Como remuneración

El inversor institucional presiona para que lleguen más recompras de acciones

El peso de los fondos extranjeros en el accionariado de las cotizadas españolas está siendo clave para que multipliquen estos programas y los expertos creen que están multiplicándose para quedarse.

Los inversores institucionales presionan para acelerar más recompras de acciones
Los inversores institucionales presionan para acelerar más recompras de acciones. 
EUROPA PRESS

La rentabilidad por dividendo es uno de los factores que los inversores tienen en cuenta a la hora de apostar por una cotizada. Aunque no es el único, en aquellos perfiles más conservadores, esta ratio es clave a la hora de inclinar la balanza en favor de uno u otro valor. En el caso de España, este desembolso juega un papel fundamental. El parqué nacional se ha granjeado fama de ser uno de los más rentables a nivel europeo en este sentido para los accionistas, con un rendimiento medio del 4% durante los últimos 37 años. Con datos al cierre de 2022, la cifra se sitúa ligeramente por encima de la que registran las cotizadas en países como Reino Unido (3,8%) o Italia (3,3%).

La cifra asciende incluso al 4,5% si se tiene en cuenta solamente la última década, con la que supera en más de un punto a los parqués comparables. De las 54 cotizadas españolas que habían repartido dividendo hasta mayo, más de una veintena supera el 5% de rentabilidad. En términos monetarios, esto supone el reparto de unos 25.000 millones por año a lo largo de las últimas dos décadas a través de fórmulas como el dividendo en efectivo o dividendos satisfechos en acciones, conocido como 'scrip dividend'. Dentro de estas opciones, la recompra de acciones y su posterior amortización se ha abierto paso en España, ganando cada vez más peso tras "dispararse" esta fórmula en 2022.

La mayor presencia del inversor institucional en el accionariado de las cotizadas es una de las razones que explican el repunte de este mecanismo en el país, que goza de una gran tradición en Estados Unidos. Entre sus ventajas, destaca por ser muy útil para apuntalar el valor de la acción cuando está barata y además goza de mayores ventajas fiscales frente al dividendo, ya que no pasan por el aro de Hacienda. Los expertos ya anticipan que, lejos de ser una moda para resucitar la cotización tras el golpe que sufrieron los mercados financieros en 2022, las recompras de acciones van a continuar de aquí en adelante.

Salvo excepciones, "los clanes familiares han dejado de figurar entre los principales accionistas de las empresas en España. Ahora son grandes fondos de inversión, muchos de ellos, norteamericanos", precisa Víctor Alvargonzález, fundador y CEO de la firma de asesoramiento independiente, Nextep Finance. "Cuando una organización tiene exceso de liquidez, entre las opciones se contempla reinvertirlo en la propia empresa o distribuir a través de dividendos", añade Alvargonzález, para enfatizar en que la primera opción es una manera de transmitir al exterior "confianza" en el negocio.

A este respecto, las empresas del Ibex 35 se han apresurado a reducir su autocartera. Sólo en 2022, la cartera de acciones propias se redujo un 50% ante el "fuerte proceso de amortización de acciones" para volver a niveles de diciembre de 2020, cuando representaban el 0,63% del capital social conjunto, o lo que es lo mismo, casi 645 millones de títulos cuyo valor de mercado asciende a 7.248 millones. Esto se produce después de que la amortización de acciones alcanzara un récord histórico de 14.437 millones de euros, según los datos difundidos por Bolsas y Mercados Españoles (BME).

"Las amortizaciones eliminan incertidumbre, ya que deja de haber dudas sobre una potencial vuelta de esas acciones al mercado", señalan desde BME. En un informe, el operador de la Bolsa española destaca que la tendencia de ejecutar planes de recompra se está asentando en Europa y tiene cada vez más peso en las políticas de retribución a los accionistas. A nivel europeo, durante el ejercicio pasado prácticamente se dobló el importe de acciones recompradas hasta los 161.000 millones de euros en once mercados. De ahí que la expectativa apunte a un ejercicio 2023 de amortizaciones elevadas a nivel comunitario.

La banca ha sido especialmente intensa en los últimos meses en este sentido, abrazando una herramienta poco empleada por las entidades españolas hasta la fecha. Dentro del club también está Sabadell, que se encuentra inmersa en un programa. Pero no son las únicas. El citado informe recoge que en 2022 los sectores del Ibex 35 más activos fueron la siderometalurgia, banca y petróleo, que coinciden con los de este año.

Las casas de análisis proyectan que las recompras de acciones seguirán teniendo relevancia a futuro porque suponen un "complemento y aportan flexibilidad a las políticas de remuneración". Tras la presentación de resultados, hasta cuatro firmas Ibex se han lanzado a ejecutar un programa. Entre ellas destacan BBVA y CaixaBank, que están a la espera de recibir autorización por parte del BCE. La entidad pilotada por Carlos Torres se hará con acciones hasta un tope de 1.000 millones, mientras que la segunda planea destinar hasta 500 millones, a las que se suma Rovi, que lo puso en marcha el mismo día del anuncio a finales de julio, por valor de 130 millones. De forma paralela, Repsol ha anunciado que amortizará 60 millones de acciones propias antes de acabar 2023. 

Mostrar comentarios