El Carmen de Montesión brilla con fuerza en la periferia 'extrema' de la capital

SEGUIR

• 

Introduzca el texto aquí

Existen dos restaurantes que aunque por su ubicación son toledanos, se consideran de la periferia ‘extrema’ de Madrid, ya que de alguna manera está bajo su ámbito de influencia y por tanto para muchos son prácticamente madrileños. El Bohío, el restaurante de Pepe Rodríguez, es seguramente desde la entrada de Coque en la capital, el mejor de todos los establecimientos que rodean Madrid, e incluso lo colocaríamos sin dudar entre la media docena de cabeza. El otro restaurante que brilla con luz propia a orillas del Tajo es El Carmen de Montesión. 

A las afueras de Toledo, en una intrincada urbanización de grandes chalets, en un establecimiento que cuesta dar con él, incluso el GPS conduce erróneamente a otro lugar. Por lo tanto lo mejor es llegar en taxi y así poder disfrutar también, sin cortapisas de su buena bodega. Aunque heredero del gran Pepe Rodríguez, primero como segundo de El Bohío y después iniciando juntos la aventura de El Carmen de Montesión. Pero ya desde que se establecieran en esta nueva ubicación Iván Cerdeño rompió las ataduras que le unían a Pepe para iniciar la aventura en solitario.

Por Daniel Camiroaga

Mira también

Los helados 'eco' Flower Experience que puedes encontrar en el Mercado Barcelo

Un comedor que se ha renovado para presentarse mucho más adecuado a un restaurante del nivel que pretende Iván para su establecimiento. Mesas perfectamente aisladas unas de otras que garantiza la intimidad necesaria para hablar sin molestar y sin ser molestados. Si no conocen la terraza, no es de las más atractivas, si tienen mesa dentro, mejor. El Carmen de Montesión es probablemente el restaurante con estrella Michelin con mejor precio de toda España. Con un menú al mediodía que denominan de mercado por el imbatible precio de 29€ que incluye 2 aperitivos, 2 entrantes y 2 principales, postre y una copa de vino.

De noche, tres menús degustación, uno a 49€, otro a 65€ y el más largo y caro a 90€. Si optan por el intermedio como dictan las reglas más elementales del marketing básico, cuando se ofrecen tres soluciones la gran mayoría pide la del medio. Ni muy largo, ni muy caro, ni muy corto, ni muy barato. El menú mediano incluye una buena selección de aperitivos y entrantes, que incluyen una muy buena croqueta de jamón, un muy sabroso buñuelo de sopa de ajo, pero donde tal vez la masa resulte demasiado predominante. Una torta suflada de sardina notable y una muy buena purrusalda, son los puntos fuertes de los entrantes, frente a una brandada de bacalao más floja y un tanto insípida

El fuerte llega con los platos principales. Un jugo de maíz y trucha de del Tajo ahumada comienza a elevar el listón. Una merluza con una veloute de hierbas lo pone en lo más alto y un morrillo de atún con guindilla Ybarra y tapenade de aceitunas negras, mantiene el nivel en lo más alto. A continuación, una infusión de verduras de temporada que aunque parece presentada fuera de orden, lo cierto es que el empleo de grasas para darle sustancia y estructura a la sopa, la hace tan untuosa y melosa, que como en plato de callos los labio se pegan. Para acabar un cabrito asado con berenjenas extraordinario de punto y sabor.

A los postres un bizcocho de cítricos que cobra sentido cuando combina en la misma cucharada el bizcocho y la espuma y un postre típico toledano que pone punto y final a un menú que valorado en su extensión, ejecución, punto y raya el sobresaliente. En cuanto a los complementos que adornan una comida, como el pan de maíz y el gallego, son extraordinarios. La bodega más que notable propone una selección más que amplia de etiquetas de relumbrón y otras más livianas pero igual de notables a precios mas que competitivos que permiten disfrutar de la parte líquida tanto como de la sólida. Una gran relación calidad precio.