Actas del BCE

El BCE reitera su discurso más duro: la 'macro' demanda tipos altos más tiempo

El Banco Central Europeo (BCE) estima que la inflación no se acercará a su objetivo hasta mediados de 2025, forzando a mantener una postura "suficientemente restrictiva" en contra de las expectativas del mercado. 

Christine Lagarde
El BCE reitera su discurso más duro: la 'macro' demanda tipos altos más tiempo. 
Christine Lagarde

"No hay lugar para la complacencia y no es el momento de que el Consejo de Gobierno baje la guardia". Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de las actas del Banco Central Europeo (BCE) correspondientes a la reunión de diciembre, en la que mantuvieron los tipos en el 4,5%. Con un tono más duro frente a la euforia que ha imperado en la recta final del 2023 sobre las expectativas de las tasas de referencia del dinero, el organismo se escuda en que la situación macroeconómica y los datos de inflación invitan a mantener una "postura lo suficientemente restrictiva". 

En el documento destacan que a pesar de las "sorpresas a la baja en la inflación" después de que en noviembre el IPC cayera hasta el 2,4%, para repuntar en diciembre hasta el 2,9%, el avance de los precios en general "no volvería a alcanzar su objetivo hasta la segunda mitad de 2025". En concreto, proyectan que se colocará en el 2,3% el próximo año, para colocarse en el 2,1% en 2026. En este contexto, el BCE invita a la cautela, que está "más que justificada" por la previsión de que los precios repunten en el corto plazo, tal y como ha ocurrido en diciembre, mientras persistirán las incertidumbres en relación con los salarios y la evolución de la inflación subyacente. 

"Esto sugería que aún era demasiado pronto para confiar en que se hubiera cumplido la tarea", destacan, señalando la fortaleza del mercado laboral y del PIB real mundial, que había sido más fuerte de lo esperado en 2023, al contrario que lo ocurrido en el comercio. El último encuentro tuvo lugar a mediados de diciembre, justo después de que el mercado revaluara sus proyección de tipos para este 2024, con una rebaja de hasta 150 puntos básicos, forzando a Christine Lagarde a buscar tumbar las expectativas con el "para nada discutimos las bajadas de tipos".

En este sentido, en el documento se expresa "la preocupación de que la brusca reevaluación de los mercados amenazara con relajar excesivamente las condiciones financieras, lo que podría hacer descarrilar el proceso desinflacionista", razón por la que consideraron importante "no acomodar las expectativas del mercado" en el comunicado posterior a la reunión. En su lugar, optaron por la "humildad" a la hora de juzgar estas estimaciones dado el contexto de incertidumbre, también en lo que respecta a las perspectivas de crecimiento.

Este discurso va en línea con la prudencia a la que ha apelado Lagarde en Davos, con el matiz de que ya ha contemplado por primera vez la posibilidad de rebajas en los tipos. La jefa de la política monetaria en la eurozona argumentó que en ausencia de cambios significativos en los datos, es posible que el Consejo de Gobierno de la entidad alcance el consenso necesario para aplicar un recorte en las tasas de referencia en verano, si bien algunos indicadores todavía no "están en el nivel que les gustaría", como sucede con la inflación de servicios, el sector por excelencia de la economía europea. 

Por último, aluden a la decisión de acelerar la reducción de balance con el objetivo de cerrar la reinversión de la deuda del PEPP, el programa puesto en marcha durante la pandemia. A partir del segundo semestre recortarán a un ritmo de 7.500 millones con el objetivo de reducir al 50% las reinversiones de los bonos que vayan venciendo, una medida que consideran "proporcionada" y respaldada por la mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno. "Dado que la pandemia, o al menos su dimensión de emergencia, había terminado, mantener la totalidad de las reinversiones ya no resultaba apropiado. Además, los mercados funcionaban actualmente sin problemas y la preocupación por la fragmentación era limitada", argumentan.  

Este "paso lógico" en la normalización del balance del Eurosistema, va en línea con las expectativas del mercado en términos generales, aunque muestran discrepancias entre aquellos que optaban por poner fin a las reinversiones antes de lo esperado o adoptar una posición más gradual. Finalmente se decantaron por la propuesta de Philip Lane de aplicar flexibilidad a la hora de reinvertir los reembolsos vencidos en el PEPP.

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