Antes o después de aceptar

Qué pasa si al hacer el trámite de la herencia fallece uno de los herederos

El Código Civil regula las situaciones en las que muere alguna o varias de las personas señaladas como beneficiarias de un proceso hereditario, caso que no debería alterar las proporciones del reparto.

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de Racool_studio en Freepik.

En una situación con tantos matices como lo puede ser un proceso hereditario, la muerte de alguno de los herederos es una complicación que puede cambiar por completo el panorama para todos los interesados. Sin embargo, la ley tiene previstos los pasos que se tienen que tomar si llega a circunstancia parecida.

En este caso, es importante revisar la definición del Código Civil del derecho de representación, que "tienen los parientes de una persona para sucederle en todos los derechos que tendría si viviera o hubiera podido heredar", según el artículo 924 del texto. Se entiende que este derecho siempre se transmite a los descendientes, es decir, que no se puede pasar a los ascendientes. Esto significa que los derechos hereditarios pasarían a los hijos del heredero fallecido, que pueden aceptar la porción correspondiente de la herencia y repartírsela. 

Antes de aceptar o rechazar la herencia

Por eso, si el heredero iba a recibir una cuarta parte del caudal hereditario, sus hijos estarán en la situación de recibir los bienes que hubieran equivalido a la misma disposición, ni más ni menos. Si el heredero muerto no tiene hijos, sus derechos pueden transmitirse a sus sobrinos.

También se puede dar la situación en la que el heredero fallece antes de haber tenido la oportunidad de aceptar o rechazar la herencia, especialmente en los casos en los que se propone retrasar la decisión para analizar los beneficios y desventajas con mayor detenimiento. Esta coyuntura está regulada por el artículo 1006 del Código Civil, que explica con sencillez que el derecho para poder acceder a los bienes y deudas de la herencia o repudiarlos pasa a corresponder, de manera parecida que en lo explicado anteriormente, a los descendientes del heredero muerto. Así, estos pueden revisar si les conviene aceptar la herencia o si bien los trámites y obligaciones de la misma representan complicaciones que no compensan los esfuerzos que tendrían que dedicar a la tarea de obtenerla. 

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