1.000 millones de euros al 7,5%

Grifols dispara el coste de su deuda en el inicio de su reestructuración contra reloj

La farmacéutica dar el paso para reestructurar su deuda financiera con una emisión de bonos 'senior' cuatro veces más caros que los que tiene emitidos y se enfoca ahora en el cierre de la venta del 20% de Shanghái RAAS.

Nacho Abia Buenache, consejero delegado de Grifols.
Nacho Abia Buenache, consejero delegado de Grifols.
Grifols vía La Información

Apenas lleva tres semanas como primer ejecutivo de Grifols, pero Nacho Albia acaba de completar la primera de las tres operaciones necesarias para seguir adelante en el proceso de reestructuración de su deuda, aunque le va a salir caro. La farmacéutica ha recaudado con éxito 1.000 millones de euros con una venta privada de bonos 'senior' asegurados (con respaldo de algún tipo de activo o propiedad).  Grifols pagará por ello un cupón anual del 7,5% (75 millones de euros anuales), cuatro veces y media más que el 1,6% de su emisión comparable de deuda senior de 2019 aún en vigor. 

El aumento del coste de este tipo de deuda es el resultado del cambio del escenario de tipos de interés, la crisis de confianza de los inversores con la empresa tras el caso Gotham y el deterioro de su perfil de riesgo crediticio. Así lo atestiguan las recientes rebajas de rating a niveles de alto riesgo por parte de Fitch (B+), S&P (B) y la amenaza de Moody's (B2) con hacer lo mismo.  Grifols asegura que usará estos 1.000 millones de euros para repagar deuda 'unsecured' (sin respaldo) que le vence en mayo de 2025 por ese mismo importe y por la que estaba pagando un 3,2% anual.  

"Lo cierto es que la nota tan solo hace referencia a que es una colocación privada, por lo que tampoco sabemos con qué descuento se ha emitido. Recordemos que una cosa es el tipo de interés que pagarás sobre el nominal, en este caso un 7,5% sobre los 1.000 millones de euros, y otra lo que has conseguido en la emisión. 

"En este caso, no sabemos si el descuento (cuanto menos de esos 1.000 millones de euros ha conseguido en la emisión) es muy amplio. En concreto, la compañía utilizará esa emisión para pagar el vencimiento de su deuda no garantizada de 2025", explica Javier Cabrera, analista del bróker XTB.

"Pensamos que el tipo a pagar es bastante alto, teniendo en cuenta que es una emisión garantizada, lo que significa que está respaldada por activos. Esto supone que es el tipo de deuda de mayor calidad crediticia que puede emitir la compañía, por lo que ese tipo de interés es el menor posible que puede pagar Grifols en ese plazo temporal", añade Cabrera. 

En su opinión, la situación en la que se encuentran los tipos de interés es diferente, pero también lo es la de Grifols, por lo que estima que se verá un aumento importante de sus costes financieros en los próximos años, perjudicando aún más sus flujos de caja. "De hecho, los bonos que vencen en 2025 son no garantizados (de peor calidad crediticia) y se emitieron en 2017 por 8 años con un cupón del 3,2% y un coste final del 3,25%, lo que contrasta con las condiciones actuales.", concluye.

Tercera fase: la deuda bancaria

Una vez cerrado ese movimiento, Grifols pasa a una segunda fase y se está enfocando en cerrar la venta del 20% de la empresa china Shanghái Raas al grupo de esa misma nacionalidad Haier, que firmó en diciembre pero que todavía está pendiente de hacer realidad. Se estima que ingresará 1.800 millones de dólares (unos 1.600 millones de euros) con esa desinversión, cuyos fondos prevé destinar a amortizar la serie de bonos senior 'secured' de 837 millones de euros por los que paga el citado 1,6% anual y que también vencen el año que viene.

Cuando complete ese paso, Grifols tendrá pendiente refinanciar una línea de deuda bancaria por valor de unos 1.000 millones de euros adicionales también con vencimiento inminente. La farmacéutica se encontrará con alrededor de 1.400 millones de euros de liquidez que prevé destinar en su mayor parte a reducir su deuda, según el planteamiento que comunicó al mercado en marzo. En ese punto, la firma prevé afrontar las negociaciones con los bancos acreedores para sacar adelante otra refinanciación de su deuda bancaria, como la que realizó en 2019., por valor de más de 5.400 millones de euros y que le llevó a emitir bonos a largo plazo.

Grifols se encuentra además ante un escenario poco propicio para rebajar sus costes financieros debido a que los bancos centrales todavía no han comenzado a recortar tipos de interés. El Banco Central Europeo (BCE) sí ha señalado que lo hará con casi toda probabilidad en junio, mientras que la Reserva Federal (Fed) puede llegar a postergar ese recorte, según apuntan muchos expertos. La farmacéutica tiene deuda emitida tanto en euros como en dólares en este momento.

Antes de la colocación de bonos de esta semana, Grifols tenía emitidas cinco series con vencimientos entre 2025 y 2028 por un importe de 4.500 millones de euros, que pagan cupones semestrales que oscilan entre el 1,62% al 4,75%. La carga de intereses por estos bonos asciende a unos 150 millones de euros anuales, pero ahora tendrá que afrontar tipos más altos y una carga de intereses mayor, pero con un perímetro de negocio más pequeño porque tendrá desinvertir en la empresa china. 

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