En el arranque de año

Los particulares baten al Banco de España y a los fondos como inversores en letras

En los dos primeros meses del año, los pequeños ahorradores contaban en su poder con 7.613 millones de euros, por delante de lo que tiene invertido el Banco de España, de aseguradoras o los fondos de pensiones e inversión. 

Los particulares superan al BdE y a los fondos como grandes inversores en Letras
Los particulares superan al BdE y a los fondos como grandes inversores en Letras
EUROPA PRESS

Los particulares se han convertido en los grandes inversores en Letras del Tesoro. Las personas físicas han buscado en la deuda a corto plazo del Estado la rentabilidad que no ofrecen los depósitos de la gran banca española y han finalizado febrero como los segundos inversores en Letras de Tesoro Público, únicamente por detrás de las grandes entidades bancarias, que siguen siendo los principales compradores de la deuda del Estado en este arranque de año. 

No hay que olvidar que el interés del papel del Estado ha superado el 3% en las últimas subastas, niveles de rentabilidad que no se veían desde mediados de 2012, cuando España era azotada por la crisis de deuda, mientras que el tipo medio de los depósitos se situó a cierre de marzo en el 1,31%, el niveles más elevado desde 2014, aunque en febrero alcanzaba el 0,89%.

De esta manera, la rentabilidad que ofrecen las Letras del Tesoro sigue sirviendo de reclamo para los inversores particulares, que finalizaron febrero contando en su haber con 7.613 millones de euros invertidos en este activo, muy por delante de lo que tienen en cartera tanto aseguradoras, como planes de pensiones o fondos de inversión. También adelantan al Banco de España como gran inversor, que se ha visto afectado por el anuncio realizado por el Banco Central Europeo (BCE) del año pasado de ir reduciendo su balance y, por lo tanto, también la compra de deuda de los países de la eurozona.

Así, mientras que la inversión en Letras del Tesoro por parte de las personas físicas se ha disparado un 47.481% ya que hace un año contaban en su haber con 16 millones de euros, mientras que el Banco de España ha reducido el volumen de compras casi un 79% (un 78,9%).  En febrero de este año tenía invertido 1.445 millones de euro frente a los 6.856  millones de euros de hace un año.

El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos comenzó a reducir su inversión en deuda del Estado en julio, después de que el BCE anunciara el cese de las compras netas del APP el 1 de julio, mientras que podría utilizar reinversiones del programa de compras pandémico, conocido por sus siglas en inglés, PEPP,  de forma flexible. En octubre, el Banco de España contaba con algo más de 5.000 millones de euros, importe que se vio reducido a 3.523 millones de euros en noviembre, mientras que en diciembre el saldo se redujo en 1.000 millones de euros, hasta los 2.595 millones de euros. Además, a partir de este 2023, el organismo europeo anunció también que dejaba de reinvertir los vencimientos. 

Los particulares superan a las aseguradoras y fondos

La inversión de las personas físicas en Letras del Tesoro Público también ha superado a las aseguradores, planes de pensiones y fondos de inversión. En cuanto a las primeras, aunque han doblado el importe en el último año, todavía están muy por debajo de los particulares. Así, en febrero de 2022 tenían invertido en deuda del Estado 1.115 millones de euros, un año después contaban con 2.190 millones de euros, un 96,4% más, pero 5.423 millones menos de lo que tienen invertido las personas físicas.

En cuanto a los fondos de pensiones y los fondos de inversión, la inversión en papel del Estado se ha mantenido en niveles estables para los segundos, aunque en el caso de los planes de pensiones, la inversión a cierre de febrero se situó en los 2.050 millones de euros, 1.081 millones de euros menos que en 2022. Por su parte, los fondos de inversión contaban con 4.162 millones de euros, una cifra similar a los 4.141 millones de euros de hace un año.

Finalmente, las entidades bancarias también han adoptado una estrategia similar a los pequeños inversores ante el alza de las rentabilidades y la necesidad de ir rotando su cartera. Así, contaban a cierre de febrero con 15.891 millones de euros, frente a los 7.463 millones de hace un año, lo que supone una mejora del 112%. Las entidades han aprovechado los vencimientos de este tipo de deuda que se iban produciendo, con rentabilidades próximas al cero o negativas, para invertir en papel del Estado con tipos más altos. 

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