La peor del euro desde 2019

La Bolsa española se queda estancada en tamaño desde la venta a SIX y la pandemia

La capitalización estimada para el conjunto de empresas que cotizan en el mercado principal cede un 0,65% desde el final de 2019 y sale del 'top 20' de las principales regiones bursátiles del mundo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el reciente XIV Spain Investors Day, en el Hotel Mandarin de Madrid.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el reciente XIV Spain Investors Day, en el Hotel Mandarin de Madrid.
Eduardo Parra / Europa Press

Es uno de los síntomas de la decadencia en un mercado. La Bolsa española sigue perdiendo tamaño relativo en relación a otras plazas bursátiles mundiales. La capitalización bursátil estimada en dólares ha caído un 0,65% desde el 31 de diciembre de 2019, periodo en el que se incluyen los efectos negativos de la pandemia del Covid-19, la venta de BME a la suiza Six, la guerra de Ucrania y la crisis de inflación. Sin embargo, la mayoría de bolsas ha crecido más y mejor en ese periodo, incluso las de la zona euro. ¿Por qué el mercado ibérico se queda atrás?

Según datos de Bloomberg, que monitoriza con criterios uniformes y en dólares el tamaño de las bolsas por país, España se ha situado fuera del top 20 de principales regiones para las empresas cotizadas. Entre los factores a tener en cuenta, además de la propia revalorización de las acciones que cotizan en bolsa, se encuentra la sequía en la incorporación de nuevas compañías al parqué principal. El ranking tiene en cuenta todas las acciones, no solo el 'free float' (porcentaje libre de acciones en bolsa), pero excluye títulos secundarios y ADRs (para empresas extranjeras) para evitar duplicados, o el valor de ETFs (fondos cotizados ligados a índices).

Según esa metodología, la Bolsa española atesora una capitalización cercana a los 720.000 millones de dólares, muy inferior a la real que publica BME-Six, donde se incorporan valores de mercados alternativos como empresas en crecimiento y Socimis, además de empresas que tiene ficha bursátil secundaria en España como Airbus (pasaporte francés), ArcelorMittal (Países Bajos), Ferrovial (Países Bajos) o Coca-Cola European Partners (Países Bajos), entre otros. 

Por tamaño, la española está ligeramente por encima de la Borsa italiana (que se integró en Euronext), que ha pierde un 0,1% de capitalización en los últimos cuatro años, o la de Rusia, que se ha desplomado un 16% desde 2019, sobre todo, a partir de los efectos de las sanciones occidentales por su invasión de Ucrania. España baja una posición -del 20 al 22- en el periodo analizado pese a haber superado al mercado ruso. Indonesia, Dinamarca y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han dado el 'sorpasso' por tamaño bursátil a la representación de las multinacionales españolas.

Precisamente, la oleada de privatizaciones y salidas a bolsa que se está registrando en los últimos años en Oriente Medio ha colocado al mercado emiratí (Abu Dhabi, Dubai) como el de mayor crecimiento (+288%) en estos 48 meses, que le han llevado a rozar el billón de dólares en capitalización, según datos de Bloomberg. India, que acaba de superar ahora a la Bolsa de Hong Kong como cuarta mayor región del mundo, se sitúa segunda por aumento de tamaño tras duplicarse (+101%) desde 2019, hasta los 4,33 billones de dólares. Dinamarca, que está viviendo un boom en torno a su gigante farmacéutico Novo Nordisk, ha visto crecer la capitalización de su bolsa un 77% en cuatro años, hasta los 851.000 millones.

Dentro de la zona euro, Francia (+14% desde 2019) multiplica por cuatro la huella bursátil de España con 3,1 billones, mientras Alemania (+2,8%) se sitúa por detrás de los galos con 2,3 billones. Reino Unido (-15%), ya fuera de la Unión Europea tras el Brexit, ha sido uno de los más penalizados por la crisis política que vive tras su 'independencia' junto a la pérdida de atractivo para las empresas cotizadas, que han elegido otras plazas para cotizar. Países Bajos se erige junto a Francia en uno de los ganadores de este proceso. El mercado neerlandés ha crecido un 30% en este periodo y ha asistido a la salida a bolsa en Ámsterdam de compañías italianas, españolas y alemanas que han encontrado en ese país el nuevo hogar para sus acciones. Se da la circunstancia que tanto Francia como Holanda comparten operador bursátil.

En el caso de España, la pérdida de competitividad va asociada al surgimiento de nuevos competidores que atraen a empresas, como ha sucedido con Ferrovial o Mediaset en 2023, debido a las trabas impuestas en el ámbito normativo y el creciente intervencionismo por el Gobierno de Pedro Sánchez, con la creación de dos impuestos específicos para el sector bancario y energético, la instauración de la Tasa Tobin -que grava la inversión en bolsa-, así como la incertidumbre jurídica generada en torno a a leyes que afectan a las empresas que han ignorado las demandas de la patronal CEOE y se han implementado de forma unilateral. 

Un informe de la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME) ponía el acento en noviembre en el incremento de la presión fiscal a las empresas, la digitalización, la disponibilidad de fondos de inversión y la liquidez del mercado como elementos clave en la competitividad de los mercados. 

A la vanguardia mundial sigue Estados Unidos y su icono de Wall Street.  El tamaño de las bolsas estadounidenses ha crecido un 47% en cuatro años, hasta superar por primera vez los 50 billones de dólares. China, sin contar a Hong Kong y Taiwán, ha elevado la dimensión de sus bolsas en un 15%, hasta 8,4 billones. Si se suman las dos áreas de influencia del gigante asiático, la capitalización de la gran China casi duplicaría el nivel anterior. Japón, tradicionalmente más rezagado, también crece un 1,2% en cuatro años, hasta los 6,4 billones, según los datos de Bloomberg. 

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