App de pagos 

El desafío bancario de Elon Musk emerge con la metamorfosis de Twitter en X.com

El multimillonario dueño de Tesla y SpaceX rescata del baúl de sus proyectos pasados el banco 'online' que lanzó en 1999 pero que se diluyó en la fusión de Paypal, la fintech pionera en pagar y enviar dinero por internet. 

Elon Musk, fundador de X Holding, dueño de Twitter.
Elon Musk, fundador de X Holding, dueño de Twitter y SpaceX.
Nerea de Bilbao (Infografía)

La mayor fortuna del mundo no tiene problemas de dinero ahora pero los tuvo en el pasado. Elon Musk tuvo que pelear por la financiación bancaria como hacen millones de empresarios y emprendedores en todo el mundo cada día. Con Tesla, por ejemplo, estuvo a punto de quebrar mientras los acreedores le apretaban las tuercas y los bancos le cerraban las puertas. Su activa y pública participación en la escena de las criptomonedas en los últimos años tiene que ver con que el exceso de liquidez de su cuenta corriente con Tesla, su amplia red de relaciones en Silicon Valley, pero va un poco más allá: él es uno de los pioneros de las finanzas digitales.

En 1999, después de vender su primera compañía (un directorio online de periódicos), Musk compró un exclusivo dominio web de una sola letra (X.com) sobre el que lanzaría un primitivo banco 'online' en pleno auge de este tipo de proyectos en todo el mundo. Los españoles Banco Santander y BBVA pugnaban por entonces por hacerse un hueco en el incipiente mundo de las finanzas digitales e invirtieron cientos de millones de euros en proyectos como Patagon junto a Wenceslao Casares o Uno-e con Terra y Telefónica, respectivamente.

Musk terminó uniéndose a otro proyecto fintech llamado Confinity junto a Peter Thiel, considerado uno de los inversores más influyentes de Silicon Valley, y Max Levchin, otro emprendedor clave en su trayectoria. La fusión dio lugar a Paypal, la tecnológica que hizo populares los pagos a través de internet y acabó siendo comprada por eBay en 2002 por algo más de 1.500 millones de dólares. El sudafricano se hizo multimillonario con la venta de su parte en la empresa, pero perdió la propiedad de X.com hasta que lo recompró a Paypal en 2017, convertido ya en una celebridad mundial y una las personas más ricas de EEUU por Tesla y SpaceX.

Un app para todo: compras y pagos

Desde que compró la red social Twitter en 2022 por algo más de 46.000 millones de dólares, Musk dejó claro que tenía planes  para la plataforma de microblogging muy distintos a los de sus creadores. Su foco desde que llegó a la tecnológica del pájaro azul fue convertirla en una superaplicación, como el mismo lo definió, al estilo de la app china WeChat que tiene funciones de mensajería pero también de juegos, comercio electrónico y pagos digitales. Todo en uno. 

Sin embargo, a ojos de la comunidad de usuarios y anunciantes de Twitter todo han sido bandazos y molestias desde que Musk se hiciera con el control de la red social y comenzase a implementar cambios. Desde la política de moderación más laxa y menos intervencionista, a la puesta en marcha de un modelo de pago y suscripciones o la perdida de verificación oficial que arbitraba la compañía y que se ha convertido en un quebradero de cabeza para marcas y particulares.

El paso final en la transformación de Twitter lo ha dado esta semana con la liquidación de la propia marca -un activo intangible valorado entre 4.000 y 20.000 millones según  informa Bloomberg- y la adopción de X.com, el nombre de la mercantil (X Holdings) propietario de la empresa, además de otros activos como el gigante aeroespacial de SpaceX o la compañía de ingeniería The Boring Company. 

Para él supone rescatar un viejo proyecto y retrotraerse 25 años atrás cuando era un veinteañero adinerado tras la venta de su primera empresa Zip2, y soñaba con triunfar como banquero gracias a internet. "Creo que X.com será una empresa de miles de millones porque, si observas la industria que X está persiguiendo, es el sector más grande de la economía mundial", declaraba en 1999 en una entrevista a la CNN. En 2023 se muestra aún más contundente: "X se convertirá en la marca más valiosa de la Tierra. Recuerda mis palabras", según escribió Musk en Twitter.

Licencia para operar en banca

La app X que Musk ha puesto en marcha sobre la infraestructura de Twitter y su comunidad de cientos de millones de usuarios activos al día será una fintech social con funciones de pago y banca, según confirmó la consejera delegad, Linda Naccarino. Twitter tiene licencia bancaria para operar como entidad financiera en cuatro estados de EEUU: Arizona, Michigan, Missouri y New Hampshire. De momento, X.com tan solo es una redirección a la actual Twitter pero la mudanza digital se irá produciendo este verano tal y como se ha producido con el logo del pájaro azul, sustituido por una X de la noche a la mañana. 

La visión del propio Musk es genera una plataforma de comunicaciones integrales y la capacidad de gestionar todas las interacciones de una persona con el mundo financiero, desde pagar, comprar y hasta pedir prestado. El cofundador de Tesla lleva años ensayando en la escena de las criptomonedas. Decidió colocar parte de la tesorería del fabricante de coches en Bitcoin con la mayor inversión de una empresa cotizada por valor de 1.500 millones de dólares y dijo que estudiaría aceptar la cripto como medio de pago. En paralelo, a título personal, Musk realizó una inversión masiva aunque no cuantificada en el cripto-meme Dogecoin, un clon de otras blockchain como Litecoin que se creó como una broma, pero que permite su uso como dinero digital a través de la red y su cambio con otras criptos.  

El lanzamiento de X.com se produce en un contexto de dura competencia en los servicios financieros que enfrenta a la banca tradicional con las grandes tecnológicas y los neobancos como Revolut o N26. Desde Amazon a Meta, pasando por Alphabet o Paypal, Silicon Valley busca revolucionar una industria dominada por actores tradicionales y objeto de una regulación más estricta que otros sectores. Tras los desarrollos masivos de tecnologías de pago con el móvil en los entornos de Apple (iOS) o Alphabet (Android), ahora el sector da un paso más.

Tras la reciente crisis bancaria en EEUU, Apple puso en marcha la primera cuenta  remunerada por encima del 4% de la mano de Marcus, una filial de Goldman Sachs, para atraer depósitos en un momento en el que los bancos tradicionales remoloneaban a la hora de pagar por el dinero de sus clientes. Solo en las primeras semanas logró captar miles de millones de sus usuarios. El fabricante del iPhone dará a partir de esta semana cifras sobre la evolución de 'su banco'.

Elon Musk también ha visto la oportunidad en esa crisis. De hecho, según admitió en Twitter, el visionario emprendedor echó el ojo a la banca regional estadounidense y llegó a mostrar interés en la posible compra de parte del quebrado Silicon Valley Bank (SVB Financial) para convertirlo en parte de Twitter. La metamorfosis de la red social en X.com justo ahora no es casualidad, sino parte del proceso y los planes del hombre más rico del mundo para crear un disrupción en la industria financiera global, tal y como ha hecho en la automovilística con Tesla o en la aeroespacial con SpaceX, cuya valoración supera con creces los 150.000 millones.

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