Las bolsas europeas viven unas semanas de vértigo desde principios de noviembre, fecha que coincide con la celebración de las últimas reuniones de política monetaria. Con la pausa en los tipos de interés como decisión dominante después de que el Banco Central Europeo (BCE) la decretase tras diez aumentos consecutivos, el optimismo se ha instalado entre los inversores, adelantando incluso el famoso 'rally' de Navidad. A falta de once sesiones para acabar el año, las principales plazas de la eurozona se revalorizan a doble dígito, incluido el Euro Stoxx 50, que se ha instalado en zona de máximos.
Este índice, que engloba a los 50 valores de mayor capitalización bursátil de la eurozona, conocidos en la jerga como 'Blue-Chips', ha rebasado en los últimos días los 4.500 puntos, una barrera que no tocaba desde julio de 2007, un año antes de la quiebra de Lehman Brothers. Con ello da carpetazo a esta brecha que ha tardado más de quince años en cerrar, en parte, gracias al 'acelerón' de casi el 20% que acumula en el cómputo anual. Ahora el próximo objetivo estaría en los 5.200, meta que no toca desde el año 2000, antes del lanzamiento del euro.
La buena racha que han atravesado algunos de los gigantes del Euro Stoxx 50 durante el último mes y medio, al calor de las expectativas de que el incremento de los tipos de interés en la eurozona ha tocado techo ha animado a esta referencia europea, que se caracteriza por su sesgo hacia el sector del lujo y la tecnología, según precisa el director de renta variable de Trea AM, Xavier Brun. De hecho el índice se ha visto impulsado por el empujón que han vivido este año algunos de sus mayores cotizadas entre los que destaca ASML.
El fabricante neerlandés de semiconductores se revaloriza más de un 31% desde el arranque de 2023, cifra que si bien es inferior a la de otras compañías del 'top 10', su representación del 7,7% en el Euro Stoxx 50 hace que este empujón tenga más impacto en el mismo. Dentro de la clasificación de los diez primeros también es significativo el avance experimentado por SAP, que rebota más de un 50% este ejercicio.
La multinacional alemana dedicada al diseño de productos informáticos, que figura entre los cinco grandes con una ponderación del 4,4%, ha impulsado al índice, en línea con L' Oréal, que con un peso en la cartera del 3,25% contribuye a la remontada con un alza superior al 33% al cierre de los mercados este martes. En un segundo plano se encuentran Air-Liquide (+34,6%), Schneider Electric, que sube más de un 35% y Allianz SE con un alza superior al 22%. En estos casos, la representación es del 2,8% en los dos primeros casos y del 3% en el tercero.
Por el contrario, los dos franceses LVMH y TotalEnergies, que ocupan el segundo y el tercer puesto por ponderación en el Euro Stoxx 50 con un 5,9 y un 5,4%, respectivamente, han frenado en la recta final del año. El titán del consumo discrecional se anota un alza inferior al 8% y se aleja de los máximos históricos contabilizados el pasado mes de abril, mientras que la energética apenas avanza un 4,5%. Cierra la lista Sanofi, que con una peso del 3,3% ejerce de freno y registra una tímida caída por encima del 2%.
Si bien la citada subida de casi el 20% tan sólo bate la del Stoxx 600 (+11%) y la del CAC 40 (+16%), mientras se queda a cuatro puntos de distancia del Ibex 35, los expertos se muestran optimistas de cara a 2024 y creen que en un escenario base en el que no se produzca una recesión, los beneficios empresariales de este tipo de compañías pueden aumentar. El Euro Stoxx 50 excluye de su cotización el reparto de dividendos, ya que ejercen un efecto deflactor. Sin tener en cuenta este efecto, el índice cotiza en estos momentos por encima de los 10.500, también zona de máximos, con un potencial a doce meses ligeramente por encima del 10%, hasta los 11.621 puntos.
