Las seis reglas que hay que seguir para que madrugar no sea tan difícil

  • En su libro 'Fast Asleep, Wide Awake', la psicóloga Nerina Ramlakhan explica cómo ciertas costumbres nos impiden levantarnos con energía.
Si no seguimos una serie de rutinas tardaremos horas en despertarnos. / Hugo Bernard
Si no seguimos una serie de rutinas tardaremos horas en despertarnos. / Hugo Bernard

Aunque hay personas a las que les cuesta menos levantarse que a otras, madrugar suele ser una tortura para la mayoría de mortales. Y es aún peor en invierno, cuando hay que salir de la cama cuando todavía es de noche para pasar frío.

Puede que madrugar nunca sea una maravilla, pero en nuestras manos está que sea más sencillo. Obviamente, será menos duro si hemos dormido lo suficiente, pero al margen de que nos acostemos a una hora razonable, hay una serie de hábitos que pueden ayudarnos a que no se nos peguen las sábanas.

En su libro Fast Asleep, Wide Awake (Harper Thorsons), la psicóloga Nerina Ramlakhan explica cómo ciertas costumbres impactan en nuestra capacidad para levantarnos con energía y qué pequeños hábitos pueden ayudarnos a ser mejores madrugadores:

1. Convéncete de que madrugar no es tan horrible

Suena al típico consejo cutre de autoayuda, pero madrugar no cuesta tanto en vacaciones, ni cuando vamos a hacer algo que nos encanta. Puede que ir a trabajar no sea lo más maravilloso, pero si te estás diciendo constantemente que salir de la cama es lo más parecido al infierno probablemente será un infierno. Por suerte, como explica Ramlakhan, la autosugestión funciona también en sentido contrario: si te convences de que te apetece levantarte, te apetecerá levantarte.

2. Planifica los primeros minutos del día

Una de las razones por las que solemos estar de mal humor al levantarnos es porque tenemos que hacer todo deprisa y corriendo si no queremos llegar tarde al trabajo. Para evitar esto lo ideal es tener nuestras rutinas mañaneras preparadas. Si no sabes qué vas a desayunar ni que ropa ponerte tu día empezará envuelto en el caos. Y este se arrastra durante toda la jornada.

Ramlakhan va más allá: “Dejo mi portátil listo exactamente donde planeo trabajar al día siguiente”.

3. Deja el móvil fuera del dormitorio

Es un consejo básico para conciliar el sueño, pero también es útil para madrugar. Ramlakhan sugiere evitar el móvil, la televisión o cualquier otra pantalla al menos 30 o 45 minutos antes de acostarse. “Esto reduce los niveles de ansiedad y evita que el cerebro sea estimulado en exceso por la dopamina producida cuando lo bombardeas con luz azul e información”, apunta la psicóloga.

La doctora Nerina Ramlakhan junto a su libro.
La doctora Nerina Ramlakhan junto a su libro.

4. Pon la calefacción

La temperatura corporal es decisiva para conciliar el sueño. Uno de los mejores consejos para dormir bien es tomar una ducha caliente, para que baje nuestra temperatura corporal al salir del agua. Pero, al levantarse, lo ideal es que ésta suba, y es por ello que Ramlakhan recomienda programar la calefacción para que esta se encienda 10 minutos antes de salir de la cama. Si eres muy perezoso quizás también te convenga no ducharte.

5. Enciende la luz

La luz es fundamental para controlar nuestros ritmos circadianos y es por esto por lo que nos cuesta más madrugar en verano que en invierno. Tenemos que evitar levantarnos en la oscuridad, ya sea dejando las persianas abiertas o, si tenemos que madrugar demasiado, encendiendo la luz lo antes posible.

6. Bebe agua y desayuna

Ramlakhan recomienda beber agua nada más levantase, pues el cuerpo lleva ocho horas sin hidratarse y la necesita para reactivarse. También es importante comer algo, a ser posible sin que pase más de media hora desde que nos hemos levantado. El desayuno reactiva el metabolismo y prepara al cuerpo para comenzar el día con energía.

Mostrar comentarios