"No vamos a bajar la guardia"

Lagarde (BCE) tumba las expectativas: "Para nada discutimos recortes de tipos"

La presidenta del Banco Central Europeo construye un discurso más duro de lo habitual para frenar la desconexión de los mercados con la política monetaria y advierte de "presiones inflacionistas intensas".

Lagarde compareció afónica aquejada de un proceso vírico por el Covid.
Lagarde compareció afónica aquejada de un proceso vírico por el Covid.
BCE vía La Información

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, decidió dar un paso al frente a las especulaciones de los mercados de rebajas anticipadas de los tipos de interés con uno tono algo más tajante de lo habitual. "Para nada discutimos de recortes de tipos. No hay discusión, no hay debate sobre este tema. Y creo que todos en la sala comparten la idea de que entre subir y recortar, hay toda una meseta, toda una playa de espera. Es como sólido, líquido y gas: no se pasa de sólido a gas sin pasar por la fase líquida. Esto simplemente no se discutió", respondió al ser cuestionada sobre futuros movimientos de tipos a la baja.

Lagarde, todavía convaleciente de un reciente proceso vírico por Covid, comenzó la conferencia de prensa posterior a la reunión del BCE disculpándose por la tos y la debilidad de su voz que, sin embargo, se oyó alto y claro cuando descartó el debate actual sobre rebajas de tipos en 2024 que le asignan los inversores. El banco optó por mantener sin cambios sus tasas de referencia en el 4,5% (tipo principal), 4,75% (facilidad de crédito) y 4% (tasa de depósito) por segunda reunión consecutiva y después de un ciclo de diez aumentos consecutivos que terminó en octubre.

En el BCE tienen claro que el riesgo de un resurgimiento de la inflación es mayor que en otras economías por la vulnerabilidad energética y la mayor indexación al IPC de los salarios. De hecho, el banco central destacó en su declaración oficial que "las presiones inflacionistas internas continúan siendo intensas", y achacó esta situación "al fuerte crecimiento de los costes laborales unitarios". 

En su nuevo cuadro macro trimestral, los economistas del BCE prevén que el IPC general se sitúe en un promedio del 5,4% en 2023, del 2,7% en 2024 y 2,1% en 2025. En este sentido, el informe apunta que la inflación 'core' o subyacente, excluidos la energía y los alimentos, se sitúe en promedio en el 5,0% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,3% en 2025 y el 2,1% en 2026, según la declaración oficial del banco central. 

"¿Deberíamos bajar la guardia? Nos hacemos esa pregunta. No, no debemos bajar la guardia en absoluto", zanjó Lagarde, que señaló una variable de la inflación que no está bajando en referencia a los posibles efectos de segunda ronda de los salarios. "Los datos salariales que tenemos ahora no están disminuyendo. Necesitamos más datos para comprender mejor lo que sucede ahí", admitió.

Por otro lado, la presidenta del BCE recalcó que  "los riesgos al alza para la inflación incluyen tensiones geopolíticas", aunque también dijo que "La inflación puede sorprender a la baja si la política monetaria deprime la actividad más de lo esperado". Las previsiones del banco central apuntan a un crecimiento de la zona euro del 0,6% en promedio en este 2023, una décima peor que hace tres meses, del 0,8% para 2024 (tres décimas peor) y del 1,5% ya para el 2025.

Reducción de cartera del PEPP más rápida 

Más allá de los tipos de interés, el interés en la reunión de este jueves residía en la posibilidad de que hubiera novedades sobre la reducción de balance del BCE, que duplicó su perímetro (hasta 8 billones de euros) tras las crisis de 2020 comprando deuda pública a los países del euro para que pudieran financiarse a precios razonables. La creación del PEPP (programa de compras pandémicas) puso sobre la mesa un mecanismo que ha acumulado más de 1,8 billones de euros en activos y ahora el BCE desea comenzar a deshacerse de él, aunque todavía está activo.

"Todo el mundo estaba de acuerdo con detener la reinversión a finales de 2024. A algunos les hubiera gustado una reducción ligeramente diferente -comenzar un poco antes, empezar más tarde-, así que terminamos con eso (finales de 2024)", dijo Lagarde en la rueda de prensa. "Esto es realmente una normalización de los balances. Es un buen momento para hacerlo. Los mercados han absorbido nuestras reinversiones decrecientes del APP (programa de compra de activos), como lo hemos hecho nosotros de una manera muy similar", explicó.

En su declaración, el BCE asegura que seguirá "reinvirtiendo íntegramente durante el primer semestre de 2024" el principal de los valores adquiridos en el marco del PEPP (el programa de compras pandémico) que vayan venciendo. En el segundo semestre del año, espera reducir la cartera del PEPP en 7.500 millones de euros mensuales en promedio, es decir, unos 90.000 millones en proyección anual.

"El Consejo de Gobierno prevé poner fin a las reinversiones en el marco del PEPP a final de 2024", añade. Por otro lado, el banco central recuerda que el tamaño de la cartera del APP está reduciéndose a un "ritmo mesurado y predecible" y que se ha dejado de reinvertir estos valores que fueron adquiridos desde 2015 y durante la pandemia para ayudar a los estados a mantener bajo control sus costes de financiación y las primas de riesgo en un entorno controlado.

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