Jaime de Marichalar es un nombre de sobra conocido en España. El exmarido de la Infanta Elena y padre de Froilán y Victoria Federica lleva décadas en el escaparate público por su relación con la Familia Real. Si bien el exduque de Lugo tiene una faceta profesional que no todo el mundo conoce y que está íntimamente ligada con el mundo de la moda. Ahora, ha ido un paso más allá y ha creado su propia sastrería con otros dos socios más.
Como se ha encargado de anunciar en la revista Vanity Fair, Jaime de Marichalar ha emprendido un negocio de sastrería artesanal y clásica llamado Bench Corner (B Corner) con Federico Zanolla y Goyo Fernández, amigos personales del exduque. El concepto de esta sastrería se ha definido como slow tailoring, una forma de diseño tradicional en la que prima la calidad y la excelencia para confeccionar trajes a medida que sientan como un guante y aportan un toque distinguido a los cabellaros de todas las edades.
Porque a juzgar por la imagen que han elegido para sus prendas, B Corner también se dirige a aquellos jóvenes con buen gusto que prefieren las prendas clásicas y bien confeccionadas por encima de las tendencias. Oriol Elcacho, uno de los modelos españoles más internacionales que ha trabajado con firmas como Bvlgari, Chanel, Ralph Lauren o Roberto Cavalli, es el ‘muso’ de los trajes de Marichalar y sus socios, dejando claro que se dirigen a un target bastante amplio.
El negocio ya lleva un tiempo en marcha, aunque ha sido ahora cuando se ha descubierto quién está detrás de él. Actualmente tiene dos puntos de venta, uno en El Corte Inglés de Serrano en Madrid y otro en la tienda Just One, en la Calle Villanueva también de la capital. Pero sus trajes ya se venden también en el extranjero a través de su página web.
Una tienda online en la que no solo hay trajes, pues también se pueden encontrar abrigos y accesorios. Los precios están actualmente bastante rebajados en su página web, y se pueden adquirir camisas por algo más de 100 euros cuando antes estaban por encima de los 200 euros. Ropa con un toque royal y elegante con precios más democráticos de lo que se podría pensar tratándose de un negocio de la aristocracia.
Así, Marichalar se apunta al auge de los negocios de moda que los miembros de la jet set están poniendo en marcha en España. Aunque estos suelen estar encabezados por las sagas más jóvenes, el exduque de Lugo se ha embarcado en esta nueva aventura tras toda una vida detrás del mundo de la moda.
Dilatada experiencia internacional
Jaime de Marichalar se graduó en Gestión de Empresa y Marketing en la Escuela Superior de Estudios de Marketing de Madrid (ESEM) y durante muchos años trabajó en el campo de las finanzas en entidades como Credit Suisse y ha sido presidente de la Fundación AXA. Pero es el terreno de la moda donde ha tenido su ocupación en los últimos años.
Actualmente es consejero del mayor grupo de moda del mundo, el francés Louis Vuitton Moët Henessy (LVMH), presidido por Bernard Arnault y que engloba a más de 70 marcas de moda y lujo como Louis Vuitton, Dior, Celine, Marc Jacobs, Bvlgari, Benefit Cosmetics, TAG Heuer o Moët &Chandon. Esto ha hecho que pase largas temporadas en París y se codee con lo más granado del mundo de la moda. Es habitual verle en el front row de las pasarelas internacionales más importantes y entre sus grandes amistades, además, están personajes como Naty Abascal, una de las mujeres mejor vestidas de España, o la saga de joyeros catalanes Rabat.
Así, Jaime ha desarrollado un estilo personal que es de los más distinguidos de nuestro país, y también de los más incomprendidos. Porque Marichalar es un auténtico dandy, un caballero clásico que no sale de casa sin su traje, su corbata y su sombrero. Un estilo alabado y denostado a partes iguales que le ha valido para formar parte de la web de street style más reputada del mundo, The Startorialist.
Amante del lujo, es habitual verle de compras por el Barrio de Salamanca, donde más marcas de este sector hay por metro cuadrado en Madrid. Muchas veces acude a estas compras acompañado de sus hijos, a los que intenta transmitir ese buen gusto del que siempre hace gala. Tendremos que estar atentos a las próximas apariciones públicas de su hijo Froilán para ver si se convierte en embajador de la marca de su padre.
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