¿Qué diferencias hay entre la inversión en criptos y las finanzas descentralizadas?

La tecnología blockchain –cadena de bloques- ha cambiado los servicios financieros, ya que elimina los intermediarios para ofrecer los servicios tradicionales. En concreto, es una red que permite registrar cualquier operación, reduciendo el riesgo y los costes de las partes involucradas. A partir de esta tecnología específica han surgido las criptomonedas y las finanzas descentralizadas (DeFi).

El Foro Económico Mundial que el interés por ambas "aumentó considerablemente durante la pandemia". Pese a que tienen el mismo origen y han ido de la mano popularidad, se tratan de conceptos diferentes. En primer lugar, las criptomonedas son monedas digitales que está descentralizada, es decir un medio de pago que no está controlada ni respaldada por una autoridad como un banco central o un gobierno.

En el caso de las DeFi, abarcan servicios financieros más allá de los pagos. Sus aplicaciones pueden incluir préstamos, depósitos o seguros, entre otros. En concreto, las finanzas descentralizadas hacen referencia a una categoría de aplicaciones basadas en blockchain para desarrollar servicios financieros descentralizados con el objetivo de reemplazar las formas tradicionales. Es decir, buscan operar sin intermediario y sin los costes que estos conllevan. Para ello utilizan contratos inteligentes –denominados popularmente smarts contracts- y otras tecnologías de cadena de bloques

Utilizan la cadena de bloques

Sobre sus diferencias, la plataforma IG afirma que "el valor de las criptomonedas como el bitcoin se almacena dentro de su propia cadena de bloques, mientras que las DeFi son un mercado conceptual que ofrece varias criptomonedas en la red Ethereum".

Las aplicaciones DeFi se pueden construir en varias plataformas de cadena de bloques y pueden incluir el uso de varios tipos de activos digitales, incluidas las criptomonedas. Bitcoin, por ejemplo, se puede usar como garantía o depósito de valor en algunas aplicaciones DeFi, pero las finanzas descentralizadas no se limitan solo a Bitcoin y puede incluir otros activos digitales, como otros tokens y criptomonedas.

Es decir, la criptomoneda es un tipo de activo digital que se puede usar en DeFi, pero las finanzas descentralizadas no se limitan solo a las criptomonedas y abarcan una amplia gama de aplicaciones financieras que se pueden construir sobre la tecnología blockchain.

¿Cómo invertir?

La inversión en criptomonedas permite obtener una plusvalía a partir de la evolución de su cotización en el mercado. No obstante, dado que se trata de un mercado descentralizado, para poder operar con criptomonedas hay que recurrir a un 'wallet'. La plataforma eToro explica que es "una herramienta que sirve para almacenar, administrar y gestionar las criptomonedas". Es decir, una especie de monedero digital.

En el caso de las finanzas descentralizadas, los servicios que ofrecen se conocen como protocolos y también es posible invertir en ellos. Lo primero es elegir el proyecto, existen muchos y muy diferentes por lo que es importante saber dónde se va a realizar la inversión. Como ocurre con las inversiones tradicionales es importante tener en cuenta los riesgos del proyecto, así como la liquidez que ofrece por si se quiere retirar el dinero más tarde.

Además, para invertir en DeFi lo primero también es tener una billetera digital -’wallet’- en la que depositar los activos digitales en los que se invierta. Es importante que esa billetera sea compatible con el proyecto DeFi en el que se quiere invertir y hay que asegurarse de guardar correctamente las claves que dan acceso. A continuación, se necesitarán activos digitales, es decir, criptomonedas o monedas estables –las stablecoins son criptomonedas vinculadas a una moneda fiduciaria como el dólar estadounidense- para poder operar con esa billetera.

Los pasos para realizar la inversión dependerán del proyecto DeFi en el que se está invirtiendo y de sus características. Y una vez realizada la inversión es importante monitorearla y estar pendiente de su evolución. Sobre todo, evaluar su comportamiento, si está generando la rentabilidad esperada y si surge algún riesgo añadido.