Cotiza en 3,8 euros

La banca de inversión congela el precio de Telefónica tras la entrada sorpresa de STC

La cotizada ha perdido atractivo de manera paulatina en los últimos meses a ojos de los analistas, que hacen énfasis en su bajo nivel de capitalización, que llega a 22.000 millones, como una de sus principales debilidades. 

La banca de inversión congela el precio de Telefónica tras la entrada sorpresa de TSC
La banca de inversión congela el precio de Telefónica tras la entrada sorpresa de STC. 
Europa Press

Telefónica se convierte en el protagonista de la 'vuelta al cole' empresarial. El desembarco sorpresa del operador saudí STC en la compañía ha canalizado toda la atención, desde el plano político hasta el bursátil. Aunque todavía faltan por resolver algunas incógnitas sobre este movimiento que está en las "primeras fases de la inversión", según revelaron desde la propia empresa, la acogida inicial de los inversores ha sido positiva. La firma presidida por José María Álvarez-Pallete acumula una subida de casi el 2,3% desde que trascendiera la decisión, impulso que le puede ayudar a saldar la semana en positivo después del débil arranque de septiembre. La 'teleco' española logra así recuperar los niveles previos al golpe de 1&1, hasta los 3,83 euros por acción.

Los analistas consultados coinciden en que la operación "pone suelo" al precio de Telefónica a corto plazo con la información disponible sobre esta irrupción en el capital como principal accionista. Sin embargo, la banca de inversión ha optado por la cautela en las revisiones llevadas a cabo. De las ocho casas de análisis que han actualizado su valoración sobre Telefónica entre el miércoles y el jueves, ninguna de ellas ha ejecutado cambios en el precio objetivo, que el consenso de 'Bloomberg' sitúa en los 4,25 euros por acción, frente a la horquilla de los 3,7-3,8 euros en los que se mueve en el momento actual, con datos al cierre de los mercados este jueves.

Esto supone un potencial superior al 10%, uno de los más bajos del Ibex 35, después de que su capitalización haya sumado más de 500 millones en los últimos dos días. Cabe destacar que también se trata de uno de los valores menos atractivos del selectivo con apenas un 44% de analistas aconsejando incluirlo en cartera, mientras un 47% opta por mantener, su nivel más bajo del año. Los analistas hacen hincapié en que la operación se produce en un entorno complicado para la empresa del ámbito de las telecomunicaciones en el Viejo Continente y ponen el foco en su valor bursátil - que oscila entre los 22.000 millones- como una de sus principales debilidades.

"La baja capitalización de la compañía, síntoma común observado en el sector europeo, implica una infravaloración que la hace susceptible de adquisiciones en un momento complejo para las empresas de telecomunicaciones", argumenta el analista sénior de mercados para eToro, Javier Molina. De hecho su valor en bolsa es similar al de Vodafone, Orange o Swisscom, lejos de lo que vale el gigante Deutsche Telekom, que roza los 100.000 millones. 

Molina califica la adquisición del 9,9% por 2.100 millones como una operación "altamente eficiente" si se tiene en cuenta que Vodafone se hizo con ONO por 7.200 millones y una cartera de 7,2 millones de clientes. En el caso de Telefónica, ésta dispone de 383 millones de accesos totales y casi 300 millones de accesos móviles, además de una alta presencia no sólo en España, si no también en mercados como Alemania, Reino Unido, Brasil o México. "La jugada de STC no es menor y, para nada, podemos afirmar que está fuera del precio dado el alcance e implicaciones para la parte compradora", agrega.

"Los operadores nacionales europeos siguen siendo activos estratégicos para los gobiernos sobre los que puede resultar difícil aceptar la influencia extranjera, por no decir el control, incluso cuando el Estado ya no es accionista, como ocurre en Telefónica", apunta el director de calificaciones corporativas de Scope Ratings, Jacques de Greling. Telefónica ultima su nuevo plan estratégico 2023-2026 que tiene previsto lanzar en dos meses. Entre las prioridades del grupo destacan la reducción de su apalancamiento y el impulso de negocios como el almacenamiento en la nube o la ciberseguridad, que cuentan con amplío potencial de crecimiento. Por ahora, una de las principales bazas desde el punto de vista inversor es su remuneración al accionista con una rentabilidad que roza el 8%, que le sitúan como la sexta firma del Ibex más atractiva en este sentido.

Mostrar comentarios