Estrategia 

¿Qué es la diversificación de inversiones y por qué es crucial para los inversores novatos?

La CNMV explica que "el riesgo de concentración es la posibilidad de sufrir pérdidas por invertir una proporción demasiado elevada del dinero disponible en un solo activo o tipo de activo". Como estrategia de inversión, es menos arriesgado comprar un poco de muchas cosas, que mucha cantidad de una sola cosa, según los expertos.

La importancia de diversificar la inversión
¿Qué es la diversificación de inversiones y por qué es crucial para los inversores novatos?
Pixabay

La inversión consiste en comprar acciones de una empresa a cambio de una rentabilidad. En concreto, los inversores pueden obtener una ganancia a través de la evolución del precio de las acciones en el mercado. Pero también hay que tener en cuenta a la hora de invertir que esa rentabilidad también puede ser negativa, es decir, que se pierda dinero. Es uno de los principales riesgos que hay que valorar a la hora de decidirse a invertir.

Para evitar que las pérdidas sean las menores posibles se pueden llevar a cabo diferentes entre estrategias y destaca especialmente la importancia de la diversificación. El regulador financiero español afirma que "el riesgo de concentración es la posibilidad de sufrir pérdidas por invertir una proporción demasiado elevada del dinero disponible en un solo activo o tipo de activo". Por ejemplo, invertir todo el dinero en acciones de una sola empresa o en acciones de varias empresas que pertenecen al mismo sector de actividad.

Este riesgo se debe a la falta de diversificación. Se trata de una estrategia de inversión que se basa en la idea de que es menos arriesgado comprar un poco de muchas cosas, que mucha cantidad de una sola cosa. Es decir, diversificar consiste en repartir el dinero entre varias inversiones distintas. Así, "las posibles pérdidas de unas inversiones podrían compensarse con las ganancias de otras", destaca la CNMV.

Repartir la inversión

De esta manera, el inversor deberá mantener una cartera con activos con distintos niveles de riesgo y rentabilidad potencial, de distintos sectores de actividad -industria, servicios, alimentación, nuevas tecnologías, banca, energía, construcción...- o de distintas zonas geográficas.

Pero Blackrock, el mayor gestor de activos del mundo, avisa que "la diversificación no consiste únicamente en mezclar acciones y bonos en un portafolio. Requiere comprender cómo interactúan entre sí las distintas acciones y bonos". Y destaca que dos portafolios con la misma asignación de activos –peso repartido entre los diferentes activos-, "pueden tener niveles de riesgo completamente diferentes".

La diversificación es una estrategia con el objetivo de limitar la exposición a pérdidas significativas en el mercado. Es importante tener en cuenta su objetivo porque en algunos casos, también puede limitar el alcance de un momento favorable.

Productos recomendados para diversificar

A la hora de diversificar, destacan los ETF. Se trata de fondos cotizados -conocidos como ETF por sus siglas en inglés (Exchanged Traded Funds)- que funcionan en parte como fondos de inversión y en parte como acciones cotizadas. La CNMV afirma que ofrecen la posibilidad de participar en la evolución de los principales mercados, sin necesidad de invertir en todos y cada uno de los valores que integran los índices de referencia.

Además de la diversificación que permiten, los ETF destacan por ofrecer una operativa a un bajo coste. Los gastos son, en general, más reducidos que los de los fondos de inversión tradicionales. Al igual que con otros productos, para invertir en un ETF, en primer lugar, es necesario recurrir a un intermediario financiero autorizado por la CNMV. Esto se puede comprobar en los Registros Oficiales del regulador financiero. Y una vez elegido un intermediario se deberá abrir una cuenta de valores para operar. A partir de ahí, el inversor podrá comprar o vender participaciones a través de órdenes.

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