En espera del IPC

El bono británico escala al 4% por primera vez desde la caída del gobierno de Truss

Los inversores vuelven a vender la deuda de Reino Unido después de la venta de acciones públicas del Natwest y en espera de un brusco desplome del IPC general el miércoles pese a la escalada de la subyacente

Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido.
Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido, durante la cumbre del G-7 este fin de semana.
DPA vía Europa Press

Ventas de bonos, subida de rentabilidades y de los costes de emisión para el estado. Los mercados en Reino Unido asisten a un recrudecimiento de las tensiones sobre la deuda pública después de la última subida de tipos de interés al 4,5% que llevó a cabo el Banco de Inglaterra (BoE) el pasado 11 de mayo y en previsión de que el organismo tenga que endurecer su política monetaria aún más para contener la inflación. 

Ante este escenario de corto plazo, y después de conocer la venta de acciones del banco semiestatal Natwest (antiguo Royal Bank of Scotland - RBS), la rentabilidad de la deuda británica está repuntando frente a los estadounidenses o europeos. El bono a 10 años emitido el Tesoro británico vuelve a rendir más del 4%, su nivel más alto desde finales de octubre de 2022 tras la crisis de deuda que acabó con la caída del anterior gobierno conservador liderado por Liz Truss.

Precisamente, los inversores esperan con atención el próximo informe sobre la inflación británica correspondiente al mes de abril, en espera de que se produzca una brusca caída del IPC general de más de 2 puntos porcentuales, desde el 10,1% de marzo hasta el 8,1% que se prevé para mayo. Esta caída en los pronósticos para el miércoles se debe al abaratamiento de los precios energéticos pero está lejos de aliviar la presión sobre el Banco de Inglaterra para que siga subiendo los tipos.

Al revés, los funcionarios del banco central que preside Andrew Bailey esperan que la tasa subyacente -que excluye energía y alimentos frescos- se mantenga resistente en torno al 6,2% que fijó en marzo. En este sentido, los informes previos de la autoridad monetaria apuntan a los efectos de segunda ronda de la inflación, con presión al alza de los salarios pese a la caída del IPC general.

Los economistas esperan que una moderación salarial de las empresas que ayude a contener la escalada de precios. Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, señaló hace unos días que los indicadores y encuestas empresariales que siguen con atención prevén que "la disminución de la inflación y un mercado laboral más relajado comenzarán a reducir los aumentos salariales en la segunda mitad del año", según declaraciones que recoge Financial Times.

Sin embargo, Bailey también ha señalado que existe el temor de que una espiral alcista entre salarios y precios pueda continuar incluso cuando la tasa de inflación principal disminuya. Si persisten estos "efectos de segunda ronda", el Banco de Inglaterra se vería obligado a aumentar las tasas de interés.

El vicegobernador del Banco de Inglaterra, Dave Ramsden, dijo el pasado jueves que era más probable que el ritmo de reducción de balance y bonos en manos del banco central aumente que disminuya, informa Reuters. El BoE está reduciendo actualmente sus tenencias de bonos del gobierno en más de 80.000 millones de libras anuales (casi 100.000 millones de euros), después de haber comprado 875.000 millones de libras en deuda pública para estimular la economía entre 2009 y 2021. 

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