Elon Musk se muda. O al menos se desprende de una de sus lujosas propiedades. Pese a que es la casa más pequeña de las que tiene en tierras californianas, tiene unas dimensiones que se escapan de lo común. Posee una superficie de 280 metros cuadrados, cuatro dormitorios y cuatro baños. Su diseño futurista evoca al de una nave espacial.
Adquirida por el empresario africano con su exmujer Tatlulah Riley en 2014 por 3,7 millones, está puesta a la venta por 4,5 millones, casi un millón más de lo que pagó por ella. Como atractivo, una vista incomparable de la costa de Los Ángeles y su mar, además de una fabulosa maravilla en forma de piscina de agua salada, rodeada de grandes ventanales que conectan con el piso al salón interior.
La casa cuenta con un 'corazón inteligente', que gestiona todas las funciones de la casa. Desde retirar las cortinas, hasta conectar los altavoces del equipo de música o la iluminación. Todo esta controlado por un sistema que actúa como si fuera un corazón del inmbueble. Además, el inmueble es respetuoso con el medio ambiente, al tener medidas como un sistema de agua caliente sin tanque, control de la temperatura y recubrimiento de las paredes con plantas trepadoras que agregan un toque verde a la superficie externa y actúan como aislante natural.
Uno de los empresarios pioneros de mayor impacto mediático sigue dando que hablar con noticias de este tipo. Su casa, pese a ser de las pequeñas, es una maravilla tanto imbiliaria como tecnológica. Si dispone de 4 millones y medio de dólares, no lo dude. No encontrará nada mejor en el mercado. Más barato sí. Mejor, difícil.
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