La bolsa turca ha resistido al alza la derrota electoral del partido del presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan en las elecciones municipales. Después de los malos resultados que le han llevado a la pérdida del gobierno en las principales provincias y ciudades del país, los indicadores han mantenido el tipo y despedido la jornada en verde, con avances de algo más de un punto porcentual. De esta forma, han respaldado el mensaje tranquilizador emitido por el propio Erdogan, quien instó a la espera de los resultados de las medidas económicas instauradas por su equipo económico reciente y consideró que serían positivos de cara al segundo semestre del año.
Este lunes, la principal figura económica en Turquía, Mehmet Simsek, ha asegurado que su equipo continuará implementando el actual programa económico de forma decisiva. “Daremos prioridad al ahorro manteniendo el gasto público bajo control, además de una política monetaria estricta y políticas crediticias selectivas para frenar permanentemente la inflación”, explicó Simsek en una publicación en X.
Por otro lado, la lira tampoco se ha visto perjudicada ante el batacazo electoral y, tal y como recoge Bloomberg, llegó a subir incluso un 2,2% respecto al dólar. La moneda turca ha cotizado con un alza del 1,3% durante la tarde en Estambul, y ha sido, de lejos, la moneda de mercados emergentes con mejor desempeño en el día.
El estratega de Tellimer en Dubai Hasnain Malik ha adelantado que la derrota de Erdogan en las elecciones locales no debería descarrilar la macroeconomía política (por ahora). Pero sí considera que, en caso de que las dificultades económicas y, en particular, la inflación sean en gran medida responsables del resultado, se deberá “abordar la inflación como una prioridad política, además de económica, y que “debería sustentar la corrección del rumbo de la política ortodoxa en el corto plazo."
El discurso tranquilizador del presidente ha calmado la preocupación de los inversores que consideraban que una pérdida electoral podría hacer cambiar el rumbo económico del país. Un giro hacia una política monetaria encaminada a controlar la inflación que aplaudieron, incluso cuando hace mella en las perspectivas de crecimiento económico al provocar que el endeudamiento sea casi imposible para la mayoría de los ciudadanos. Desde el cambio de política tras las elecciones presidenciales del año pasado, los inversores extranjeros han comprado un total de 4.9 mil millones de dólares netos en bonos y acciones turcas. Aún así, se mantienen cautelosos.
Emre Akcakmak, consultor senior de East Capital en Dubai, indica que se puede esperar una “situación postelectoral más volátil de lo esperado” y, “lo que es peor, este período incierto coincidirá con el nivel más bajo de reservas netas de divisas extranjeras del banco central”. “Es probable que se produzca un nuevo pico de inflación por encima del 70% en mayo”, advierte el consultor.
La votación del domingo marca la primera vez que el partido de Erdogan, AKP, que ha mantenido el poder ininterrumpidamente desde 2002, cae frente a la oposición socialdemócrata CHP.
