Entrevista a Eduardo Brunet (GFI)

"Hay capital para financiar la transición energética; el problema es la rentabilidad"

El director en España de Green Finance Institute, que ha elegido a este país como primer destino para comenzar su expansión, lamenta los tiempos de ejecución de los fondos europeos y el freno inversor que han supuesto. 

Eduardo Brunet
Eduardo Brunet, director de Green Finance Institute en España. 
José González | SGC

Green Finance Institute (GFI) surge hace cuatro años como una iniciativa del Gobierno británico ante la necesidad de contar con un organismo independiente que conecte las políticas públicas en materia de transición energética con los agentes de mercado para que esas iniciativas se materialicen. Cuatro años después, y una pandemia mundial entre medias, la organización sin ánimo de lucro ha comenzado su expansión por Europa, con España como primer destino, donde están presentes desde el pasado mes de abril. "Este país junto a Dinamarca, donde aterrizamos hace unas semanas, eran las mejores opciones por muchos motivos", señala Eduardo Brunet Álvarez de Sotomayor, director de GFI en España.

En una entrevista con La Información, Brunet destaca que su labor en España se centrará en "aunar las voces de los diferentes interlocutores con una visión práctica" en aras de que la descarbonización tenga impacto a nivel nacional. El área de actuación de GFI se articula en torno a ámbitos como la construcción, los biocombustibles para la aviación, movilidad y medio ambiente. "España tiene una peculiaridad y es que dispone del sistema financiero más eficiente del mundo, en términos de gestión, pero eso no se traslada a la economía real", apostilla, para incidir en que se trata de un mercado "fragmentado". 

A este factor se une un problema que afecta a escala global: conseguir canalizar la inversión hacia proyectos ESG, especialmente, la privada, que es de dónde procede el "80% de los recursos". "Hay capital de sobra para financiar la transición energética. El problema es cómo hacer que entre el capital, porque el dinero tiene restricciones. No es gratis y necesita una rentabilidad mínima o un impacto medible en otra esfera para que funcione", señala. En este sentido, plantea, entre otras soluciones, la posibilidad de que los bancos centrales empleasen el 2% de sus reservas en programas para luchar contra el cambio climático, ya que supone un "riesgo sistémico". 

"El cambio climático tiene todos los ingredientes que buscan los inversores institucionales"

Durante la conversación, el exsecretario general de GE General Bank, hace énfasis en que el "cambio climático tiene todos los ingredientes que buscan los inversores institucionales", entre ellos, los largos plazos, así como las rentabilidades ajustadas, con un perfil de riesgo "razonable". "Sobre el papel es un matrimonio hecho en el cielo, la cuestión es quién se encarga de establecer vínculos entre los gestores y aseguradoras con la administración y con los responsables del proyecto para impulsar un producto diferente (...). Todo esto es lo que está pendiente de articular y esa es nuestra misión, mediar entre las partes", agrega.

Al ser preguntado sobre la oportunidad que supone el despliegue de los fondos europeos a nivel de país, Brunet lamenta que estas ayudas hayan retrasado decisiones que ya estaban tomadas", mientras critica la escasez de personal y los tiempos de espera. "Unos meses se están traduciendo en años", apostilla. "Las administraciones no disponen ni de recursos humanos, ni cuentan con datos suficientes para gestionar un volumen de subvenciones tan espectacular", argumenta, ante lo que aqueja la falta de interlocución a todos los niveles: inversor, corporativo y gubernamental.

Bajo estas circunstancias, Green Finance Institute va a enfocar su operativa durante los dos primeros años de andadura en España en torno a la descarbonización de los edificios y luego más adelante desplegarán soluciones para el resto. "La edificación es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2 y consumen más de la mitad de la energía primaria", subraya, al tiempo que insta a hacer un "esfuerzo para avanzar en eficiencia energética". 

Brunet remarca que una de las asignaturas pendientes en este país pasa por desarrollar "la capacidad de monetizar y poner en valor el impacto positivo de adaptar la vivienda a esta realidad, además de combatir la falta de información y las trabas burocráticas". En el lado de la oferta, cita la necesidad de desarrollar productos de financiación y adecuarla a todos los segmentos poblacionales. Pone como ejemplo la creación hace dos años por parte de GFI de una plataforma para aunar a todos los actores de la City londinense y con la que han conseguido que el sector bancario pase de tener en su catálogo menos de cinco productos hipotecarios catalogados como 'verdes' a 61 alternativas disponibles.

Brunet pone en valor el compromiso climático por parte del sector financiero, razón por la que pide ayuda para que hagan "efectivo" el compromiso sin "incurrir en un riesgo regulatorio por falta de compliance". "Somos defensores de una transición justa. No es posible avanzar dejando fuera o penalizando a un grupo de población", indica en alusión a los colectivos vulnerables. La idea es que todos puedan formar parte y beneficiarse de este proceso.

En un contexto en el que los movimientos 'anti-ESG' emergen con fuerza, sobre todo, en Estados Unidos, Brunet detecta que el punto de fricción está en el 'know-how' a la hora de abordar este desafío, ante lo que hace un llamamiento para separar la parte ideológica de la realidad. "El reto que tiene la UE por delante pasa por desarrollar su propia taxonomía verde, al igual que Estados Unidos y Reino Unido y avanzar en función de las necesidades. Eso es fundamental para evitar el lavado verde", sentencia. 

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