Un 21% menos que en diciembre

El fondo de Noruega reduce su inversión en deuda española al mínimo desde 2012

El vehículo soberano registra un nuevo descenso en su cartera de deuda emitida por el Tesoro Público situándola en poco más de 2.300 millones de euros, un 21% menos que en diciembre y la mitad que en diciembre.

Nicolai Tangen, consejero delegado del fondo de Noruega, presenta los resultados del primer semestre.
Nicolai Tangen, consejero delegado del fondo de Noruega, presenta los resultados semestrales.
NBIM vía L. I.

El Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega (GPFG) recortó de nuevo su inversión en la deuda pública española al cierre del primer semestre de 2023, según reveló este miércoles la gestora del fondo Norges Bank Investment Management (NBIM). La firma dirigida por Nicolai Tangen es uno de los principales inversores en España a través de acciones y bonos de empresas y administraciones públicas, pero en los últimos tres años ha recortado de forma ostensible su inversión.

De acuerdo a los datos recopilados por 'La Información', el fondo disminuyó su inversión en bonos y letras emitidos por el Tesoro Público del Reino de España en un 21% en comparación con diciembre de 2022, hasta los 27.124 millones de coronas noruegas (2.380 millones de euros al cambio actual de 11,4 unidades con el euro). 

Se trata de la cifra más baja en ambas divisas desde 2012, cuando se produjo el rescate europeo de España a través de sus bancos porque la prima de riesgo estaba descontrolada, y tanto entidades financieras como administraciones tenía cerrado el acceso a crédito o su coste era tan elevado -cerca del 7% en el bono a 10 años frente al 2,6% del alemán al mismo plazo- que hacían insostenible la financiación.

De cerrar así 2023, el fondo de Noruega cerrará su cuarto año consecutivo reduciendo su exposición a la deuda pública española, periodo que ha coincidido con la legislatura del Gobierno PSOE-Unidas Podemos (Sumar), que opta a la reelección a partir de este jueves bajo el liderazgo de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

El volumen de la deuda estatal se ha elevado en más de 300.000 millones de euros, hasta superar los 1,5 billones, debido los déficits públicos incurridos año tras año, entre ellos, uno récord en 2020 como consecuencia de la pandemia. 

Al mismo tiempo, el tipo medio que paga el Tesoro español por el conjunto de sus emisiones acaba de superar el 2%, lo que supone un incremento de más del 30% desde mínimos. La carga solo de intereses de la deuda pública puede alcanzar los 40.000 millones de euros en el inicio de 2024, según estimaciones financieras.

No obstante, el Gobierno ha contado a su favor con la asignación de fondos europeos sin reembolso (a fondo perdido) por valor de más de 70.000 millones de euros y también con los costes de financiación más bajos de la historia con tipos negativos y barra libre para subastar deuda en los mercados gracias al apoyo que han dado las compras masivas de deuda del Banco Central Europeo (BCE).

Antes de la pandemia, el gigante nórdico tenía en su cartera más de 5.200 millones de euros de deuda española, según datos a cierre de 2019. Sin embargo, en apenas tres años y medio lo ha recortado a menos de la mitad, a luz de los datos que presentó este miércoles en Oslo el organismo dependiente del Gobierno noruego.

Un fondo de sostenibilidad con cimientos fósiles

El Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega (GPFG), considerado el mayor vehículo soberano del mundo, tiene el objetivo de garantizar una gestión responsable y a largo plazo de los ingresos de los recursos de petróleo y gas que obtiene Noruega, de modo que esta riqueza beneficie tanto a las generaciones actuales como a las futuras a través del presupuesto del gobierno y las pensiones.

Se creó en 1990 para proteger a la economía de los altibajos en los ingresos petrolíferos y a la vez para crear una reserva financiera para el país, aunque la primera aportación al fondo no se hizo hasta 1996, según explica en su página web.  A diferencia del fondo japonés de pensiones, cuya titularidad pertenece a los trabajadores que cotizan a la Seguridad Social, el fondo noruego es patrimonio de todos los habitantes y si titularidad es pública.

A pesar de que los ingresos derivados de la producción de petróleo y gas son canalizados hacia el fondo, estas aportaciones representan menos del 50% del valor total del fondo (1,3 billones). La mayoría del capital ha sido acumulado mediante inversiones en acciones, bonos, propiedades inmobiliarias e infraestructuras de energía renovable, su último salto en la diversificación de inversiones.

En la actualidad, este fondo se posiciona como uno de los más grandes a nivel global y ostenta alrededor del 1,5% de todas las acciones de empresas cotizadas alrededor del mundo. El GPFP es accionista de 9.000 compañías cotizadas, además del dueño de varios edificios ubicados en importantes urbes internacionales, los cuales generan ingresos mediante alquileres. También es acreedor de países y empresas mediante préstamos o la compra de sus emisiones de deuda.

Mostrar comentarios