Una de las consecuencias directas de la pandemia del coronavirus ha sido la severa recesión a la que ya se enfrenta la economía global, en general, y la española, en particular. Uno de tantos índices que mejor ejemplifica esta delicada situación es que el número de empresas que han presentado concurso de acreedores se ha disparado en 2020, según un estudio de Informa D&B publicado a finales de septiembre.
Los datos hablan por sí solos: en España hubo 1.635 procesos de inicio de este procedimiento durante los seis primeros meses del año, casi un40% del total del año anterior. La última afectada ha sido Dentix. Pero, ¿qué es exactamente un concurso de acreedores y qué ocurre con los trabajadores de las empresas afectadas?
Concurso de acreedores
El concurso de acreedores es una medida a la que recurren las empresas para solventar una situación económica extraordinaria y de crisis. Por ejemplo: cuando no tiene suficiente liquidez para cumplir sus obligaciones. Básicamente, está ligado a la falta de solvencia de las empresas.
Así lo dicta la Ley Concursal 22/2003, que contempla que sólo se someterán a concursos de acreedores las empresas "que no pueden regularmente cumplir sus obligaciones exigibles".
A la hora de solicitar un concurso de acreedores hay que tener en cuenta si se efectúa por insolvencia actual o inminente (cuando el deudor prevé que no podrá cumplir con sus obligaciones).
Según explica Reclamador.es, debe ser solicitada por el propio deudor y puede ser requerido por cualquiera de sus acreedores y el medidor concursal cuando se inicie el procedimiento.
Hay varios tipos de concursos de acreedores: de forma voluntaria -es la persona física o responsable de la empresa la que lo hace- o forzosa -si es alguno de los socios de los acreedores los que solicitan el concurso-.
Qué pasa con los trabajadores afectados
Cuando una empresa entra en concurso de acreedores y no tiene liquidez para el pago de las nóminas, y en su caso, paras las indemnizaciones adeudadas a sus trabajadores, el Fondo de Garantía Social asumirá el pago con ciertos límites:
- En cuanto a los salarios: el límite, según detalla Legalitas.com, la cuantía resultante de multiplicar por dos el SMI diario (con inclusión de las pagas extras) por el número de jornadas laborales pendientes de pago (máximo de 20 días).
- El límite máximo de indemnizaciones por parte del Fondo de Garantía Social será de una anualidad y el salario diario, base del cálculo y que incluye las pagas extra. No puede rebasar el doble del SMI.
En cualquier caso, el administrador concursal debe incluir los créditos de los trabajadores en el Listado de Acreedores del concurso, estableciendo, además, su prioridad en el cobro.
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