Seis cosas que nunca debes decir en una reunión de trabajo: no metas la pata

  • A la hora de comunicarte con tu jefe o compañeros de trabajo, es importante no hacer comentarios inapropiados que te colocan en un mal lugar
Mejor no seas bocazas. / Pexels
Mejor no seas bocazas. / Pexels

Cuando uno acude a una reunión de trabajo, resulta conveniente llegar preparado con las ideas ordenadas en la mente -o escritas, si es necesario- para poder evitar contratiempos y para ser capaz de transmitir todo aquello que se desea. Pero, además de exponer el punto de vista propio, es imprescindible tener la capacidad de escuchar a los demás para poder debatir, incorporar otros puntos de vista y llegar a acuerdos.

Si ya de por sí cualquier reunión de trabajo resulta complicada, hay un elemento que las convierte en un auténtico dolor de cabeza: cómo comunicarse con los demás. Uno puede tener las ideas más brillantes, pero si no es capaz de transmitir apropiadamente sus opiniones ni su 'feedback' sobre lo que los demás exponen, cualquier conversación puede irse al traste en pocos segundos. Por eso, más que elaborar una guía de estilo a seguir en cada intercambio de ideas, quizás lo más importante sea evitar ciertas expresiones o frases que pueden suponer un problema, tal y como recoge este artículo de Inc.

1. “Estás equivocado”

En una reunión, todos desean compartir sus ideas para alcanzar un objetivo o para mejorar algún aspecto a nivel organizativo o funcional. Por eso, responder a alguien que está equivocado cuando expone su opinión es algo que puede resultar completamente contraproducente. Incluso si la propuesta de esa persona no es apropiada o no encaja en lo que se está debatiendo, su intención es la misma que la tuya: alcanzar ese objetivo poniendo en común diferentes puntos de vista. Por eso, descartarla tachándola de errónea no es la mejor idea: en su lugar, utilizar algún matiz de esa propuesta para elaborar otra mejor suele ser bastante más productivo.

2. “Debatamos esto”

Tirar de tópicos en una reunión es bastante más común de lo que se piensa. Sin embargo, hay ciertas expresiones o frases hechas que es mejor evitar. Por ejemplo, si alguien propone una idea, decir algo así como “debatámoslo” resulta no sólo redundante -las reuniones se programan para debatir cosas-, sino que además da la sensación de que no tienes absolutamente nada que aportar -incluso, puede parecer que ni siquiera tienes muy claro de qué estás hablando-. Por eso, lo mejor es explicar tu punto de vista directamente o, si realmente crees que no eres el más apropiado para opinar en ese momento, simplemente permanece en silencio, escucha lo que los demás aporten y aprovecha ese tiempo para pensar de qué modo puedes aportar algo al debate.

3. “Entiendo lo que dices, pero...”

La fórmula de la concesión ideológica para luego añadir una lista interminable de objeciones es más española que Camacho en un Mundial de fútbol: “no soy racista, pero no me gustan los negros”, “no tengo nada en contra de los homosexuales, pero no quiero que me toquen”, etc. En una reunión de trabajo, utilizar esta fórmula para mostrarse de acuerdo con alguien -y, después, demostrar lo contrario en una lista inacabable de razones-, es de las peores cosas que se pueden hacer. Si tienes dudas, es preferible pedirle a la otra persona que desarrolle más sus argumentos para luego decidir si estás de acuerdo total o parcialmente.

Fotografía de una reunión de trabajo
Las reuniones siempre deben desarrollarse de forma cordial. / Pixabay

4. “Nadie está de acuerdo contigo”

Hay pocas frases más hostiles que esta en una reunión de trabajo. Por un lado, trata de hacer ver a la otra persona que su idea es tan pobre que nadie la apoya; por otro, supone un arrinconamiento que polariza totalmente cualquier debate. En el fondo, lo que estás transmitiendo es un “o tú o yo”, algo que de ningún modo ayudará a alcanzar consensos.

5. “Tú eres tonto”

Llegados a este punto en una reunión, puede que el debate esté siendo tan intenso que te salgan insultos o expresiones pueriles de este tipo, especialmente si hay aspectos más allá de los laborales que te preocupan -algún problema personal con esa persona, algún aspecto de tu vida privada que no va bien, etc.-. En cualquier caso, apelar al intelecto -debatiendo, rebatiendo y proponiendo ideas- suele ser mejor idea.

6- “Al jefe no le gusta esa idea”

Hablar en boca de otra persona es otro de los aspectos a evitar en una reunión. Y más si se trata del jefe en común que tú y la persona a la que te diriges compartís. Implícitamente, conlleva dos mensajes: uno, que conoces el ideario de vuestro jefe mejor que nadie y, en segundo lugar, que te permites descartar una idea en su nombre. Algo que podría acarrearte problemas no sólo con quien debates, sino también con tu superior.

Mostrar comentarios