Comisiones en la letra pequeña

Dos sencillos trucos para ahorrar hasta 300 euros al año en fondos de inversión

Las comisiones de gestión, suscripción o reembolso acaban modificando la rentabilidad final que el inversor obtiene por capital que destina al ahorro a través de los vehículos de inversión colectiva.

Banco Sabadell ofrece una amplia gama de fondos de inversión.
Dos sencillos trucos para ahorrar hasta 300 euros al año en fondos de inversión.
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“Quiero contratar uno de estos tres fondos y tengo dudas con las comisiones que aplican. Son Vanguard Global, Fidelity MSC e IShares Development. Unos tienen un coste de gestión más alto y otro tiene comisión de suscripción. No sé cuál es más económico en comisiones”. Esta pregunta, extraída de un foro financiero, refleja una realidad muy común con lo que se topan muchos inversores: desconocer cuánto pagan por sus fondos de inversión.

De hecho, hay pequeños inversores que compran productos de gestoras internacionales con comisiones que superan el 2,5% anual, cuando podrían ahorrar “entre un 1% y un 2% anual, según los cálculos de Adrián Viturro, director comercial en Inversimply. En este caso, el ahorro para una cartera media de fondos de 25.000 euros podría ser como mínimo de 300 euros anuales.

A veces, la indignación se hace presente entre los inversores, especialmente cuando descubren prácticas cuestionables por parte de las gestoras. Otro caso es el de un inversor que expresó su frustración al ver cómo su gestora capitalizaba el boom de la gestión pasiva, aplicando comisiones del 1,25% o más en fondos que invierten en ETFs, cuando generalmente tienen comisiones inferiores al 0,5% y, en algunos casos, por debajo del 0,20%.

Para ilustrar mejor esta problemática, Viturro ofrece el ejemplo de dos fondos de gestión pasiva que buscan capitalizar la tendencia alcista de los mercados para generar rentabilidad replicando un índice bursátil, en este caso, el S&P 500. Hablamos del ING Direct Fondo Naranja S&P 500 y del Vanguard U.S Stock Index Fund, dos fondos que ofrecen la misma rentabilidad. No obstante, existe una diferencia notable en cuanto a costos: "El fondo de ING es diez veces más caro, con una comisión de más del 1,09%, en comparación con el fondo de Vanguard, que solo cobra una comisión del 0,10%”, explica.

Comisiones: un enemigo silencioso

La principal razón por la que muchos inversores desconocen las comisiones que pagan es que estas se deducen directamente de la rentabilidad del fondo, sin afectar de forma visible sus cuentas corrientes o tarjetas de crédito. Por ello, es crucial revisar las comisiones, así como otros parámetros clave como la rentabilidad histórica, la volatilidad, el nivel de riesgo y la rentabilidad potencial.

Aunque las cifras varían en función de la gestora y del tipo de producto, generalmente, la comisión de gestión representa el gasto principal, variando desde el 0,25% hasta el 1,25% para los fondos de renta fija, entre el 0,75% y el 2,5% anual para los de renta variable y del 0,5% al 1,5% anual para los fondos mixtos. Una comisión de gestión superior al 1% en un fondo conservador, por ejemplo, se considera elevada si los gestores no pueden ofrecer resultados que justifiquen este gasto.

Además, los inversores pueden encontrarse con comisiones de suscripción, reembolso, custodia y, en casos específicos, comisiones de éxito por rendimientos positivos. Todas estas comisiones tienen un límite máximo establecido por la legislación, que varía desde el 2,25% para la comisión de gestión hasta el 5% para las de reembolso y el 18% para las comisiones de éxito por batir a un índice de referencia. En los fondos garantizados, por ejemplo, se aplican comisiones elevadas para reembolsos realizados antes de la fecha de vencimiento, incentivando a los inversores a mantener su inversión a largo plazo a cambio de una rentabilidad casi garantizada.

Elegir las clases limpias y evitar siempre la clase E

Además de evaluar las comisiones, es crucial que los inversores presten atención a las distintas categorías de un mismo fondo. En España, muchos fondos, especialmente de gestoras internacionales, presentan dos variantes para los inversores. Aunque la inversión mínima varíe poco, las comisiones pueden diferir notablemente. Es importante destacar que la clase E, propia de España, incurre en comisiones más elevadas comparada con las destinadas a la banca privada, que resultan ser más accesibles.

Para optimizar el ahorro, existe una alternativa: las clases limpias de fondos. Gabriel López, CEO de Inverdif Asesores EAF, resalta su beneficio en costes y transparencia, eliminando conflictos de interés. Estas clases omiten las comisiones de retrocesión, reduciendo el coste total para el inversor. Sin embargo, López señala también algunas desventajas como la identificación de estas clases y su disponibilidad limitada en bancos. Además, para compensar la ausencia de ingresos por comisiones de retrocesión, estimada en un 0,30%, algunos bancos han incrementado los costes por custodia hasta alcanzar, en algunos casos, un 0,40%, e incluso pueden aplicar una comisión por asesoramiento. En conjunto, “estos costes adicionales podrían superar el ahorro ofrecido por la clase limpia”, advierte.

Para identificar las clases limpias de fondos, basta buscar el distintivo botón de color marrón en plataformas como Renta 4, MyInvestor, EBN Banco, Selfbank, Openbank, y Singular Bank, que facilitan el acceso a estos fondos sin comisión por custodia y, en algunos casos, ofrecen cuentas corrientes sin comisiones y remuneradas. Estas plataformas también presentan opciones económicas de inversión, desde carteras modelo gestionadas por asesores automatizados, ajustadas al perfil de riesgo del cliente, hasta carteras personalizadas con asesoramiento telefónico, cuyo coste, según López, podría superar el 1%.

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