Inversión, gestión y finanzas

El secreto de Calderón para tener éxito y ser un líder en la NBA y en los negocios

El mítico base, reconvertido en directivo de la liga, ha pasado en un año de negociar el convenio colectivo a crear la 'burbuja' de Orlando... y a ser el asesor de una gran tecnológica.

José Manuel Calderón.
El secreto de Calderón en la NBA y los negocios: "Sé cuándo tomar riesgos"
EFE

Hace menos de un año, José Manuel Calderón daba un salto decisivo en su carrera: tras 14 años en la NBA, el base se unía al sindicato de jugadores de la liga (NBPA) como segundo de la directora ejecutiva, Michele Roberts. Un salto que premiaba no solo una vida dedicada al baloncesto en EEUU, sino la ambición del jugador español por seguir siendo un 'playmaker' fuera de las canchas. MBA en Harvard, emprendedor y desde el pasado febrero asesor de lujo de la tecnológica Singular, Calderón se ha reinventado en tiempo récord en el mundo de los negocios, mientras en la NBA se ha enfrentado al gran reto de crear una 'burbuja' para poder poner fin a una temporada golpeada por el coronavirus. En la pista, como fuera de ella, su secreto para el éxito es el mismo: "Hay que saber cuándo hay que tomar riesgos y cuándo no".

"Después de conocer a todo el personal y empezar a trabajar en muchos proyectos, de repente empezó la pandemia. Desde entonces, mi trabajo se convirtió en otro distinto. Es como haber tenido dos trabajos distintos en el mismo año", reconoce Calderón en una entrevista exclusiva en Basketball Network cedida a 'La Información'. Su labor desde el pasado marzo ha pasado de negociar el futuro convenio colectivo a encontrar una solución precisamente para evitar cualquier riesgo en una situación tan delicada. Algo que, de paso, le ha hecho crecer en un aspecto tan básico como la toma de decisiones a nivel ejecutivo: "Ha sido maravilloso poder crear esta 'burbuja', trabajando con la NBA, con los jugadores. […] Ha sido un proceso que no esperaba y del que he aprendido mucho".

En realidad, su carácter de líder se empezó a forjar hace mucho tiempo, desde su época en Baskonia. Por eso, cuando llegó a la NBA con 24 años, Calderón ya había interiorizado como pocos la importancia de la toma de decisiones y del trabajo en equipo, claves para el éxito en el deporte y los negocios. Desde su primera temporada como 'rookie', el base cosechó uno de los mejores registros de asistencias frente a pérdidas de la liga. ¿La clave de su éxito? "Nunca fui un pasador de los que salen en los resúmenes, nunca destaqué por dar pases espectaculares; simplemente sabía cuándo había que tomar riesgos y cuándo no: si no veía el pase claro, podía esperar… Sabía que el pase llegaría tarde o temprano".

El mayor problema para los gestores suele estar relacionado con la escasa o nula capacidad de atajar un problema a tiempo. Por eso, muchos grandes líderes argumentan que saber tomar una decisión en el momento indicado a menudo es más importante que tratar de determinar si es una buena o mala decisión. Calderón tenía esa capacidad desde que jugaba al baloncesto; lo que no tenía era el 'expertise' necesario para lanzarse al mundo de los negocios. Por eso, confiesa que el semestre que pasó en Harvard no fue "para aprender nada en concreto", sino para "conocer la terminología, la contabilidad, las startups; en caso de que quisiera involucrarme en algún negocio, quería saber de lo que estaba hablando. Tenía claro que quería involucrarme en algo".

Cómo triunfar en un campo determinado

Porque para Calderón era consciente ya como jugador de que una de las claves para triunfar es conocer el terreno, hacer un estudio de mercado previo a la hora de emprender un negocio. En este sentido, cuenta una anécdota que sirve de ejemplo sobre cómo conseguir llegar donde nadie más ha llegado. "No era bueno tirando de dos ni de tres; era pasable. Pero cuando llegué a la NBA me di cuenta de que los tiros libres deberían ser los más fáciles: son siempre lo mismo, no te mueves, nadie te defiende, solo estás tú. Así que lo único que entra en juego es tu concentración. Conseguí llegar a un punto en que me abstraía completamente de todo cada vez que visitaba la línea", relata.

Calderón no solo se convirtió en un especialista en tiros libres dentro de la NBA, sino que estableció dos récords absolutamente demenciales: "Aquel año que conseguí anotar 87 tiros libres seguidos y un porcentaje del 98,1% en la temporada fue complicado porque no tiraba en todos los partidos. A lo mejor lanzaba uno o dos tiros libres, luego estaba dos partidos sin tirar y, de nuevo, a la línea de tiros libres. Además, los rivales me picaban: 'Te apuesto 100 dólares a que no llegas a los 100'. Así que tenía que desconectar de todo eso". Aquello ocurrió en la temporada 2008-09 y, aún hoy, se recuerda su gesta: ambos registros históricos siguen vigentes hoy en día.

Por supuesto, siempre existen figuras que destacan por encima del resto, talentos innatos capaces de decidir partidos o campeonatos. Sin embargo, Calderón tiene claro que el proceso de toma de decisiones jamás debe monopolizarse. "En un equipo, LeBron James no toma las decisiones. Es como Messi o Cristiano Ronaldo en el fútbol: les preguntas 'cómo ves esto o esto otro', pero no es que tomen las decisiones. Como entrenador, no quieres un jugador con el que el resto no quiera jugar, pero tienes que preguntarle, es tu estrella, tienes que hacer que se sienta cómodo. Y si quieres jugar de una manera, tienes que añadir jugadores que se puedan ajustar a jugar de esa manera. Lo que quieres es tener a un equipo que juegue en torno a él".

En este sentido, otro de los grandes problemas que Calderón ve en la NBA es el ego, especialmente entre los 'rookies', plasmado en la falta de control financiero. "Creo que el problema con algunos jugadores es que piensan demasiado en el segundo contrato. Cuando firmas un primer contrato en la NBA es lo único que tienes, nada más. [...] Con un primer contrato debes invertir algo de dinero, ahorrar otra parte, quizás comprarte una casa… Tienes que tener en cuenta que el contrato que tienes es el que tienes, no hay nada más. No te puedes gastar ese dinero en tres años. Por ejemplo, puedes lesionarte, puede que no sigas en la NBA... y ya no tendrás ingresos nunca más", advierte. No en vano, el 60% de los jugadores de NBA se declaran en bancarrota antes de cinco años tras su retirada.

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