Cómo encontrar tu primer trabajo cuando no tienes ninguna experiencia

  • A pesar de la 'titulitis' imperante en España, existen formas más fáciles de lo que crees de conseguir un primer empleo.
Encontrar el primer empleo no es sencillo / Pixabay
Encontrar el primer empleo no es sencillo / Pixabay

La titulitis es un mal que afecta a muchos países, pero que especialmente ha enraizado en España en las últimas décadas y, con la adopción del Espacio Europeo de Educación Superior -y el consecuente 'plan Bolonia'-, ya no basta con graduarse, sino que hacen falta un par de años más de estudios para obtener un máster que permita equipararse al antiguo licenciado. El problema es que, tras seis años de formación superior y con un sistema que actualmente permite encadenar los contratos en prácticas hasta los 30 años, se produce la extraña paradoja: las empresas demandan jóvenes superpreparados y con amplia experiencia laboral, lo que suele ser materialmente imposible, ya que si uno sigue estudiando (para optar a más contratos en prácticas), no puede trabajar, y viceversa. La pregunta es, por tanto, la que se hacen en este artículo de Mic: ¿cómo conseguir tu primer empleo si no tienes experiencia?

En España, la situación es tan precaria que el timo de la estampita ha llegado hasta el mundillo de las ofertas de trabajo y hay quien ofrece literalmente hacer una entrevista a cambio de 20 euros. Junto a Grecia, somos colíderes en Europa en desempleo juvenil (en menores de 25 años), con una tasa de casi el 40%, el doble de la media de la zona Euro. Por eso, resulta especialmente importante en nuestro país encontrar fórmulas alternativas para no caer en la citada paradoja.

Aprender idiomas

Suena ya a tópico rancio, pero la importancia de los idiomas es una realidad en el mercado de trabajo. Cada vez más empresas empiezan a valorar como indispensable dominar más de un idioma. Y también sonará a tópico rancio, pero el inglés es el idioma que, a día de hoy, sigue ofreciendo más salidas. Especialmente en el ámbito de las tecnológicas, donde el servicio técnico se ha globalizado en los últimos años y es tan importante ofrecer soluciones en el país matriz como en aquellos en los que existe un volumen de ventas lo suficientemente importante como para implementar un equipo dedicado a ello.

Un buen ejemplo es la cantidad de ofertas de empleo en ciertos países sajones, especialmente Irlanda, en los que un español sin experiencia pero con inglés puede encontrar trabajo en alguna tecnológica. Esto se produce en parte porque ni siquiera el puesto de trabajo es en esos países, sino que desde hace par de años, muchas de las grandes empresas (Facebook, Google, Amazon), deslocalizan el empleo en terceros países para afrontar el pago de salarios menores en Portugal, República Checa o Bulgaria, por ejemplo. Sin embargo, si tu idea es perfeccionar idiomas, tener un sueldo digno y escribir la primera línea de tu currículum, no es un mal comienzo.

La formación es importante, pero no se puede estudiar eternamente / Pixabay
La formación es importante, pero no se puede estudiar eternamente / Pixabay

Utiliza tu condición de millenial

En la misma línea, las nuevas generaciones tienen una ventaja sobre las demás: son nativos digitales. Y, lejos de suponer un problema, desconocer las virtudes de lo analógico puede suponer un punto extra a la hora de encontrar trabajo. Puede que aún estés estudiando, pero si aplicas laboralmente esos conocimientos avanzados que te permiten tener miles de seguidores en redes sociales o ganarle a todos tus amigos a la videoconsola, tienes futuro como influencer o puedes convertirte en la próxima estrella de un equipo de e-sports. Si ya sabes código, tienes muchas posibilidades de encontrar algo que se ajuste a esa formación no reglada.

Volviendo a las tecnológicas, existen muchos puestos para los que no se requiere experiencia previa (aunque sí algún tipo de formación). Las empresas empiezan a desarrollar departamentos de gestión del talento dedicados no sólo a contratar a los raros especímenes que acumulan tanto un máster como amplia experiencia, sino también a encontrar perfiles sin experiencia a los que formar complementariamente desde la propia empresa. No hay que engañarse: su objetivo es tanto ahorrarse costes -suelen ser salarios algo más bajos, pero dignos aún así- como preparar a medida a profesionales cualificados, pero no deja de ser una fórmula bastante coherente de encontrar un primer empleo.

Empezar desde abajo

Pero por mucho que avancen los tiempos, sigue existiendo una cultura empresarial que no sólo permite, sino que valora a quienes comienzan desde el último escalón. Quizás tu objetivo sea ser director de Marketing de una compañía y, de hecho, estás estudiando para ello, pero a veces es más fácil empezar desde un puesto que no tenga mucho que ver, en el que no se requiera experiencia y con un salario menor, pero que te permita conocer la filosofía de la empresa y escalar conforme a tus aptitudes y progresos.

Cada vez es más habitual que personas con una formación específica terminen trabajando en otro sector. La cuestión es que, en un mercado tan globalizado y multidisciplinar, la mayoría de las empresas tienen departamentos propios para casi todo. Siguiendo con el ejemplo del estudiante de marketing, es posible que comience trabajando en una agencia inmobiliaria vendiendo pisos, pero si todo va bien -y pone de su parte para convencer a la empresa- podría terminar en el departamento de marketing tarde o temprano. Todo es cuestión de aprovechar ese primer empleo.

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