Declaró 10.000 millones en derivados

Goldman se esfuma de Santander, BBVA e Iberdrola tras el vencimiento del 16-D

El bróker estadounidense notifica a la CNMV que su participación en la eléctrica y los dos mayores bancos se ha reducido al mínimo después de que se hayan extinguido la mayor parte de los derivados.

Logos de BBVA y Banco Santander.
Logos de BBVA y Banco Santander.
EP / Archivo

Se ha esfumado en un abrir y cerrar de ojos. Goldman Sachs ha comunicado a través de los formularios de la CNMV que ya no tiene el 7,4% de Banco Santander y BBVA. Por lo tanto deja de ser accionista significativo en ambos bancos según el criterio del supervisor que preside Rodrigo Buenaventura, que mete en el mismo saco a intermediarios y beneficiarios finales de las acciones como los inversores al contado o a través de derivados. 

Goldman desaparece del mapa accionarial que publica la CNMV debido al vencimiento de la mayor parte de su cartera de derivados financieros que se extinguieron con fecha del 16 de diciembre durante la llamada 'hora bruja',  como avanzó 'La Información'. Lo ha notificado ahora a través del mismo cauce que usó para señalar que controlaba el 7,4% en ambos bancos, un porcentaje equivalente a unos 6.000 millones de euros si fuese en acciones.

Según el nuevo registro, Goldman ha reducido su posición en Banco Santander del 7,4% al 0,6%, mientras que en BBVA mengua desde el 7,4% al 1%. En ambos casos, no se ha producido ninguna venta masiva de acciones sino que es simplemente que los instrumentos financieros que le daban la posibilidad de alcanzar esa participación han dejado de existir. Sin embargo, la CNMV no obliga a aclarar estos extremos a los inversores institucionales.

Fuentes de Goldman dijeron a 'La Información' que se trataba "solo de posiciones de clientes y cartera de trading" y se ha visto obligado a notificarlo a la CNMV para cumplir con la normativa española. El supervisor obliga a los brókeres a desvelar al público su participación en una empresa si controlan más del 5% del capital aunque se trate de su cartera de negociación (trading) o solo actúen por cuenta de sus clientes. Solo una pequeña proporción pertenecen de forma directa al intermediario.

Tras la desaparición de Goldman, el accionariado de Santander sigue comandado por los fondos de Vanguard (4,5%), seguidos de los de BlackRock (4%), Norges Bank (3,05%) y Dodge & Cox (3,038%), según la recopilación de accionistas de Bloomberg a 30 de septiembre. La familia Botín controla alrededor del 2% del capital del banco a través de varios de los miembros destacados del clan y dos fundaciones.

En el caso de BBVA, Blackrock (5,92%) vuelve a ocupar el trono de mayor accionista significativo del banco. El fondo GQG Partners (3,4%) es ahora el segundo socio del banco por delante de Norges Bank (3,3%), mientras que las gestoras especializadas en ETFs y fondos indexados se sitúan tras ellos en este orden, Vanguard (3,1%), Capital Group (1,6%) y Amundi.

Misma presencia fantasma en Iberdrola

Del mismo modo que en Santander y BBVA, el bróker americano declaró la semana pasada que controlaba algo más del 6% de la eléctrica Iberdrola con derivados, un porcentaje valorado en su equivalente en accione en más de 4.200 millones de euros. No obstante, la presencia de Goldman desaparecerá al igual que ha ocurrido en los dos bancos puesto algo más del 2,1% de los derivados (opciones y futuros) vencieron el pasado viernes.

Horas después de la comunicación sobre Santander y BBVA, el banco que dirige David Solomon también ha notificado su imponente participación del 6% en Iberdrola ya no es la que era. En concreto, según el registro de CNMV, se ha reducido desde el 6,01% al 0,89% del capital después de que los futuros y opciones que tenían fecha de 16 de diciembre se hayan extinguido.

El fondo soberano de Catar (Qatar Investment Authority), que controla casi un 8,7% de Iberdrola, y la gestora estadounidense BlackRock (5,4%) vuelven a ocupar las posiciones cabeceras en el valor con más peso en el Ibex 35. .A precios la semana pasada, el 6,1% de Iberdrola estaba valorado en más de 4.20 millones de euros, que sumados a los 6.000 millones que costarían las participaciones declaradas por Goldman en Santander y BBVA, eran más de 10.000 millones que ahora se han quedado en nada.

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