El mercado interbancario da síntomas de freno. El Euríbor, índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas en España, se estanca en el nivel del 4% durante la primera semana completa de septiembre. En concreto, el Euríbor a doce meses se coloca este viernes en el 4,086%, muy en línea con la cifra que marcaba este jueves (4,078%) y con la media semanal (4,06%) en una señal de parálisis antes de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) de la próxima semana, sobre la que existe una gran incertidumbre.
En la mesa está el dato de PIB de la eurozona, que se mantuvo en el segundo trimestre en el 0,1%, la misma cifra que entre enero y marzo. La evolución de la actividad provoca división entre los que ven un estancamiento al ser dos décimas inferior a lo previsto y quienes defienden que la economía está aguantando. La clave está en el PMI de servicios y manufacturas, que arrojan una contracción simultánea en el octavo mes del año, especialmente los segundos, que sufren su mayor retroceso desde febrero de 2021 al situarse en los 47,9 puntos, tres puntos por debajo del contabilizado en julio.
La otra variable a tener en cuenta es la inflación, que se mantiene en el 5,3% durante agosto, frente a la expectativa de que bajara al 5,1%, mientras la subyacente, que excluye los alimentos frescos y la energía, se reduce al 5,3%, en un movimiento gradual, pero lento. En estas circunstancias, el BCE se enfrenta a un dilema sobre si continuar con una nueva subida de tipos desde el 4,5% o decretar una pausa.
En este contexto, el Euríbor a doce meses, que mide el coste al que se prestan los bancos entre sí a ese plazo, estrenó septiembre con una caída de cinco décimas hasta al 4,055% en su cotización diaria en la que supuso su mayor caída en un mes. Esta tasa se instala en la barrera del 4% después de que en agosto experimentase su primer retroceso desde finales de 2021.
El comportamiento podría continuar hasta el próximo jueves, 14 de septiembre, cuando está previsto que el organismo con sede en Frácnfort tome una decisión sobre los tipos de interés y si adopta una pausa como dejó entrever la presidenta Christine Lagarde al término de la última reunión, celebrada el 27 de julio. En las actas sobre este encuentro quedó patente la encrucijada a la que se enfrenta el banco central de rebajar la inflación al objetivo del 2% sin pasarse de frenada.
Esta semana, la propia Lagarde pidió perdón en una conferencia en Londres por subestimar el avance en vertical de los precios ante la dificultad de los organismos monetarios a la hora de predecir un avance de precios descontrolado que terminó por desatar la subida de tipos de interés más alta de la historia. En el momento actual, la tasa de referencia de la eurozona se encuentra en el 4,25%.
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