La especulación con licencias de taxi: más rentable que invertir en Wall Street o Ibex

  • El precio se ha disparado en los últimos años pese a la irrupción de compañías como Uber y Cabify, batiendo la evolución de la bolsa estadounidense.
Taxi Madrid
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Europa Press

La guerra del taxi ha acaparado el foco de atención y ha dividido a los españoles. De hecho, una ligera mayoría del 47% de los ciudadanos considera que los taxistas no tienen razones para convocar una huelga, frente al 41% que les apoya. ¿El motivo de los paros? La regularización del sector VTC ante la proliferación de licencias. 

El otro motivo que subyace a la actual problemática del sector del taxi es que ante dicha proliferación de licencias se podría producir una caída en el precio debido a una mayor oferta. El 'boom' de los precios es evidente: el valor de la licencia de taxi en el mercado secundario de Barcelona se ha disparado más de un 350% desde 2001, según datos del Instituto Metropolitano del Taxi del Área Metropolitana de Barcelona. 

Los propietarios que hayan realizado adquisiciones de licencias de taxis en Barcelona en 2011 habrán visto como su inversión se ha multiplicado por 4,5 veces en poco más de 15 años, a un ritmo anualizado de casi dos dígitos. Una rentabilidad que no hubiera obtenido a través de otros activos financieros como hubieran sido el Ibex 35 o, incluso, Wall Street. De hecho, ni cogiendo de referencia veinte años atrás a los máximos históricos del Ibex (2007) se lograría una rentabilidad superior a la de las licencias. 

Si el inversor hubiera comprado bolsa española habría irrumpido en el Ibex 35 a 8.397,6 puntos en los que arrancaba 2002. Desde entonces, y hasta ahora, ha repuntado hasta los 9.185 puntos. Es decir, alcanza una revalorización del 9,37%, lastrado por la mala evolución que ha experimentado el selectivo durante el pasado curso y que le llevaba a caer alrededor de un 15%. 

En el último año, con datos del Instituto Metropolitano del Taxi del Área Metropolitana de Barcelona, los precios de las licencias no han sufrido apenas cambios pese a la irrupción de compañías como Uber y Cabify. Su precio ha bajado en menos de 500 euros durante 2017 y se sitúa en los 133.672 euros, frente a los 134.115 euros del curso anterior. Además, en la página web solo el 24 de enero se publicaban cuatro ofertas de venta de licencias de particulares por 145.000, 140.000, 127.000 y 110.000 euros. 

Wall Street, que marcaba máximos históricos el pasado curso, también se queda lejos del rally que ha experimentado el precio de las licencias de taxi en Barcelona. El S&P 500, índice de referencia bursátil para las compañías de Estados Unidos, arrancaba 2002 en los 1.130 puntos y actualmente cotiza en los 2.642,33 puntos. Es decir, se habría disparado un 133,8% o lo que es lo mismo, habría multiplicado su precio por más de 2,3 veces. Una inversión claramente rentable pero no tanto como si hubiéramos comprado una licencia de taxi. 

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) constataba estos datos en un informe económico que realizaba sobre el Decreto 314/2016, relativo a la actividad de mediación en los servicios de taxi en Cataluña. El organismo destacaba que "las licencias de taxi, que en un mercado competitivo carecerían de valor, se han convertido en un activo con una elevada rentabilidad, superior a la de otro tipo de activos, como son los bursátiles". 

Los resultados anteriores, si aumentamos el horizonte temporal, tienen más magnitud, como reflejaba Competencia. "En términos absolutos, entre 1987 y 2015, el valor de una licencia de taxi en el mercado secundario ha aumentado un 503,7% mientras que el Ibex 35 ha aumentado un 233,7%". 

Competencia también señalaba que el valor de las licencias de taxis en el mercado secundario "es la prueba más evidente de las rentas regulatorias del monopolio generadas por una regulación restrictiva que limita la entrada, restringe la competencia en precios, calidad e innovación, reduciendo el bienestar general". Por tanto, "la eliminación de estas restricciones, que carecen de justificación desde la óptica general, resultaría muy beneficiada para los consumidores", según señala la subdirección de Análisis Económico de la CNMC.  

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