Mediaset o Ferrovial que en los últimos meses han mudado a Ámsterdam (Países Bajos) su cotización principal.

Además, los mercados en España han asistido desde 2020 a un cambio fundamental después de la venta de Bolsas y Mercados Españoles (BME) al grupo suizo Six Group, que no forma parte de la zona euro. El operador de las Bolsas de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, además de los mercados de renta fija AIAF, MARF y el derivados MEFF, también ha visto como su rival Euronext (París, Ámsterdam, Lisboa, Dublín, Bruselas, Milán) le ha robado algunas fichas bursátiles en socimis y pymes. 

El barómetro de competitividad pone números de forma agregada al atractivo país tanto para los inversores como para las empresas que buscan financiarse a través de venta de acciones, bonos y otras fuentes como el 'private equity'. El estudio evalúa diversos factores que contribuyen a la eficiencia y profundidad de un mercado, como la disponibilidad de fondos, la liquidez en los mercados de renta variable y divisas, el acceso a la financiación, la digitalización y la sostenibilidad.

"La mejora más significativa de los últimos cinco años en España en cuanto a competitividad se ha producido en la transición hacia una economía sostenible y en la construcción de un mercado de renta variable más líquido", apunta AFME. El ranking de países más competitivos en Europa en mercados está encabezado un año más por Reino Unido, que pese a la consumación del Brexit logra mantenerse en cabeza. Suecia y Dinamarca -ambos también con moneda propia- completan el podio. El primer país de la zona euro es Países Bajos, pese a que baja de la 2º a la 4º plaza, seguido de Francia, Irlanda y Alemania.

Aumento de las ampliaciones, sequía de las OPVs

En el contexto de España, el informe indica un aumento del 17% en la financiación captada en los mercados por parte de las empresas no financieras durante el primer semestre de 2023. Este incremento se debió en gran medida a un aumento del 34% en la emisión de bonos corporativos, alcanzando los 6.000 millones de euros.

A pesar de esto, la emisión de bonos se mantiene por debajo de los niveles pre-pandemia, con volúmenes que son un 18% inferiores respecto a 2019 y un 22% inferiores respecto a 2018. Además, la emisión de deuda 'high yield' (alto rendimiento) se redujo a cero en el primer semestre de 2023, después de que en 2022 se emitieran 1.100 millones de euros en este tipo de bonos. Esta cifra representa el nivel mínimo desde 2009, en un entorno financiero de subidas de tipos de interés que ha reducido tanto el apetito inversor como elevado el riesgo de los emisores.

Por otro lado, la emisión de nuevas acciones experimentó un crecimiento del 12% interanual, impulsado sobre todo por la subida del 70% en las ampliaciones de capital, lo cual compensó la disminución de papel al mercado de las las ofertas públicas de venta (OPV) o salidas a bolsa. Estas últimas registraron una actividad "extremadamente baja" en la primera mitad de este año, un 82% menos. "Si estos niveles se mantienen durante el segundo semestre, las OPV registrarán en el conjunto de 2023 el volumen anual más bajo de los últimos 10 años", apunta AFME.

Mejoría en financiación ESG

Los mercados vinculados al ESG (Medioambiente, social y gobernanza) en España, que abarcan diversos tipos de instrumentos financieros, como bonos sostenibles, verdes y aquellos centrados en impacto social, continuaron experimentando una notable actividad de emisión. Este crecimiento se debió principalmente a un incremento del 16% interanual en la emisión de bonos verdes. En el período comprendido entre enero y junio, España ocupó el quinto lugar como emisor de bonos ESG en la Unión Europea con el 6% del total.

Según el informe, la mayor parte de los bonos verdes fueron emitidos por empresas no financieras, alcanzando un total de 3.700 millones de euros, seguidos por entidades respaldadas por el Gobierno con 1.500 millones de euros y otras entidades del sector público con 1.400 millones de euros. Entre los principales emisores de bonos verdes se destacaron empresas como Telefónica Europe (1.000 millones de euros), Iberdrola Finanzas (1.000 millones de euros), Banco Sabadell (700 millones de euros) y la Comunidad Autónoma de Madrid (600 millones de euros).

En otras áreas colaterales de los mercados y la financiación, AFME destaca la posición de España e Italia en el capital riesgo o 'private equity' como "los países con mayor potencial" para aumentar este tipo de fuentes de financiación. Sin embargo, las cifras no acompañaron y la inversión se desplomó un 44% en el mercado español en el primer semestre, un comportamiento peor al registradoe ne l conjunto de la UE (-25%) y EEUU (-33%). De enero a junio, el 1,1% de la inversión total en pymes provino del capital riesgo, frente al 2,1% del mismo periodo de 2022.

Por último, la asociación de mercados organizados también detecta un retroceso mayor al de otros países en el área Fintech (finanzas y tecnología). "Aunque se registró una mejora en la generación de talento, no hubo cambios en el ecosistema regulatorio y se produjo un descenso del 53% en el grado de innovación, un indicador que mide el número de patentes Fintech registradas en España", subraya.

El ecosistema español bajó de la séptima a la octava plaza en el índice de capacidad de desarrollo del ecosistema Fintech nacional. La nota positiva se registró en términos de volúmenes de inversión con una aumento del 30% interanual, frente a los descensos generalizados en el resto, como en la UE (-55%), Reino Unido (-59%), EEUU (-29%). El sector Fintech sigue siendo pequeño con una cifra de 9,2 millones de euros en fusiones y adquisiciones, pero representa una subida vertical del 500%.

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