Tensión en los mercados

La crisis de China en el inmobiliario y con la deuda pone en juego al yuan y las bolsas

Los mercados asisten a una proliferación de eventos negativos en el crédito inmobiliario que ha puesto contra las cuerdas a algunas de las empresas más grandes del sector y fuerza al banco central chino a intervenir.

Una bandera de China en Hong Kong en el 26 aniversario de su traspaso de Reino Unido a China.
Una bandera de China en Hong Kong en el 26 aniversario de su traspaso de Reino Unido a China.
Michael Ho Wai Lee / Europa Press

Las autoridades chinas han intensificado los esfuerzos en los últimos días para fortalecer los mercados financieros, en una señal de que Pekín está empezando a sentir incomodidad con la velocidad de las caídas tanto de la bolsa como del yuan. El recorte inesperado de tipos de interés del Banco Popular de China (PBoC), el mayor desde 2020, así como el refuerzo del anclaje de la divisa frente al dólar parecen solo la punta del iceberg de un deterioro que comienza a tener nombres y apellidos.

Tras la solicitud de protección por bancarrota en EEUU de la constructora Evergrande y los problemas que viene arrastrando la promotora Country Garden, los inversores han comenzado a ponerse nerviosos con sus posiciones en el gigante asiático,l sobre todo, entre los no residentes. El yuan chino se ha deslizado a la zona de mínimos anuales en 0,137 dólares (o 7,2 yuanes por dólar) y si los perfora se situará en niveles no vistos desde enero de 2008.

En este contexto, se espera que China reduzca las tasas de referencia de crédito de los bancos entre 10 y 15 puntos básicos este lunes, y algunos analistas pronostican una reducción de la tasa de referencia hipotecaria para revivir la demanda de crédito y apuntalar el sector inmobiliario en crisis. Un comunicado del banco central este domingo resaltó las directrices a los bancos para que abran el grifo del crédito, después de que los últimos datos de concesión de préstamos hayan caído en julio a niveles de 2009. La caída de precios y el menor número de operaciones en el sector de la vivienda ha puesto en el foco la deuda vinculada al sector inmobiliario.

"En el sector inmobiliario, las ventas de viviendas (superficie vendida) y el inicio de nuevas construcciones de viviendas continuaron disminuyendo ligeramente menos que el mes pasado, pero aún en cifras de dos dígitos. Por otro lado, la contracción en la inversión inmobiliaria se profundizó aún más en julio. Solo los proyectos de construcción de viviendas terminadas se expandieron a un ritmo más rápido",  apunta Sophie Altermatt, economista del banco suizo Julius Baer. 

Los datos económicos más recientes ponen de relieve la persistente fragilidad en el consumo nacional y la demanda de inversión, lo cual, en conjunto con la desaceleración en la solicitud del extranjero, está ejerciendo un impacto en la producción interna. "Al mismo tiempo, la caída en el sector inmobiliario ha continuado y sigue siendo uno de los principales lastres para la economía", añade Altermatt, que ha reducido la previsión de crecimiento para el tercer y cuarto trimestre en China a un 0,6% y 0,8% trimestral, entre 5 y 2 décimas menos, respectivamente, con lo que considera la economía en general de ese país crecerá a uno ritmo ahora del 4,8% en 2023 y del 4,2% en 2024.

Impacto en el ladrillo y las divisas

Francisco Blanch, estratega de materias primas y derivados de Bank of America en Madrid, cree que la situación en China puede comenzar a notarse en los precios de la energía a nivel global. "Los riesgos de recesión no han desaparecido por completo, y los elevados tipos de interés pueden desencadenar riesgos de refinanciación en los próximos meses. Después de todo, no es raro que la economía entre en recesión cuando se invierten las curvas de rendimiento de los tipos de interés. La inacción en China también es un importante riesgo a la baja para los mercados mundiales de la energía, aunque Pekín haya entrenado al mercado para esperar grandes paquetes de estímulo durante décadas", advierte en un informe sobre la cuestión.

Mientras ese riesgo no se materialice, el ánimo inversor global parece intacto pero la acumulación de problemas parece difícil de salvar. El Gobierno Pekín está lidiando con múltiples fuegos en distintos frentes de mercado: desde el inmobiliario,  al financiero y el mercado de divisas. En este último, el Banco Popular fijó el cambio del dólar con el yuan en 7,2006, significativamente por debajo del 7.305 estimado por el consenso de analistas, con lo que marca la mayor sorpresa a la baja desde 2018, según enfatiza Francesco Pesole, estratega de divisas de ING Research. 

"El movimiento del PBoC del viernes sigue a los informes de que se les pidió a los bancos estatales que intensificaran las intervenciones en el yuan para reducir la volatilidad en el mercado de divisas. También podríamos ver una reducción en los requisitos de reserva de divisas, que a menudo se considera una herramienta para evitar una depreciación brusca del yuan", comenta Pesole, que ve en esta cuestión un factor clave sobre la evolución de una crisis incipiente q e

La bolsa china y el efecto contagio

El comportamiento de las bolsas chinas ha sido peor que el resto pero algunos inversores temen que ahora la presión se contagie a las acciones de Europa, Estados Unidos y otras partes de Asia, cuyos negocios se ven influenciados por la demanda en China. El Cac 40 francés o el Dax 40 alemán tienen entre sus miembros a grandes multinacionales del lujo o el automóvil con alta exposición a los ingresos en yuanes y al mercado del lujo y la alta gama en el gigante asiático.

El índice de MSCI Global Exposure China en dólares, que rastrea a las empresas globales con la mayor exposición a ese país, ha retrocedido alrededor del 10% en agosto este mes, el doble de la caída en el índice general sin es especialización geográfica, según constata Bloomberg. Las preocupaciones van en aumento y esto ha llevado a los índices de acciones en las Bolsas de Hong Kong y China continental a sus niveles más bajos desde noviembre, y el índice Hang Seng, la referencia hongkonesa,  entró en el estatus de mercado bajista el pasado viernes tras una caída de más del 20% desde sus máximos. El Ftse 100 británico, que tiene una gran exposición a China y al sector de la minería o las materias primas, ya cotiza en números rojos en el acumulado de 2023. El subíndice del Stoxx 600 de materias primas acumula un descenso del 19% convirtiéndose en el peor de este año.

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